sábado, 25 de abril de 2015

Irregularidades en el Premio de Poesía Jorge Lara 2014



Es cierto que en México, a comparación con otros países, es más fácil vivir de escritor por el sistema maternal y asistencialista que tenemos: pululan premios y becas pagadas con el dinero del erario público y muy pocos escritores suelen aprovecharlas en su mayoría. Pues son más los alicientes económicos que se entregan en un año que los libros o proyectos concluidos por parte de los becarios o premiados. Pero también es cierto que en México el artista respeta bien poco su trabajo: considera que rebajando los precios de su labor ante las instituciones culturales logará ser contratado continuamente y no le importa que el salario no alcance para la renta, ni para llenar el refrigerador, al fin y al cabo la beca tal, el premio tal, los juegos florales equis lo ayudarán a cubrir lo restante. Es así como el artista se convierte en un esclavo de la institución cultural y mama poco o mucho de ella. Y, por miedo a que se le retire esa teta, rehúye al conflicto con la institución misma cuando le retrasan los pagos o cuando un premio no le fue entregado en fecha y forma, aunque haya firmado de antemano el contrato del monto económico recibido del premio y el cheque aún no esté en sus manos; practica común en las secretarías de cultura mexicanas. En suma, este temor a final de cuentas llena de poder y control a las representaciones culturales, que han sido contratadas para servir, promover, gestionar al arte y, por ende, a los artistas.

A los artistas en México nos hace falta aprender mucho en el terreno de manejarnos ante quienes representan a la cultura o buscan representarla. Somos tan chacales, tan devoradores de nuestros homólogos, que si uno sube sus precios al promover un seminario, una conferencia, un taller, la comunidad termina por tacharlo de soflamero, creído y alzado. Aunque no opinen lo mismo del subidón del IVA y el trabajo intelectual cada vez es más fatigoso. Si uno pelea las triquiñuelas de los círculos viciados, a las corruptelas de los organizadores de encuentros, premios o certámenes, si uno manda una carta abierta a las secretarías, instituciones de cultura porque han infringido las cláusulas de sus convocatorias, es visto como incendiario, amargado, resentido porque su trabajo no ha sido visto con buenos ojos. Y la comunidad termina desacreditando no sólo a la persona, sino a la obra completa del autor sin conocerla. A los artistas mexicanos nos hace falta unirnos más, jodernos menos entre nosotros y definir bien lo que vale nuestro trabajo, sobre todo en precios.

¿A dónde voy con todo esto? Ayer me llegó una carta de mi amigo Fernando Trejo, a quien no sólo lo leo por la enorme amistad que le tengo, sino porque la calidad de su poesía y gestión cultural me sorprendió mucho desde antes de que fuéramos amigos. La carta denuncia que van cuatro meses desde que se revelaron los ganadores del IV Premio Nacional de Poesía Joven “Jorge Lara”, organizado por la Secretaría de la Juventud de Mérida, Yucatán, y aún no se les ha pagado el monto económico del premio, pero ya se les hizo firmar un oficio de que recibieron el dinero. La carta de Fernando es clara y es un ejemplo de lo que debemos hacer cuando las instituciones, secretarías u órganos que promueven la cultura no hacen su trabajo: denunciar cada una de las irregularidades en las que incurren. Y no achicarnos, ni postergar la defensa de nuestro trabajo por temor a posibles represalias. Les dejo la carta-boletín sobre lo que Fernando Trejo demanda:


AL COMITÉ ORGANIZADOR DELPREMIO NACIONAL DE POESÍA JORGE LARA 2014 A mediados del año pasado la Secretaría de la Juventud del estado de Yucatán lanzó la convocatoria del IV Premio Nacional de Poesía Joven “Jorge Lara” 2014. La fecha de cierre de dicho certamen fue el 31 de agosto de ese año, según estipula la cláusula número 10. La convocatoria también dicta en su cláusula número 15 que la premiación se llevaría a cabo el día 20 de diciembre en la ciudad de Mérida, Yucatán del año pasado. Hecho que nunca ocurrió. Hoy, siendo las 16 horas del viernes 24 de abril de 2015 mientras redacto esta nota y después de colgar con una señorita del departamento de Contabilidad de la SEJUVE de Mérida, no he recibido ni un solo centavo del Segundo Lugar correspondiente que me otorgaron los jurados con mi poema “El frío es una especie de tiempo detenido” según informa el diario Reporteroshoy.com (http://reporteroshoy.mx/wp/dan-conocer-los-ganadores-del-premio-nacional-de-poesia-joven.html) fechado el día 20 de diciembre de 2014. Día en que tendríamos que haber viajado los 6 ganadores a recibir el reconocimiento. Después de más de 4 meses de espera, de correos llenos de mala ortografía, de enviar una y otra vez mis documentos a solicitud de ellos, de aceptar la disculpa de un solo sujeto de la Secretaría de Cultura de Yucatán por el hecho de no haber ido a recibir el premio en el acto de premiación como estipula la convocatoria, y demás irregularidades como la de la llamada de hace algunos minutos a la SEJUVE en la que me dicen sin más ni menos “No sabemos cuándo te vamos a depositar, quizás la otra semana” (sermón que se me viene dando desde hace 4 meses); me atrevo a hacer público, como nunca lo hago, esta carta abierta para dar a conocer los malos manejos y la mala organización que moldea este premio que lleva el nombre del señor Jorge Lara. Se me hizo llegar a mi domicilio particular el reconocimiento de cristal correspondiente al segundo lugar de la categoría B y asimismo un recibo por la cantidad de 8,000 (Ocho mil pesos) pues con éste se me depositaría dicha cantidad cuando yo enviase dichos documentos. Así lo hice, los envié con atención a Paloma Hernández y no fue sino hasta cuando hace unos días llamé para preguntar si habían recibido dichos recibos que me dijeron “Ah sí, justo acaba de llegar”. Hasta este momento, después de una semana, aún no se me ha depositado dicha cantidad. Yo invitaría a que la juventud que escribe poesía y envía su obra a concursos y premios de la misma, pensara una y dos veces enviar a este certamen, ya que dadas las consecuencias también les comento que al enviar el correo electrónico con el poema y la plica (en la que uno confía nadie descargará sino hasta saber el nombre de los ganadores) fue vista antes de tiempo pues me llamaron por mi nombre mas no por mi seudónimo al hacerme acuse de recibo del envío de mi poemario. Acto en el que incurrieron debido a su convocatoria en la cláusula número 7.Pienso que este tipo de circunstancias obligan a uno a llevar a cabo estos eventos de infortunio en las que solicito a las autoridades correspondientes pongan orden en sus elementos que más que ayudar entorpece los procesos democráticos de un premio nacional ¿o internacional?* que apenas va en su cuarta emisión. *Según dice la titular de la SEJUVE Alaine López Briceño, que en el año 2014 se recibieron trabajos de todas partes de la República Mexicana y destacó que el Premio se ha extendido a otros países como Canadá, Colombia, España, Italia, Panamá, Perú y Reino Unido. Por lo que no sólo se queda mal con los participantes de nuestro país sino de muchos otros más.



 FERNANDO TREJO



                                     

  

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