viernes, 10 de marzo de 2006
He leído los pocos o muchos comentarios que mis compas y apacibles lectores se dieron el tiempo de escribir para su bUNKER. Les doy las gracias a todos, sobre todo a los que no tengo el placer de conocer y dieron con mi blog con ayuda de las recomendaciones del Maldonado y el Pire, amén. Le agradezco, sobre todo, a Elena Alcira, que conocí por este medio y me mandó un artículo sobre Amparo Dávila publicado en La jornada hace un rato. Mil gracias también por dedicarme su texto sobre "La censura". Desde el nacimiento de este blog mostré mi admiración por la escritora de Pinos, Zacatecas y lo seguiré demostrando. Por tal razón les comparto la dirección donde se publicó el artículo "Amparo Dávila: una maestra del cuento" para que le echen un oklayo. Quiero mencionar lo sugestivo que se me hizo que ese artículo no se publicara con firma. Qué loco! La crítica nacional, y sobre todo la zacatecana se ha olvidado (en cierta medida) de la obra de esta escritora y los que escriben sobre ella no revelan su identidad. ¿Qué maraña estará detrás de todo eso? ¿Qué razones obligaron al autor del texto a no firmarlo? ¿Lo habrán amenazado de muerte si se atrevía a publicarlo, por eso no dio sus datos? ¿Acaso se trata de un contubernio para que no leamos la obra de Amparo Dávila y lo que se habla sobre ella? ¿Extrañas energías negativas cuidan de la obra de la bella escritora de Pinos? No daré más conjeturas ociosas. Entiendo que para ustedes me he visto patético con las que he formulado. Mejor lean el texto que les recomiendo y si les apetece lean también lo que voy a relatar a continuación:
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