domingo, 30 de julio de 2006

.saludos banda, este party-animal los recuerda.

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Me encuentro releyendo La velocidad de las cosas de Fresán. No sé las razones y tampoco quiero buscarlas. Tengo pendientes tantos y tantos libros y sigo ajuareado con este argentino que niega ser argentino. Lo conmovedor y nostálgico de este asunto es que un cuento de este compendio de cuentos, o bien, un capítulo de esta novela (“Señales captadas en el corazón de una fiesta”) me recuerda tanto aquellos fines de semana en los que salíamos toda la bandera mafiosa (el Pire, el Tryno, el Roker, el Titis, el Conejo y todos los party-animals que me falta de nombrar) a divertirnos como minotauros fastidiados de vivir toda la semana en una casa vacía y oscura y lóbrega y triste y blablablablá, wachuwa wachuwa… para buscar (con una sonrisa cándida que no hacía más que ocultar nuestra siniestra sed de diversión y mujeres) los latidos estruendosos y seductores de una fiesta en cualquier lugar de Zacatecas. Pero como esta ciudad es tan espantosamente tranquila, tan miserablemente fantasmal y toda after-party finaliza temprano, los minotauros siempre terminábamos en sitios iluminados por luces neón como la zona de tolerancia, viendo pleitos de gays y trasvestis, ambientados por canciones de La tropa ballenata o Metallica. Y no, que era lo que buscábamos con ansía, en el corazón de una pachanga con muchas mujeres y muchos compas y con un Narco Polo ofreciéndonos drogas, al igual que güamilas. Bueno, basta de lamentarse. Mejor les pasó un fragmento, un pasaje, una líneas, ahhh… no eso no, esas me las guardo, esas son mías y no comparto. Chale, ya me plakié. Les rolo un poema que recita un personaje de La velocidad de las cosas para recordar esos días de color azul polvorón y cantemos todos juntos: “Fiesta fiesta, fiesta pluma gay…”


No encontrarás aquí, viajero errante
Hors d’oeuvres tan parecidos a ojos que no parpadean
Tampoco, por suerte, música de Wynton Marsalis
O gente mirando video
En cambio…
Alguien escribe “Helter Skelter” en la pared del baño
Alguien se emborrachó y jura odiar a todo el mundo
Alguien se emborrachó y jura amar a todo el mundo
Alguien -la mujer más hermosa a la que nadie invitó- se arroja
a la piscina
Alguien conversa con su nariz
Alguien comienza a recitar Hamlet
Alguien golpea al que recita Hamlet
Not to be… después de todo, porque
Alguien se lleva la mano al pecho y cae
Y no se va a levantar, creo
Y gente que no debería besarse
Se besa
Y un gato en el freezer
Y una chica,
¿La puta anfitriona quizá? ¿La anfitriona puta?,
Todavía más hermosa
Porque no sabe si reír o llorar
Y sirenas policiales
Y sonrisas de Gioconda
Y la seguridad de que ya es tarde, demasiado tarde
Para que alguien proponga
“Y si jugamos al Dígalo con Mímica”

1 comentario:

Alejandro Palizada dijo...

Un prejuicio imbécil me mantiene alejando de los libros de Fresán. Pero cómo negarse a husmear esa bitácora suya en internet. Y aunque nunca he sido lector devoto de blogs, me dio por entrar al blog de Fresán hace unos días. Es un blog anti-blogs y (sobre todo) anti-bloggers. Ya entrado en el cotilleo, leí los Comments: oh sorpresa, parece que el blog de Fresán no es de Fresán. No sé, bueno, qué fascinante resultó descubrir un ejercicio así (seguro de que el falso Fresán lo hizo más por creatividad que por joder). [lo curioso es a Gustavo Nielsen escribiendo "pero de verdad yo sí soy Nielsen! si quieren escríbanme a mi mal!!]. ... En fin.... meras curiosidades domingueras....

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