jueves, 5 de julio de 2007

.135.



Después de un par de semanas de vacaciones es hora de volver a calentar la mano posteando en este blog. Durante mi ausencia hubieron noticias buenas y malas, dolorosas y alegres: se murió el Nicharachero (Antonio Aguilar) y en Zacatecas no dejó de llover hasta que el cuerpo del buen charro fue sepultado. Le guardé luto hundido tres días en el alcohol y me compré una texana perrona. Tres escritores mexicanos fueron finalistas del Rómulo Gallegos y Poni ganó el premio con El tren pasa primero. Dos osos de un circo se escaparon de una camioneta que publicitaba el espectáculo a tres calles de mi casa y se presume que aún siguen sueltos. Volví a montar a caballo gracias al Magnate del Bajío. Conocí a John Cheever en Bullet Park, me dijo que debo irme a New York para ser escritor. Descubrí que Javier Marías es un maestro de la concisión y los cuentos cortos, leamos Cuando fui mortal. Se abrió el concurso del último capítulo de la novela Pieza única, de Pavic, en Sexto piso y me reencontré con The burned children of America en un estante olvidado. Matthew Klam es la mamada, "Habría que darle un nombre" es uno de los mejores cuentos de esta generación de tatemados. Cecilia Rojas abrió su blog. El Jors y yo tuvimos que viajar a Sad songs de improviso porque el jefe de uno de nuestros carnales falleció. Descubrí que el Borges era un niñote mofletudo que le gustaba vestir traje de baño cuando salía de paseo con Silvina Ocampo y Bioy Casares, gracias al regalo de mi cumpleaños por adelantado que me proporcionó el Roker: Borges. He escrito cinco cuentos como loko y no les he encontrado final y creo que así los voy a dejar. Escribí otros dos y me parecieron desquiciados y hasta me dio algo de temor estar escribiendo de esa manera y los agarré del cuello y los ahorque y aventé por la ventana. Cuando se estamparon contra el suelo se seguían moviendo. Descubrí que el libro de Tinta roja de Fuguet es una novela de formación muy buena y que no la había extraviado, sólo estaba debajo de mi cama. Tengo un amigo que sale en la tele y por canal de paga y descubrí, también, que el Alfonso se animó a abrir su blog y que Bartleby de Malville es un homenaje al silencio.
Un saludo a todos y si me falta algo por nombrar dejen un coment.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Te falta nombrar que aún espero tus cuentos.
Un abrazo.
Ka.

Alfonso López Corral dijo...

Bro, qué bueno saberlo. He tenido problemas de conexión (slim se hace el más rico del mundo pero a mí no pueden resolverme el problema los de telmex), pero sigo esperando sus cuentos para darles una buena leída. Gracias por mencionarme. Sígale echando ganas. Y ojalá continuemos pronto el diálogo.
Un abrazo
alfonso

Anónimo dijo...

hola soy angeles yo te conosco quisas tu ami no,pero me contaron que tienes muy buenos cuentos espero poder comunicarme contigo,pues me interesa mucho leerlos.

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