tag:blogger.com,1999:blog-227955322024-03-07T18:48:39.062-08:00bUNKER 84l i t e r a t u r a y m á sjoel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.comBlogger310125tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-62948565025765233832017-06-19T12:31:00.001-07:002017-06-19T12:31:18.713-07:00Si usted supiera lo que es correr profesionalmente<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjR2UW4A9O_VsggGMz2d_OmSOmuoqyrGnMmzy38FhLONzgnLPMZBkC5QplnxNiAYhfPJFjTbivW8a3e_trMrPIW1BdJ9Hf8qZceAFd7q6NBFMWFGrAdTjXp2F5kpH4PtWH5OOnT/s1600/Screenshot+2017-06-19+12.29.45.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="681" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjR2UW4A9O_VsggGMz2d_OmSOmuoqyrGnMmzy38FhLONzgnLPMZBkC5QplnxNiAYhfPJFjTbivW8a3e_trMrPIW1BdJ9Hf8qZceAFd7q6NBFMWFGrAdTjXp2F5kpH4PtWH5OOnT/s400/Screenshot+2017-06-19+12.29.45.png" width="377" /></a></div>
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<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Desde antes de aceptar esta columna, decidí no hablar jamás en ella sobre temas ajenos a la literatura, mucho menos de política ni crítica social, pero luego de darle muchas vueltas al asunto esta vez debo hacer una excepción, y se debe a que el atletismo está ligado a mi quehacer como escritor, incluso podría jurar que mi literatura le debe mucho a los corredores que me han compartido desinteresadamente su conocimiento para pulir mi técnica en la pista.</span><br />
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<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Desde que me mudé a Tijuana, me casé y comencé a hacer vida en la frontera el atletismo se me convirtió en una actividad obligada dentro de mi rutina. Correr a diario o cada tercer día entre cinco a nueve kilómetros no solo me ha dado un cuerpo bajo en triglicéridos y colesterol, sino la disciplina para rendir más frente a la computadora y la tranquilidad mental como para escribir con la mente despejada. Antes escribía por las noches, ahora lo hago en las mañanas y dejo las noches para reposar las ideas y los músculos. Y todo esto no lo logré solo. Sucedió gracias a Flor y a la enseñanza del entrenador que ha tenido la generosidad de aceptarme en su grupo de atletas adolescentes que entrenan en el CREA, todos chicos dedicados a sus estudios y con la idea bien firme de convertirse en corredores de alto rendimiento.</span></div>
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<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Cualquiera lo sabe, en la pista el único aliado y enemigo es uno mismo. Uno es capaz de decir “ya me cansé” o “no puedo”, y renunciar a la carrera, pero también uno es capaz de decir lo contrario y finalizar esa carrera contra el cansancio, el clima, las ampollas, los dolores musculares y el cronómetro para romper marcas. Pasa muy parecido con la escritura. Cualquier escritor sabe que él es el ritmo de su producción diaria, pues la escritura es un músculo que debe ejercitarse todos los días si en realidad quiere perfeccionar su estilo y finiquitar sus proyectos narrativos. Si no hay voluntad para pasar de dos a seis horas frente a la computadora obligándose a escribir cierto número de páginas o afinar la sintaxis, como diría Norman Mailer, no hay literatura.</span></div>
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<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Pero si me pongo realista y comparo a la escritura con el atletismo, puedo decir sin temor a equivocarme que los narradores -oficio que exige mucho tiempo y dedicación al escritor- les salemos debiendo a los corredores. Más a los fondistas que corren diariamente 10 kilómetros y defienden esta actividad como una profesión con la cual se ganan la vida y se hacen de una trayectoria o cierto renombre en la comunidad de corredores de la península.</span></div>
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<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">No es lo mismo sufrir dolores de cabeza a causa de un personaje que te hace sindicato en una novela, o una palabra que no se deja encontrar para unirla con otras, a sufrir dolores musculares luego de haber corrido 22 km un fin de semana, o haberte enfrentado a la mentada pared en el km 17, momento en que te puede vencer la mente, haciéndote creer que tienes hambre, que estás cansado o que dolor en las plantas de los pies es más fuerte que tú.</span></div>
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<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La escritura es un trabajo intelectual que agota la mente. El atletismo, en cambio, es un trabajo físico y mental que puede dejar tumbado al atleta hasta por dos días en cama.</span></div>
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<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Pero si hablamos de apoyos o concursos que remuneran el trabajo del escritor y del corredor, los escritores somos privilegiados: al parecer nuestro país asistencialista apoya más a la literatura que al deporte. Algunos poetas han llegado a demostrar que en México se puede vivir dignamente ganando juegos florales mes con mes y disfrutando de una beca estatal que puede ayudar a pagar meses o hasta un año la renta y llenar de comida la alacena. En el atletismo no se corre con tanta suerte: la carrera que más dinero ofrece en Baja California es el medio maratón de Tijuana, sucede cada año, son muchos los competidores que se preparan para esta carrera, y el premio al primer lugar es de 25 mil pesos mexicanos. Aún así, si en el atletismo bajacaliforniano existiera el mismo número de competencias que de premios literarios y becas para escritores, un entrenador profesional no arriesgaría a su corredor a que participara en todas por temor a las lesiones.</span></div>
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<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Podría alargarme en comparaciones todavía mucho más importantes, como la dietas especiales que los corredores deben hacer si buscan tener un óptimo rendimiento en la pista o conservar el músculo y quemar solamente la grasa, con los hábitos alimenticios de los escritores. Pero eso es harina de otro costal. De dietas, los escritores conocen muchas, pero privilegian las de los tacos de la esquina, los hot dogs y las caguamas banqueteras.</span></div>
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<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">“Quien corre está loco”, llegó a decirme el entrenador la primera vez que pisé la pista. “¿Quién en su sano juicio se muele los músculos, los huesos, sobre todo las rodillas, nada más para desafiar la gravedad?”</span></div>
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<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Y sí, quien corre está loco. ¿Alguno de ustedes sabe de qué viven estos atletas?, ¿alguno de ustedes conoce el nivel de compromiso que tiene cada uno con el correr?, ¿alguno sabe cuánto tiempo debe dedicar y qué esfuerzos debe hacer un fondista o velocista para competir un medio maratón, maratón o carrera de relevos?, ¿alguno de ustedes sabe de qué vive un atleta profesional? Seguro no y es porque muchos de los bajacalifornianos no corren ni en defensa propia, sobre todo porque Tijuana carece de zonas de esparcimiento, de áreas verdes donde hacer deporte, incluso la ciudad no está diseñada para los transeúntes, mucho menos para que adolescentes o adultos salgan a correr a las calles sin temor a ser atropellados por el excesivo tráfico vehicular.</span></div>
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<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En el pasado muchas veces intenté correr en Zona Río, Agua caliente, y en más de una ocasión pude haber sido arrollado por una camioneta conducida por una ama de casa estresada o un padre de familia acelerado. Lo peor no es esquivar los carros, lo peor sucede cuando los conductores hacen sentir culpables a los corredor por salir a hacer deporte a la calle, como si hacerlo fuera una grosería que se debe castigar echándonos el carro encima.</span></div>
