martes, 18 de septiembre de 2007

.148.

Motivado por uno de los textos del Adrián hace un par de días, abrí la página del google y escribí mi nombre y apellidos en el buscador para ver qué hallaba en ese vacío de la red. Después de haber abierto un par de páginas donde están publicados algunos de mis cuentos y donde dan noticias exiguas sobre los premios que me han otorgado, encontré algo más hilarante y curioso, algo que, si tuviera el imaginario de Vila-Matas, sería digno de convertir en cuento. Se trata de otro habitante del blogspot que se llama igual que yo, sí, igual que yo: Joel Flores. Y también escribe. Chaka chakán. Leí el blog para ver si quizá fui yo el que creó ese espacio hace años y no lo actualicé porque perdí la clave, pero no, no descubrí eso, ni nada parecido. Aunque acepto mi mala memoria. El blog de mi doble o bien, de mi tocayo, creo, es más interesante que el mío (¿qué blog no es más interesante que el mío?), puesto que el autor cuenta sus aventuras universitarias sin tapujos ni contenciones. Habla de sus problemas en el semestre que cursa o cursó y cómo los maestros lo someten o sometían a estudiar. Si algún morboso como yo se ánima a rolar por ese blog, denle clik aquí. Un abrazo a todos y no confíen en los políticos.

domingo, 2 de septiembre de 2007

.147.


Siempre es bueno volver a leer teoría y crítica de la literatura. Óscar Tacca opinaba (en La voz de la novela), que no existe escritor sin teoría ni teoría sin escritor. Tras volver a la universidad, en mi material de trabajo semestral hallé un ensayo de Roland Barthes que está vinculado con un cuento de Enrigue (según mi apreciación lectora) que comenté hace una semana. El ensayo se titula (gran coincidencia) “La muerte del autor”. Extraigo unas notas del texto para compartir mi lectura.

01: La escritura es la destrucción de toda voz, de todo origen. La escritura es ese lugar neutro, compuesto, oblicuo, al que van a parar nuestro sujeto, el blanco-y-negro en donde acaba por perderse toda identidad, comenzando por la propia identidad del cuerpo que escribe.
02: La escritura es el ejercicio del símbolo: la voz pierde su origen.
03: La escritura persigue fines intransitivos: cuando el autor entra en su propia muerte comienza la escritura.
04: Para Mallarmé es el lenguaje y no el autor el que habla; escribir consiste en alcanzar, a través de una previa impersonalidad, ese punto en el cual sólo el lenguaje actúa.
05: El surrealismo, al aceptar el principio y la experiencia de una escritura colectiva (recordemos los cadáveres exquisitos), contribuyó a desacralizar la imagen del autor.
06: Lingüísticamente hablando, el autor nunca es nada más el que escribe, del mismo modo que yo no es otra cosa sino el que dice yo: el lenguaje conoce un sujeto, no una persona, y ese sujeto, vacío excepto en la propia enunciación, que es lo que la define.
07: Brecht nos habla de un distanciamiento, en el que el autor se empequeñece como una estatuilla al fondo de la escena literaria.
08: El texto es un tejido de citas provenientes de los mil focos de la cultura.
09: El escritor se limita a imitar un gesto siempre anterior nunca original; lo único que tiene es el mezclar las escrituras.
10: La unidad del texto no está en su origen, sino en su destino.
11: El nacimiento del lector se paga con la muerte del autor.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...