En España leí uno que otro narrador colombiano,
gracias a la motivación de una amiga que vivió en Cali. En una antología de
cuento encontré pequeñas joyas que aún recuerdo. Allí estaban el autor de Rosario Tijeras, esa historia que conocemos
más por la película que por la novela misma, y otros como Sergio Álvarez, que
han escrito novelas poderosas como La
lectora o 35 muertos, y Santiago Gamboa, que en su haber está El cerco de
Bogotá y El síndrome de Ulises.
Claro que había más, pero ahora se me escapan.
Hoy Alfaguara abre la plica e informa que Jorge Franco
gana uno de los más prestigiados premios de novela de Hispanoamérica, dotado
por 175,000 dólares (unos 2 millones 323,000 pesos). El dictamen lo dio un
jurado compuesto por Laura Restrepo, Sergio Vila-Sanjuán, Ignacio Martínez de
Pisón, Ana Cañellas, Nelleke Geel y Pilar Reyes.
Lo que me interesa destacar no es el premio, sino la
temática que se premió: la violencia que resulta del narcotráfico. Hace unos días en una conferencia sobre Octavio Paz, el
poeta que dictó la charla mencionaba que los escritores mexicanos nacidos
durante la década de los ochenta nos colgábamos de ese tema porque es lo que
está en boga, porque es lo inmediato, y porque nos cuesta pensar en otros temas. Y
lo lamentable es que esa vertiente se "apapacha" con los premios.
¿Será la violencia un tema de moda, cuando la
violencia siempre ha sido un tema recurrente en la historia de la literatura? A La Ilíada le escurre violencia. ¿Acaso no la urden cruentas batallas, lanzas erguidas y escudos manchados de sangre? Pasajes del Quijote rozan la
violencia. ¿No es acaso el encuentro con los molinos de vientos una batalla? Verdad o mentira las palabras del poeta, cada narrativa parte de la
mirada de quien la escribe. Ricardo Piglia anotó que relatar es una palabra
hermana de relatividad (Respiración
artificial, Anagrama). Todo depende desde qué punto vas a contar la
historia y el valor que le das. Stanislavski le llamó verdad artística y decía que allí radica toda la esencia de la obra. La noticia del Premio Alfaguara me hace suponer
que lo que el jurado premió no es la historia de un secuestro, sino una
historia que busca presentar un secuestro desde una mirada poco común,
contrapuesta a elementos literarios que modifican el significado del tema.
El acta del jurado dice que El mundo de afuera trata sobre “un
desquiciado secuestro, en un ambiente progresivamente enrarecido, mediante la
combinación original de elementos de fábula y cuento de hadas, y rasgos
expresivos de un momento de violencia y crisis". (CNN MÉXICO)
Habrá que leerla. Habrá que leer más a los
colombianos. Por ahora me quedo con la certeza de que ese país superó una
crisis tremenda de violencia a causa del crimen organizado. Y el resultado la están convirtiendo en literatura entrañable, que no se conforma
con satanizar el tema, ni homenajearlo, sino con buscar otros modos de reflexionarlo, es
decir, escribirlo. ¿Qué obras escribiremos los mexicanos cuando la violencia y
crimen silenciado por el nuevo gobierno deje de ser tan común?, ¿con qué
mirada, cómo vamos a interpretarlo en nuestra narrativa? Falta
mucho para tener esta respuesta.
1 comentario:
Me gusta saber los distintos concursos que hay y sobre todo los relacionados con la literatura. Algun dia me gustaría obtener pasajes en pesos para poder viajar a una entrega del Nobel de literatura
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