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<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Y me atrevo a repetir que seguro mucha gente no sabe qué es correr, ni mucho menos qué es hacerlo profesionalmente, pues hace un par de semanas el grupo de chicos con los que suelo entrenar estaba buscando las formas, junto con su entrenador, para conseguir el dinero que los ayudaría a pagar la mensualidad del gimnasio donde se fortalecen en las mismas instalaciones del CREA, pues de un día para otro les retiraron el apoyo mensual por razones que no quiero alargarme explicando aquí.</span></div>
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<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Cualquiera de ustedes puede estar de acuerdo conmigo: la verdadera calidad de vida de una sociedad se ve reflejada en su transporte público y en sus áreas deportivas. En Tijuana carecemos de ambas.</span></div>
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<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Si en el grupo de corredores hay dos personas que saben escribir, lo primero que se le ocurrió a mi esposa fue redactar una carta a la regidora de Salud y Deporte que expresara detalladamente la situación, y anexar en ella las semblanzas académicas y los logros deportivos de los ocho corredores jóvenes, que no pasan siquiera de los 22 años. Una vez lista la carta, los corredores con más edad se la llevaron a la regidora, pero quien los atendió fue su secretaria. De la funcionaria no hubo respuesta hasta una semana después. Su agenda, según la misma secretaria, estaba atiborrada. Y no lo dudo, durante la inauguración de la Feria del Libro de Tijuana vi a la regidora ocupando frente a mí la primera fila en la Sala Federico Campbell del Cecut, como si ella hubiera tenido algo que ver con la organización de la misma feria y en realidad estuviera comprometida con la promoción de la lectura. Vamos, que si algún periodista incisivo (uno de esos que se toman la molestia de hacer su trabajo) le hubiera preguntado el nombre del homenajeado nacional o por alguno de sus libros que se presentarían, la regidora seguro habría cantinfleado. Al final de la ceremonia posó, como otros tantos funcionarios, para la foto al lado de la autoridad municipal. Hoy en día el trabajo diario de muchos funcionarios públicos es sonreír frente a la cámara.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Cabe escribir que no hubo respuesta ni apoyo por parte de la regidora de Salud y Deporte. Pero tenaz como siempre ha sido, mi esposa le platicó a una amiga lo sucedido y esa amiga, bien intencionada por cierto, le comentó que ella le mandaría la misma carta a otra regidora pero del Partido Acción Nacional, el mismo que ahora gobierna Baja California y dirige Tijuana. Su respuesta fue la que suponíamos iba a ser: ningún regidor tiene acceso a la partida de gasto social. Como para suavizar las cosas, la funcionaria mandó decir que pusiéramos en una hoja los datos de cada muchacho para ver qué se podría hacer después.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Al final terminamos preguntándonos: ¿qué se puedo esperar de los regidores si no son capaces ni de leer completa una carta?</span></div>
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<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Podríamos seguir hablando de lo desatendida que está la ciudad por parte de los funcionarios públicos, como por ejemplo podríamos escribir sobre los baches de Tijuana. Pero eso es tema para otra columna. Lo que sí puedo decir es que la abundancia de los mismos ya se convirtió en tema de escritura literaria en mi seminario de creación. Mis alumnos andan escribiendo cuentos que inician así:</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">“En una mañana cualquiera, mientras conducía rumbo al trabajo, esquivé un bache, luego otro y, sin saber cómo, mi carro cayó en uno enorme que me trajo a esta isla desierta, donde espero encontrar otro bache para volver a casa”.</span></div>
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joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-79472272510446861112017-06-19T12:28:00.002-07:002017-06-19T12:28:38.006-07:00Sobre Desterrados<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7JnXjO4180rC6etCoyXIzCdbOyF6brpantnuo11tbDUrcFbIYR5UnPqvTBN-B5U9iVfHQbAoaswUux4A0vetZ_eRTbgY5kLAaJ8whMoBEGy97DiTm8D6_YD2ulTcXKv6-ppJ_/s1600/Screenshot+2017-06-19+12.27.41.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="607" data-original-width="679" height="357" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7JnXjO4180rC6etCoyXIzCdbOyF6brpantnuo11tbDUrcFbIYR5UnPqvTBN-B5U9iVfHQbAoaswUux4A0vetZ_eRTbgY5kLAaJ8whMoBEGy97DiTm8D6_YD2ulTcXKv6-ppJ_/s400/Screenshot+2017-06-19+12.27.41.png" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
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<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 16px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 16px;">Alguna vez el escritor centroamericano Sergio Ramírez dijo que las novelas son un proyecto de vida y los cuentos una decisión de meses. Las primeras se escriben como un proyecto personal durante un determinado tiempo y planeación programada y los libros de cuento, en cambio, se arman durante lapsos intermitentes, conforme al escritor se le van ocurriendo los argumentos para escribir cada uno, o cuando los escribe para determinadas revistas o antologías que lo invitan a publicar. De esta forma las novelas se hacen bajo un eje temático, uno tono discursivo y ciertos objetivos que uniforman por entero su trama general. El libro de cuentos, por su lado, vendría siendo un compendio de historias donde el estilo del escritor sea la único unidad o hilo conductor. Así, la diferencia entre la novela y el cuento es que la primera se centra en la longitud larga pero segmentada por capítulos, y el libro de cuentos narra una y otra vez, según el número de piezas, tramas diferentes de personajes disímiles.</span><br />
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Este argumento no sólo campea en el escritorio del narrador que ha forjado un oficio a través de las novelas, sino que las editoriales comerciales o trasnacionales, cada vez más apuradas por el ingreso económico a sus arcas que por la calidad misma, lo adoptan en sus compromisos de venta, tratando de publicar año con año más novelas que libros de cuento y denostando al cuento mismo como uno que poco llama el interés del público lector: el cuento no vende por lo que esconde y la novela vende por lo que enseña.</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En este contexto existen dos posibilidades para el narrador. El cuento sólo es cobijado por las editoriales transnacionales si el nombre del autor es conocido y asegura ingresos. O el cuento es publicado por editoriales independientes si el libro apuesta por la literatura misma; es decir, si su escritura es sólida y novedosa.</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Una editorial cuyo catálogo cobija a los libros de cuento como si cobijara a una tradición de cuentistas es Ediciones Era, con más de 40 años de historia, han publicado a plumas de primero línea como José Revueltas, Julio Torri, José Emilio Pacheco, Héctor Manjarrez y a Eduardo Antonio Parra, este último uno de los narradores mexicanos que dan la vuelta de tuerca a la marginación del relato y se debe en gran medida a que sus preocupaciones son explorarlo con la misma exigencia y rigor con que se explora la novela, pero con la concreción, sugerencia y musicalidad de la poesía.</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;">Su obra está compuesta por cinco libros de cuento y una compilación de los cuatro primeros en Sombras detrás de la ventana (Ediciones Era, 2013). Sus temáticas centrales rescatan, si me apuran, son la herencia de Juan Rulfo, José Revueltas y Heriberto Frías; esos personajes marginados cuya voz se ancla en el campo, las regiones precarias o devastadas de México, así como la frontera donde destella el sueño americano y nace la pesadilla del migrante, y los campos de batalla mexicanos donde el enemigo no son los inventos del hombre, sino las reacciones de la naturaleza. </span></div>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><div style="text-align: left;">
