jueves, 19 de junio de 2008

.180.





Edmundo Paz Soldán lee Grandes hits de Tryno Maldonado



En ésta, una reseña bien hecha, Paz Soldán nos da con argumentos bien construidos y razonados sobre lo que considera plausible y más que encomiable de los escritores de la generación del setenta que integran esta antología. Es una reseña justa y pertinente, creo yo, que destaca lo que muchos otros críticos podrían ver como un defecto en estos escritores; el que se refugien en las formas tradicionales del cuento, el que se apropien de imaginarios ajenos más no nacionales. Los invito a que le den una checada a la reseña del boliviano en su mismo blog y a que se consigan la antología. Vale la pena saber: ¿A qué suena la literatura de la nueva generación de narradores mexicanos?



Me traje de México Grandes Hits, volumen uno, una antología de nuevos narradores méxicanos (nacidos en los setenta) editada por Tryno Maldonado y publicada por Almadía. La comencé a leer en el avión de regreso a Madrid y la terminé en el aeropuerto de Amsterdam después de visitar la galería que el Rijksmuseum tiene allí mismo (¡vi ocho Van Goghs en un aeropuerto! ¿Se acuerdan de cuando los aeropuertos sólo servían para la llegada y el despegue de aviones? Al lado del museo también había un casino...)

En una muy lúcida introducción, Tryno -me encanta escribir este nombre- Maldonado sitúa a los escritores de esta nueva generación (algunos de los cuales ya son conocidos fuera de México: Nettel, Ortuño, Solares): son huérfanos y dispersos, lo cual no es nuevo en la narrativa latinoamericana del último cuarto de siglo (eso mismo se dijo de los autores chilenos de los noventa: El abordaje de los huérfanos, se titula el libro de Rodrigo Canovas, clave para entender a la generación de Fuguet y compañía); están desencantados y lo aceptan, "pero por dentro se mueren de angustia"; no se toman muy en serio, pero tampoco son rebeldes o contestatarios; de hecho, "han optado por resguardarse en las formas tradicionales"; aunque radicalizan la propuesta del Crack y México no es ni tema ni factor de discusión, se trata de lo que "promete ser una generación conservadora". Está bien que así sea, me digo: en literatura, no es necesario inventar la pólvora todos los días.

Si en la narrativa mexicana nueva no hay la renovación formal que experimenta hoy la española o la argentina, sí hay, en cambio, un ávido deseo de nuevos paisajes y temáticas. Aquí, los padres tutelares no son ni Rulfo ni Fuentes, sino Philip Dick, Ballard, William Gibson. De hecho, sorprende la presencia central de elementos de la ciencia ficción en muchos de estos relatos: "Next (mex) world", de Heriberto Yepez; "El planeta Clorálex", de Martín Solares; "BalSac versión 1.0", de Jorge Harmodio; "Bajo un cielo ajeno", de Bernardo Fernández. Todos estos cuentos son dignos de destacar, pero, para mí gusto, el de Fernández es un clásico instantáneo. La historia de unos inmigrantes oaxaqueños en Marte recuerda a un cuento de Cory Doctorow en la forma en que se muestra cómo, incluso en la colonización de otros planetas, aparecen las desigualdades, las relaciones asimétricas de fuerza: a Marte llegan primero los gringos, luego más europeos y asiáticos, al final "los habitantes del tercer mundo... a limpiar el mugrero de todos los demás y hacer las tareas que ni los robots aceptaban". El cuento funciona no sólo por la irónica crítica social, sino por el cúmulo de nostalgia que cargan estos inmigrantes. Parece que cuando lleguemos a Marte seguiremos siendo los mismos: gente que extraña mucho su hogar.

Hay otros cuentos muy buenos (Nettel, Raphael) y uno sobresaliente: "Ameising", de Alain-Paul Mallard. Mallard no sucumbe a la tentación de las nuevas influencias, y deja que su relato dialogue con Borges y con el Joyce de Borges. Una generación capaz de producir a un prosista como Mallard puede darse por tranquila; ya está más que justificada.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Sé que muchos me van a detestar por lo que pienso, porque son egoístas y dogmáticos en el fondo, a pesar de que divulgan la tolerancia y la libertad de expresión.

Si, tal como Tryno dice, su compilación nos ofrece los grandes temas de los diecinueve narradores jóvenes mexicanos más importantes, entonces creo que la literatura nacional contemporánea está jodida. El trabajo de cada uno de estos escritores, sin dudas, es entretenido, pero no es trascendente. ¡Sí que se nota que son una generación desencantada!

Manuel Parra Aguilar dijo...

¿Otro pleito de estos? ¿Qé tanto haces morro? Saludos desde la Ciudad del Sol, qe tiene contados narradores interesantes.

Juan García Colorado dijo...

Disiento en un par de cosas, pero el libro sí está bueno.

Miguel A D dijo...

no te localizo no mames, comunicate conmigo estoy prnto a partir.

JORGE SOLANA AGUIRRE dijo...

Hay que subir el indice de lectores en Mexico, para poder decir que la mejor liteatura esta publicada.

http://www.jorgesolana.blogspot.com

Laia Jufresa dijo...

oyeeeeeee, te dieron la beca de la fundación antonio gala!!! muchas felicidades!!!!!

Karen Villeda dijo...

hey hey
aunque ya se vaya
actualice o escriba
o diga cuándo viene al d.f.
(ese es mi gallo, yeah)

Anónimo dijo...

Debería de preocuparnos comentarios como "En ésta, una reseña bien hecha, Paz Soldán nos da con argumentos bien construidos y razonados sobre lo que considera plausible" cuando en la reseña" después de leer el primer párrafo y acotaciones como "-me encanta escribir este nombre-".

Como a la que seguramente se refiere, una anterior, no deja de ser tendenciosa y, está además, lame patas.

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