Desterrados , libro de cuentos publicado en 2013, es el más reciente del autor nacido en Guanajuato en 1965, y está escrito por un cuentista de largo aliento que experimenta con las estructuras, el acomodo de los acontecimientos en la línea temporal del relato y, sobre todo, se anima a urdir su obra casi bajo la misma preocupación que los novelistas: el orden de los cuentos en el libro obedece al de anécdotas del destierro, la errancia, la promesa de una mejor vida, pero también hay un sólido manejo de la literatura de los sentidos, es decir, lo erótico, desde la psicología de los personajes y las sensaciones.</div>
</span><br />
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Parra pose una capacidad ejemplar de la observación y un conocimiento profundo de la cuentística mexicana. Su obra nos ayuda a entender que un escritor de primera línea debe conocer y tener una postura crítica frente a la tradición literaria, sus precursores y hacedores; la evolución y constante del cuento producido en el país donde escribe y de la lengua con que se comunica. Sus cuentos están escritos con una retórica urdida por el lenguaje de la tierra y la musicalidad de los libros, ambas herramientas al servicio de historias que persuaden al lector desde las primeras líneas y lo sueltan desconcertado al final de las mismas, pues cuando creemos que la situación extrema en la que se halla el protagonista llegará a su fin, Parra nos da una nueva sorpresa que nos lleva de la mano hasta el final de sus páginas, para sugerirnos que la literatura bebe de la vida: nunca acaba cuando uno cree, ni reinicia cuando uno desea.</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En el nivel de los personajes de Desterrados, tienen la densidad necesaria como para humanizarlos. Muestran odio, esperanza, culpa, amor, deseo. Están construidos por la sicología profunda de quienes viven los dramas nacionales de la clase baja y media mexicana: el migrante o el viajero que busca su hogar, el vagabundo —shivoexpiatorio de la doble moral civil y las corruptelas policíacas—, los pobladores olvidados a las orillas de la carretera, el boxeador que perdió todo en el ring, el hijo que creció sin padre, pero es rescatado por una costurera de procedencia dudosa, las personas mayores que viven el día como si no hubiera mañana, la tensión que se vive en el campo de batalla en un homenaje a Heriberto Frías, el policía alejado que añora a la madre como se añora su tierra, el hombre que vive el amor sexual en su suegra y su esposa, los comensales que se entregan completamente con los sentidos a flor de piel.</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Desterrados de su patria, de los otros, de sus cuerpos, de su propia cordura, y hasta de sus deseos, en estos 15 cuentos Eduardo Antonio Parra se reafirma como un maestro de la narración en tercera persona, omnisciente o pequeño dios que tiene conocimiento del todo; un narrador que escribe con el olfato, la mirada, el gusto, el oído y atiende la oscuridad humana, esos pasadizos oscuros que sólo maestros de la literatura han explorado sin defraudarnos, para enseñarnos que el cuento, aunque pudiera ser un género desterrado del marcado editorial y hasta de cierto número de lectores, tiene la forma y la hondura para capturar la bastedad de un país lleno de hombres que se alejan de su patria, de mujeres que los esperan y de hijos que seguirán a sus padres, como si buscaran la tierra prometida.</span></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-42308407145871785342017-06-19T12:25:00.000-07:002017-06-19T12:25:11.242-07:00Antes de rezarle a Dios le rezaba a mi madre<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1MJawno8YfSvVedqfK0yGNImwCLk-XS12X4kBm6dqvkF4Q8qZP-e3RiXPJG7wiWBTUWl3Zot6PQ_W5M3_BR7JQ7c3e4RsCtVnDwUaTbE21D12PTKhh7bhKG73TnujwkdjOcQR/s1600/Screenshot+2017-06-19+12.23.05.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="552" data-original-width="676" height="326" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1MJawno8YfSvVedqfK0yGNImwCLk-XS12X4kBm6dqvkF4Q8qZP-e3RiXPJG7wiWBTUWl3Zot6PQ_W5M3_BR7JQ7c3e4RsCtVnDwUaTbE21D12PTKhh7bhKG73TnujwkdjOcQR/s400/Screenshot+2017-06-19+12.23.05.png" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
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<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Hay temas a los que los escritores prefieren darle la vuelta y no tocar ni de refilón en sus conversaciones. Pero en la escritura emergen entre una página y otra casi como deudas pendientes con el pasado. El mío sin duda alguna es hablar de mi familia. Más precisamente de mi mamá. Una amiga alguna vez me hizo la broma: "tú no tienes madre"; y quise regresársela diciendo: "y tú no tienes corazón". Hacía 4 años le había dado un paro cardiaco y se le atrofió una cuarta parte del órgano, de manera que, literalmente, no le funcionaba completo. Sólo le respondí que sí, que no tenía madre, evitando como siempre hablar de mi mamá. Pero en mi primera novela Nunca más su nombre hay un capítulo completo donde hablo de ella, donde confieso que, antes de enseñarme a rezarle a Dios, le rezaba a sus faldas porque era todo para mí luego de que me sacaron con fórceps de su vientre.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Y seguro fue porque durante los 9 meses que estuve dentro suyo la pasé tan bien que me negaba a salir, a respirar este mundo que -si me dejan ser más honesto todavía- me tardo mucho en comprender, más cuando alguno de mis conocidos actúan de manera distinta a lo que yo creo debe ser la convivencia humana. Confiar en los otros fue quizá lo primero que se me enseñó en mi casa, aparte de adorar a mi madre como si fuera papá a la vez.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Ella se llama Magdalena Lechuga Garcés, de su sangre saqué el Lechuga, apellido que no pongo nunca en mis libros publicados, en los textos que firmo como escritor, ni siquiera al presentarme con quien dicen debo presentarme; detalle no tan mínimo, pues me ha provocado un centenar de pleitos con ella, por más que dé explicaciones razonables. Su principal reacción siempre es: "mucho has de deberle a ese cabrón". Luego se arrepiente: "si mucho te avergüenza el Lechuga quítatelo de una vez en el registro civil".</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Mi mamá estudió Derecho, terminó la preparatoria semiescolarizada embarazada de mi hermana menor. Luego la licenciatura cuando me gradué de la preparatoria y mi hermano de la universidad. Años después hizo dos maestrías. Mi espíritu de lucha diaria se lo heredé, pues cada vez que le decían que no, entendía un sí pero faltaba un poco más para lograrlo. A la fecha litiga como si defendiera a su propia sangre en los juzgados y es temida en el gremio de las sentencias.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Mis papás se divorciaron cuando yo tenía 8 años. Esa historia también viene en la novela como un ejercicio de autoficción que, más que incluirme como el protagonista de una historia inmerecida, reflexiona el verdadero valor de un padre para un hijo que se cree su propio Dios luego de verse descastado. Pero este artículo es sobre mi mamá y no sobre la novela ni mi padre.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Uno de los mejores recuerdos que tengo de Magdalena es cuando la acompañaba a Villa Hidalgo, municipio equidistante entre Aguascalientes y Zacatecas (sí, no nací en Tijuana; en mis venas corre el rojo semidesierto y en mi alma fluye el azul claro de sus cielos) a comprar ropa para vender. Visitábamos tienda tras tienda, surtiendo los pedidos y llenando más las bolsas que mi mamá cargaba en su espalda como Sísifo su destino. La recuerdo también haciendo cuentas, incluso separando el dinero justo que íbamos a pagar para volver en camión a casa y el costo de la comida antes de partir. Otro recuerdo es verla recorrer con una bolsa grande, de esas de plástico de color azul y rojo, el colegio donde yo estudiaba. Durante el mediodía me llevaba el desayuno y le vendía ropa a las monjas y a las mamás de mis compañeros. En su trabajo vendía a sus conocidas; los domingos a mis tías, a mis primas; y en la calle a quien se dejara. Algunas les pagaban y otras no. Las ganancias se fueron en finiquitar la deuda del departamento donde viví mi infancia y adolescencia y las colegiaturas de mis hermanos y la mía.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Mi madre pronto se deshizo de esa gran roca de deudas de su espalda. Lo hizo empeñada en ser diferente a través del Derecho.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Otro recuerdo es verla ahorrar para irnos las vacaciones de verano a la playa de Puerto Vallarta. Mis amigos, hijos de matrimonios funcionales, se iban a Europa. Pero a Magdalena nunca se le atoraba nada. Visitamos la playa durante tres años seguidos y una ocasión los ahorros de su trabajo y ciertos bonos ayudaron a que pasáramos una semana en un hotel llamado Girasol Sur. Tuvieron que darme un tratamiento dermatológico tras volver a casa porque la piel se me arrugó por el exceso de horas en la alberca. Más que meterme al mar, me gustaba la tibieza del agua clorada y nadar junto a mi madre.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Para un hijo como yo puede ser maravilloso no crecer y vivir siempre al lado de su mamá. Pero crecí y me enamoré de otra, la literatura. Y, contrario a la relación que tenía con mi mamá biológica, a la literatura le dedicaba las noches. Leía lo que llegara a mis manos y compraba libros con lo poco que ahorraba a final de mes. Los soterrados celos de Magdalena emergieron cuando abría la puerta de mi cuarto sin avisarme y decía: "te vas a quedar ciego de tanto leer esas cochinadas". Yo escondía el libro bajo las cobijas y me abochornaba como si me hubiera descubierto con pornografía en las manos. </span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Al terminar la preparatoria se fisuró nuestra relación. Uno no siempre es lo que sus padres desearon, al menos no en mi familia. Magdalena siempre tuvo esperanzas de que yo sería el hijo que enderezaría el mal rumbo de mi sangre: deseaba que fuera médico o abogado. Pero decidí ser escritor y, sin medir las consecuencias, estudié Letras. En mi casa nunca hubo libros o si hubo eran pocos de Derecho. De modo que todo el arte y la literatura era un mundo desconocido para mi mamá; un hoyo negro a otra dimensión que si no cerraba a tiempo su hijo sería tragado.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">"¿De qué viven los escritores?", llegó a decirme muchas veces.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Y como entonces no lo sabía, jamás le contesté.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Como toda madre protectora puso las cartas sobre la mesa: "¿literatura o casa?". Y, como la necedad la saqué de ella, a los 18 años empecé a vivir solo, siempre buscando los sitios idóneos para escribir. Así me la llevé hasta que me vine a vivir a Tijuana, frontera donde me casé, escribo a diario, doy clases de escritura creativa, publico poco a poco libros y asesoro ferias literarias y llamo a mi mamá para recordarle que tiene hijo.</span></div>
<div style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">No sé si en nuestras conversaciones se lo he dicho, pero el pasado es una historia que uno se cuenta a diario, más si escribe como si fuera testigo de este mundo y buscara darle alma a su escritura. Yo me he contado muchas veces la historia de mi madre y también he buscado muchas veces escribirla. Si entre mis páginas no aparece, es muy seguro que esté oculta entre mis manos como la energía diaria que me levanta para ponerme a trabajar. No sólo le debo la confianza en los otros, la necedad y las ganas diarias de escribir, le debo también el que me haya hecho su hijo.</span></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-30919593544790035962017-06-19T12:20:00.000-07:002017-06-19T12:20:06.315-07:00Estoy en Tijuana y ésta es mi historia <div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6B31OvqMNPPa8437evRhVKmUyXXI1Xx-EntfhnGtMyILHQauNuielDqOOuy570cZL-4LhuxDX5gdIjRjjZnCgAR9iho_4Diab8ITEgZ7qpXA9Sxa6uyR9bmfQh1ge84kbptl8/s1600/Screenshot+2017-06-19+12.18.26.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="636" data-original-width="676" height="376" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6B31OvqMNPPa8437evRhVKmUyXXI1Xx-EntfhnGtMyILHQauNuielDqOOuy570cZL-4LhuxDX5gdIjRjjZnCgAR9iho_4Diab8ITEgZ7qpXA9Sxa6uyR9bmfQh1ge84kbptl8/s400/Screenshot+2017-06-19+12.18.26.png" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Tu cara me es familiar. Eres de aquellos que dicen querer ser escritor o escribir libros para dejar algo en este episodio de tiempo que llamamos vida, pero al comenzar a teclear en la computadora las manos se te detienen, la quijada se te tensa y las ideas se te escapan. Si es así, entonces esta columna está dedicada a ti. No eres el único al que le pasa eso. Conozco a otros tantos que decían no saber cómo iniciar una historia y, cuando descubrieron algunas herramientas narrativas básicas para empezar, enfrentaron la página en blanco.</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Escribir es un acto íntimo y colectivo: escribimos como si dialogáramos con nosotros mismos con el ansia de que nos escuchen los demás. Y en ese esfuerzo muchas veces somos nuestro peor enemigo; al haber escrito una o dos página nos censuramos, creemos que cierta historia no debería ser contada porque es trivial o le pasó a cualquiera y nadie se interesará en leerla. </span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La literatura enseña que se pueden escribir relatos hasta de cómo dar un beso o ponerse un suéter. A la mente se me viene Julio Cortázar, y seguro no es el único, pues Mario Bellatín tiene una novela sobre las enfermedades congénitas basándose en el origen y descripción de las flores. </span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Tu conflicto puede ser que no conoces el cómo contar una historia, y por ello casi siempre renuncias a la empresa solitaria de escribir. ¿Pero no has pensado en que otros son más relajados?: sin escudo ni lanza se arrojan con voluntad de espartanos a pelear contra la página en blanco, deslizan el lápiz, tunden las teclas como si fuera la última batalla, derriban a dos o tres guerreros como si fueran oraciones, párrafos que no se dejan capturar. </span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Se debe escribir siempre aspirando a tener un primer borrador. En él importa más el qué se dice, que el cómo se dice, y en ese ejercicio de volcar la historia mental a la historia escrita es mejor hacerlo sin pensarlo demasiado, con faltas de ortografía y con errores de sintaxis. Una vez escrito por entero el borrador, lo que sigue es enmendarlo de principio a fin, palabra por palabra, idea por idea, hasta que forme un relato casi perfecto, pues las historias siempre son perfectibles. </span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">¿Y si nos atoramos en plena escritura? </span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En una entrega anterior en esta columna escribí que leer es el mejor método para desbloquearnos. Pero si queremos más ejemplos, el año pasado en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara escuché al premio Alfaguara de Novela Juan Gabriel Vásquez decir que leer mientras se escribe es afinar el tono narrativo. Los libros, nuestros clásicos que nos han enseñado en sus líneas a planear un relato o una novela, pueden ser el diapasón que afine nuestro tono estilístico, la soga que nos saque del pozo oscuro del no saber qué sigue. Sin embargo, hay otros escritores, como el costarricense Carlos Cortés, que opinan que es mejor no leer nada sobre el tema que están escribiendo; prefieren no contaminarse del otro y narrar de manera pura lo que ellos piensan debe ser la historia que se les ocurrió. </span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Lo cierto es que los libros, al menos los que nos gustan, suelen ser los mejores consejeros en momentos de la crisis creativa. El sólo acto de elegir uno entre varios que reposan en el librero, abrirlo, leer sus primeras palabras en el capítulo de novela o de relato, casi siempre te hacen llenar el pozo de agua creativa, de las ideas que te faltan para continuar. Los primeros pasos de un contador de historias siempre están permeados por los ecos de los otros. Luego, conforme ejercitamos el músculo, esos ecos se apagan y nace una voz propia. Todo depende del tiempo que invirtamos en la escritura y la lectura. No olvidemos que escribir es una decisión de vida. De lo contrario, si se apuesta por la escritura improvisada, donde se escribe una vez a la semana de vez en cuando, como si no hubiera voluntad, pero nos dejamos persuadir por los otros, malamente nuestra escritura se convertirá en una caja de resonancia donde nuestro propia voz se pierde entre el ruido de los tantos.</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Cuando se escribe, hay que tener en cuenta el yo, nuestra historia personal. Si no te sientes con el conocimiento necesario como para escribir un gran cuento de la talla de tu escritor favorito, apela a tu memoria personal, y escribe sobre lo que en realidad conoces. Abre las antenas, activa los sensores. Si a uno le dejan de tarea de un día para otro escribir un relato sobre la Revolución Científica, y no sabe nada sobre los cambios de paradigma, los científicos y los inventos de esa época, terminará agarrando lo que apenas encuentre en internet y lo que algunos libros, que muy apenas pudo conseguir, le digan. Pero si a uno le encargan escribir de un día para otro una historia personal, seguro rememorará con gusto y se irá por tres tipos de momentos: el más triste, el más vergonzoso o el más feliz de su existencia.</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">A este tipo de recurso se le llama semillas narrativas. La semillas son el detonante o principio de una historia; ese impulso que te lleva a escribir sin muchas certezas pero con muchas ganas de terminar; el primer beso, la muerte de un amigo, la crisis de la adolescencia, el manchón de salsa de tomate en las sentaderas, el moco chiflador en tu primer beso, la historia de tu primer cachorro, el enojo que te llevaste cuando no te dieron la visa, la peor ruptura amorosa y más. </span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La escritura de historias o el ejercicio de escribir debe ser un acto libertario, emocionante, no un castigo. Aquellos que lo imponen como una pena contra el mal comportamiento están aniquilando el gusto por construir a través de las palabras. Por ello, cuando uno empieza en este oficio debe apelar siempre a sus historias personales. Verlas como si fueran un pedazo de masa que puede modelarse una vez que lo escribimos todo, que puede modificarse con la ficción, es decir el arte de mentir, y las poleas y engranajes de los cuentos y novelas. Hay escritores que dicen: “yo quise escribir una historia sobre mi infancia, pero terminé escribiendo la historia de la infancia de muchos desconocidos”. </span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Esto se debe a que la literatura, al menos la que trasciende localismos, trata de convertir los recuerdos propios, las vivencias de uno, en materia universal. Flaubert decía que escribir es hacer el patio de su casa en una plaza pública, un lugar donde puedan pasearse quienes sean como si estuvieran en su casa. El patio propio es tu memoria, y la plaza pública tiene que ver con que todos somos humanos y nada de lo humano, como diría el filósofo, no es ajeno.</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Las semillas deben contener un conflicto: </span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">“Aquella noche me dijeron que mi mejor amigo había dejado su casa…”</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Pero también un secreto:</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">“Y no sabía si se había ido para siempre, si alguien con quien tenía problemas había tenido qué ver; o simplemente dejó la ciudad porque estaba cansado de ella…”</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Y, sobre todo, una promesa que sugiera la posible solución del conflicto:</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">“Esta historia, que estoy escribiendo desde lo más personal, trata sobre la desaparición de mi mejor amigo, pero también sobre cada una de las historias que su familia y yo pasamos hasta encontrar el último de sus rastros…”</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Las historias no están obligadas a obedecer el tiempo real de la vida misma, casi como lo hacía la novela s. XIX; las historias que contamos tienen su propio tiempo de vida y están regidas por la velocidad de las cosas que las habitan. La velocidad de la trama. La velocidad de los personajes moviéndose de principio a fin en la trama. La velocidad de la memoria de los personajes en la trama misma. La velocidad y la presencia de los objetos. La velocidad del conflicto, nudo y desenlace. Escribir es crear un tiempo a partir de uno ya vivido; pero lo debemos determinar con nuestras leyes temporales. </span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Uno puede trazar esa temporalidad a partir de las semillas narrativas, acontecimientos tales como el nudo, que no es más que la complicación de los objetivos del personaje principal; o el clímax, que no es más que la revelación o del secreto o un acercamiento a su posible respuesta; o el desenlace, que es cuando la cuerda de la tensión narrativa se relaja y se ofrece al lector una solución al conflicto inicial.</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Semillas narrativas pueden haber muchas, de tantos temas como uno quiera, con la voz narrativa o perspectiva que a uno se le antoje. Pero siempre deben tener, al menos, esos tres elementos narrativos: el problema que enfrenta el protagonista, el secreto que debe revelar y potencia la intriga, y la revelación que de una u otra manera se manifiesta como regalo para el lector por haber dado su lectura a nuestra historia. </span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Hace no tanto, mi esposa y yo empezamos a escribir una serie de semillas para detonar historias. Todas dirigidas a ciudadanos de Tijuana con la inquietud de escribir sobre la frontera, sobre su concepto de refugio de migrantes y lugar de las segundas oportunidades, pero también sobre sus vicisitudes y defectos que podrían enderezarse, al menos con el poder de las palabras. Las semillas no son mayores a un párrafo. Les dejo aquí unas cuantas por si gustan hacerlas suyas y empezar a viajar en bicicleta. </span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Aquella noche fría de noviembre iba manejando a toda velocidad por el Bulevar 2000, cuando de pronto una de las ruedas de mi carro cayó en un enorme bache, de esos que abundan en la ciudad, giró raudamente, me di vueltas en el aire y acabé, sin saber las verdaderas razones, en una isla desierta.</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Habíamos hecho tanto tiempo esperando en la línea fronteriza, que de pronto nos vimos unos a los otros más envejecidos, más alterados, pero sin perder la esperanza de que un día, quizá muy pronto, nos dejarían pasar al otro lado y podríamos continuar por fin la vida que dejamos congelada.</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Soy un policía de la vieja escuela. Llevo más de 35 años trabajando en la corporación. Aquella noche aciaga estaba a punto de jubilarme, pero una llamada de central de radio nos alertó a todos los oficiales de la Mesa, porque nos pedían que fuéramos a capturar a Rodolfo Picadiente, el malhechor más temido de la península norteña. No tengo que contar cómo llegamos hasta él, ni tampoco cómo lo acorralamos en aquella balacera, ni cómo el fuego cruzado se convirtió en una persecución a pie, yo contra él. Lo que si quiero contar es que, tras haberlo alcanzado, le ordené con pistola en mano que se diera la vuelta y descubrí que el maleante era yo pero más joven.</span></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; margin-bottom: 1.5em; text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Aquella tarde pudo haber sido la más feliz de tu vida, pero luego de haber salido de la Macroplaza, descubres que de tu mano cuelga un niño de unos cinco años que no es tuyo, pero te dice: ¿a dónde vamos, papá? </span></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-72710586497474088492017-06-19T12:15:00.000-07:002017-06-19T12:15:33.752-07:00Se busca empleada doméstica<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="p1">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><br /></span></div>
<div class="p2">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-pIYt4yAVv_EE2xes9PodgRmQ1i3t1hHqfJw4oP4sjMUZlTsTYERb4vxrA_Pgzr02TSmgDWZavaY-98PJlMw20ihk1YrVIze0is7waGsJ10dDg6h6QYMgN-lvm4MZw6ROTdCA/s1600/Screenshot+2017-06-19+12.13.03.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="496" data-original-width="678" height="292" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-pIYt4yAVv_EE2xes9PodgRmQ1i3t1hHqfJw4oP4sjMUZlTsTYERb4vxrA_Pgzr02TSmgDWZavaY-98PJlMw20ihk1YrVIze0is7waGsJ10dDg6h6QYMgN-lvm4MZw6ROTdCA/s400/Screenshot+2017-06-19+12.13.03.png" width="400" /></a></div>
<div class="p3">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><br /></span></div>
<div class="p4">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<div class="p4" style="text-align: left;">
<span style="-webkit-text-stroke-width: initial; font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: small; text-align: justify;">La escritura es un oficio un tanto celoso. Uno quiere escribir algo en determinado horario dentro de su rutina cotidiana y siempre aparecen factores o circunstancias ajenas que lo postergan. Una llamada telefónica, una noticia o la ausencia de una persona con la que contabas para cierta tarea, moverá tu tiempo dedicado para escribir. Desde el viernes me propuse redactar esta columna, pues el lunes comenzó una nueva semana y con ello nuevas tareas. Había escogido el tema, se me habían ocurrido las palabras iniciales, un par de párrafos, frases que seguro iban a darle brillo al texto y hasta un posible título y final. Pero uno pone y la vida dispone. Escribir siempre está atado a la experiencia, al ritmo diario y a la libertad que los otros nos dan o, casi como una pelea constante, a la que nosotros nos obligamos a tener para hacer literatura.</span></div>
<div class="p2" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<div class="p5" style="text-align: left;">
<span class="s1"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;">A mi computadora no me acerqué sino hasta el día de hoy y llego —si me permiten hacer la confesión— algo cansado. Un problema de humedad que se originó desde el año anterior en la cocina de mi departamento y la poco disposición de un vecino engreído para solucionar el problema en su jardinera, provocó que el fin de semana mi casa se inundara de albañiles. Uno salía y dos entraban con los zapatos enlodados o llenos de yeso. Al final durante dos días repararon el techo de la cocina, el cuarto de servicio y detalles que mi esposa ya me había pedido arreglar, y dejaron el departamento como un campo de guerra</span></span></div>
<div class="p2" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<div class="p5" style="text-align: left;">
<span class="s1"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;">De modo que uno, aunque se haya hecho a la idea de encerrarse en el estudio, no logra escribir porque los trabajadores siempre lo van a consultar y las llamadas por teléfono no dan tregua. Por eso la escritura de este texto la postergué hasta el fin de semana, pero en el fin de semana nacieron nuevos pendientes como el comprar un futon porque tendremos visitas, la ida obligada al supermercado porque “como que el refrigerador va a estar vacío con gente en casa”, según las palabras previsoras de mi esposa; los pormenores para recibir a ciertos amigos escritores que vienen a la Feria del Libro de Tijuana y la preparación de las clases para el seminario de creación literaria y el otro taller de escritura. Al final, a eso de las 11 de la noche de ese viernes, en el departamento ya estábamos sin batería y con ganas de sólo descansar el fin de semana. </span></span></div>
<div class="p2" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<div class="p5" style="text-align: left;">
<span class="s1"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;">El lunes fue otro cantar. Sí escribí, pero fue un texto ajeno a la columna, o no tan ajeno porque seguro se verá publicado aquí dentro de algunas semanas. Me asignaron presentar el libro de cuentos <i>Desterrados</i>, de Eduardo Antonio Parra en la feria. Lo releí y acabé el texto en dos sentadas. Una al mediodía y otra antes de irnos a correr por la tarde noche. Al estar en la cama de ese lunes ya para dormir, me prometí escribir otro texto más el martes, la presentación de Los jóvenes no pueden volver a casa, de Mario Martz, que también me asignaron. “Total, el departamento está patas para arriba por el trabajo de los albañiles, pero viene doña Mari y hará su magia con la escoba, la jerga, el estropajo y el trapeador”. </span></span></div>
<div class="p2" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<div class="p5" style="text-align: left;">
<span class="s1"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;">Esa noche dormí como bebé.</span></span></div>
<div class="p5" style="text-align: left;">
<span class="s1"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;">Y quizá soñé con un departamento reluciente.</span></span></div>
<div class="p2" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<div class="p5" style="text-align: left;">
<span class="s1"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;">Llegó el martes y la mañana me recibió con la peor de las noticias. A doña Mary se le fue el marido a su pueblo de origen, la mujer estaba desconsolada y no podía trabajar. De modo que, con el corazón destrozado, le era muy complicado hacer su magia con la escoba y la jerga. Además de haberla consolado con un escueto “lo siento mucho”, no pude dejar de pensar que a buena hora y en buen día se le había ocurrido al pelafustán aquel abandonarla, por qué no había elegido el viernes de la otra semana o junio o el otro año. Más resignado que contento, guardé la computadora y me fui, como buen macho del hogar, a tallar la cocina y reacomodar los trastes en los compartimentos. Terminé hasta las 2 de la tarde con las manos jabonosas y las piernas encochambradas. Recordé que debía dar el taller Las entrañas de la ficción a las 5. Lo cambiamos para ese día porque el miércoles, por invitación de Jaime Chaidez, estaría en el Conversatorio #TijuanaHoyEnLaLiteratura, al lado de Daniel Salinas y Roberto Castillo. </span></span></div>
<div class="p2" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<div class="p5" style="text-align: left;">
<span class="s1"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;">Es complicadísimo obedecer a dos amos y quedar bien con ambos: entonces debía decidir entre la literatura o la limpieza de mi casa.</span></span></div>
<div class="p2" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<div class="p5" style="text-align: left;">
<span class="s1"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;">Y salí corriendo por mi esposa para ir a comer. Me dejó en el trabajo, di clases hasta las 8. Luego ella volvió por mí ya lista con las ropas y los tenis para irnos a correr. Y corrimos hasta las 10 de la noche. Pero el martes no acabó ahí ni los 6 kilómetros corridos la agotaron. Ella llegó muy fresca a la cocina, y se puso a finiquitar la tarea que yo había dejado empezada. No era mucho, pero terminamos hasta las 12 con los músculos adormecidos.</span></span></div>
<div class="p2" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<div class="p5" style="text-align: left;">
<span class="s1"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;">Si hay cosas que me harán enorgullecerme en el futuro, no son las columnas que escriba en este espacio, serán sin duda alguna el acomodo de los trastes en los muebles y limpieza de mi cocina.</span></span></div>
<div class="p2" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<div class="p5" style="text-align: left;">
<span class="s1"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;">El miércoles me levanté a las 9 como si me hubieran despertado con un batazo en la cabeza. Vi mi celular, recordé que tenía muchos pendientes ese día, pero se me olvidó pensar que esa misma mañana debía visitar a una clienta que contrató mis servicios para la supervisión de la escritura de su novela. Me bañé en tiempo récord, me vestí, me peiné, bebí mi café de la mañana y durante el mediodía me dediqué a trabajar con ella. Ya para las 2 estaba en la oficina de correos mandando un paquete y para las 3 me senté a teclear el comentario sobre el libro que me faltaba: 500 palabras en una hora y quizá pudieron ser más, pero a las 5 me detuve para programar el Uber, de lo contrario me podría quedar escribiendo hasta las 6 y la ama de la literatura me castigaría.</span></span></div>
<div class="p2" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<div class="p5" style="text-align: left;">
<span class="s1"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;">A las 6 y algo comenzó el conservatorio y, mientras hablaba, honestamente no dejaba de pensar en lo que quería decir en esta columna, pero también en la limpieza de mi casa y en el marido de doña Mari, qué tal que se había ido con otra y la mujer terminaría más desconsolada y ya no podría hacer su magia en el departamento. Al terminar el conversatorio, saludé, platiqué, firmé un par de libros y la maestra Yvonne Arballo me rescató para darme aventón. Aún faltaba la sala, el comedor y la recámara de huéspedes por acomodar. Pero ya eran las 10 de la noche y el estómago me recordaba que no había comido. </span></span></div>
<div class="p2" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<div class="p5" style="text-align: left;">
<span class="s1"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;">El día de hoy me desperté a las 7 de la mañana para comenzar a escribir esta columna. Con el ajetreo y trajín de la semana de a tiro se me olvidó el otro texto que quería escribir. Seguro lo estará escribiendo otro en Cuba, o en Puerto Rico, o en Chetumal o Mulegé. La vida terminó dándome el tiempo para escribir éste y no lo voy a desaprovechar. De lo poco que recuerdo del otro es la invitación amplia y extendida hacia ustedes para que vean el programa de la Feria del Libro en su página web y vayan a disfrutar las presentaciones de libros, talleres, charlas; a conocer autores y preguntarles sobre lo que quieran, pero sobre todo por su literatura. Este año la feria tiene sin duda alguna una de las mejores caras que la representan a nivel nacional, un Comité Literario de selección funcionando como una maquinaria bien engrasada y talleres con profesionales de primera línea. Hubo mucho trabajo de fondo para que se lograra este año con la calidad que se merece y es muy seguro que habrá libros esperándolos con los brazos abiertos.</span></span></div>
<div class="p2" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
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<span class="s1"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;">Por lo pronto me voy a colgar el letrero en la ventana de la entrada que diga: “Se busca empleada doméstica”. Doña Mari me acaba de dar la noticia de que se va a buscar a su marido.</span></span></div>
<div class="p2">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<style type="text/css">
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</style>
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<span class="s1"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small;"> </span></span></div>
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joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-90708568022861185392017-05-09T18:17:00.000-07:002017-05-09T18:17:07.626-07:00Se llamaba Lupita y me dejó por un mariachi<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://jornadabc.mx/opinion/31-03-2017/se-llamaba-lupita-y-me-dejo-por-un-mariachi"><img border="0" height="307" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjD0OGgQ8lEGiiqNiCxPVW_BqfDhidTi82CUuPSxKe4ZGzEr_JJLt0VyFbqj2PFCCiHoUCrjAm6UHdwpUg6FiAFH_lO8c2l4jGIukZaymFY-BmuvCwjKgBni4jA0YfTmdO_V27A/s400/Screenshot+2017-05-09+18.13.22.png" width="400" /></a></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
Cómo iniciar una historia encabeza la lista de los retos que enfrentamos al escribir. Algunos piensan que hay que volcar las palabras al papel como vienen a la mente; otros, que hay que masticarlas hasta dejar el puro nervio. En mi historia personal, no empiezo sin haber meditado una y otra vez si ese inicio tiene el poder suficiente como para honrar la historia que se me ocurrió escribir. Incluso, puedo confesar que de tanto repensarlas he terminado memorizándomelas. Alguna vez le dije esto a Beatriz Espejo y ella respondió, casi como apoyando mi obsesión, que puede detectar desde el primer párrafo de un relato o una novela si un narrador es bueno o es malo.</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
Cierto o falso, la teoría de la composición del cuento, que es constante y variada, dice que todo buen inicio debe ser seductor, ofrecer las palabras propicias para que el interesado en esa historia no se vaya a otro libro o a encender la televisión y elegir una serie en Netflix. Y creo que no se equivoca, pues el mejor ejemplo de ello se encuentra en la vida cotidiana, cuando uno de nuestros conocidos nos advierte: “Te tengo un chisme”, y automáticamente se nos encienden las antenas del morbo. </div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
Para Silvia Adela Kohan, las palabras iniciales deben ofrecer un conflicto, un secreto, los objetivos, al menos sugeridos, del protagonista, así como una intriga: ese misterio que el lector busca resolver mientras pasa cada una de las páginas. </div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
Y es verdad: alguna vez en Ciudad de México, mientras me subía a un pesero, escuché que el chofer le gritaba a un conductor de otra unidad en pleno semáforo en rojo: “Se llamaba Lupita y me dejó por un mariachi”. Esas palabras hicieron interesarme en aquel hombre que conducía disgustado y no dejaba de escupir desde la ventana. Quizá todo el amor que no le dio a la Lupita.</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
David Lodge ya nos lo había advertido en su maravilloso libro El arte de la ficción, un compendio de ensayos que se especializan en analizar los inicios de las novelas y cuentos clásicos ingleses, que la narrativa es un arte esencial de la retórica: el inicio es la exhortación o el exordio que convence al lector de aceptar nuestra visión sobre un hecho particular del mundo. De este modo, si el título de un relato es la llave que abre las puertas del texto, el inicio son las puertas de la casa que dan la bienvenida. </div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
Sin embargo, ¿cómo hacer para escribir inicios que sugieran un conflicto y atrapen? Eduardo Antonio Parra, quizá el mejor cuentista mexicano en estos días, suele decir que él jamás escribe un cuento sin antes tener la línea final en la cabeza. Una vez conseguida, comienza a ensayar los posibles inicios que lo ayudarán a trazar el primer renglón y el personaje que lo llevarán allí, sin revelar del todo el dato escondido que se descubrirá en el clímax o desenlace de la historia. Ese dato escondido no es más que el secreto que guarda todo cuento, en mi caso la respuesta a por qué Lupita dejó al conductor del pesero por un mariachi. </div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
Aunque la escritura exige una suerte de libertad, algunos narradores recomiendan ceñirla a la estructura: una línea del tiempo en la que distribuirán los acontecimientos del relato, pues entre más conocimiento se tenga del punto de apertura, intermedio y clausura, más control se tiene del viaje. De lo contrario, como diría John Irving, el narrador improvisado corre el riesgo de verse como aquel mentiroso inseguro que va inventando la historia conforme la cuenta. </div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
A mí me gustan los inicios que concentran la historia en un párrafo, como si de una semilla se tratara. Gabriel García Márquez, por ejemplo, es un narrador que te gana desde el primer párrafo. En los primeros renglones de Cien años de soledad se encuentra uno de los conflictos medulares de la novela, que es la marcha de los soldados con rumbo al fusilamiento del coronel Aureliano Buendía. Pero en lugar de que ese fusilamiento se realice, Márquez, como buen mago del suspenso y los flashbacks sostenidos, suspende la escena y traslada a su primer protagonista a recordar la tarde remota en que su padre lo llevaría a conocer el hielo. </div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
El hielo, ese símbolo que a primera instancia puede ser el miedo a la muerte, no es más que la vida: los orígenes de Macondo, la época en que los gitanos llegaban a ese pueblo de pocos habitantes con la magia de otros pueblos. Y es así como un conflicto se ve suspendido para hacer un viaje al pasado, porque el pasado tiene la misma importancia que el fusilamiento de Aureliano: si no se cuenta qué hubo antes, no nos sumergiremos en el realismo mágico de Macondo y otras historias más que en gran medida son subtramas que construyen la trama general de la novela.</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
Este tipo de comienzos es muy usado por los cuentistas contemporáneos. Daniel Salinas Basave, un narrador norteño pura cepa que entre 2014 a 2016 comenzó a ganar los premios más conocidos en México, tiene un libro que puede servirnos de ejemplo. Me refiero ni más ni menos a Dispárenme como a Blancornelas, donde todos los relatos, que son en apariencia crónicas periodísticas de reporteros con la vida que jamás desearon tener, muestran desde sus primeras líneas una suerte de semilla que germinará con destinos inciertos:</div>
<div class="rteright" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: right;">
<em>“En aquellos años magros e ilusos, cuando correteábamos muertos y balaceras al son del 12-17 en la radiofrecuencia, yo soñaba aún con ser el nuevo Blancornelas mientras Natalio, el fotógrafo, se creía la reencarnación de Chalino Sánchez”. </em></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
Los deseos del protagonista de esta historia en primera persona del singular, un vestigio del antihéroe, se anillan con el desenlace: un reportero que está dispuesto a vivir cualquier acontecimiento cueste lo que cueste, con tal de que su vida cambie a una muy parecida a la de Blancornelas, el mítico periodista que salió con vida después de un atentado en Tijuana por parte del crimen organizado. El aprendizaje aquí no es el fracaso como tal del narrador, sino la forma en que se llega a él gracias a sus deseos.</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
Otra de las narradoras que utiliza esta herramienta es Ana García Bergua. En su antología de relatos reunidos La tormenta hindú comprobamos que es, además de una maliciosa contadora de historias, una maestra del inicio. Si el cuento es una estructura clásica de tres personajes y un conflicto, como dijo Chéjov, Ana lo sabe a la perfección, y en las primeras líneas de sus relatos traza ese conflicto y hasta a los personajes que lo sufrirán. Al leerla, uno aprende que los cuentos no sólo son importantes por lo que se nos cuenta, sino por cómo comienzan.*</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">*</span><i style="font-size: x-small;">Publicado originalmente el 31.03.2017 en <a href="http://jornadabc.mx/opinion/31-03-2017/se-llamaba-lupita-y-me-dejo-por-un-mariachi">La Jornada Baja California</a><span id="goog_322399072"></span><a href="https://www.blogger.com/"></a><span id="goog_322399073"></span></i></div>
florcervanteshttp://www.blogger.com/profile/11055326226998603901noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-91021097533689597232017-05-09T18:12:00.001-07:002017-05-09T18:12:51.947-07:00Leer para escribir<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://jornadabc.mx/opinion/17-03-2017/leer-para-escribir"><img border="0" height="280" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiU8xJJ0MkAkM9h_wuanWsBS5_OL5lIT9GvpLb2lJe6qBFiNeDBhfFh5UgT2eS9taHBRCadEVR8G8W0ri3rMGVul9lnTS97gLgA7rZMO0Sqd0K2YacKQiWnijofltrxA3SpZg5x/s400/Screenshot+2017-05-09+18.06.23.png" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
Tengo algunos años como maestro de escritura creativa en escuelas privadas. Alguna vez incluso tuve un taller de narrativa en mi propia casa. En esas sesiones siempre he tratado de trasmitir que para ser escritor primero se debe ser un buen lector. Un buen lector de lo que sea pero al final de cuentas lector, pues en los libros se hallan las rutas y los atajos para escribir narrativa. En esa enseñanza me he topado –mis alumnas oscilan entre el grado escolar de preparatoria y mujeres amas de casa o con doctorado en alguna disciplina ajena a la literatura– con lectores de gustos definidos, eclécticos, variopintos, inquietos, amantes clandestinos de ciertos autores o libros y hasta aquellos que se olvidaron del nombre del escritor y de la obra, pero no de la historia que leyeron.</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
Es común hoy en día que los maestros se olviden de trasmitir a los estudiantes que es igual de importante la obra que el autor, así como sus datos biográficos. Y es más común todavía que los estudiantes, en esa ausencia de información, ignoren el esfuerzo intelectual que conlleva para un autor escribir un libro y quizá por eso terminen enterrándolo en el olvido.</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
En mi andar en esos talleres también he tratado de enseñar a leer que un clásico, como diría Ítalo Calvino, es el que el lector mismo –desde su individualidad– establece como tal influido por sus gustos y no por los de terceros. Un clásico puede ser un libro que se publicó en 2016 y a ti te gusta por lo que sus letras dicen; no importa que no tenga las hojas amarillentas por el tiempo, ni huela a polvo y humedad; es un clásico porque ofrece la luz que iluminó tus dudas o alimentó tus incertidumbres. Del mismo modo, un clásico puede ser una obra que se publicó hace dos siglos y tú lees y relees porque, a pesar de la distancia, te habla como si fuera el amigo que siempre deseaste tener o te enseña lo que siempre quisiste saber.</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
Borges decía que leer un libro es felicidad y no le gustaba que le sugirieran caminos para encontrarla. Por eso recomendaba que los mejores consejeros de lecturas son las novelas mismas, como si cada una de ellas –sin depender de nacionalidades o fronteras– conformaran una red de libros en la que el lector puede pasear a su antojo, viajando de arriba a abajo o de izquierda a derecha, leyendo poco a poco a James Joyce como si fuera su vecino o Luis Alberto Urrea como si estuviera en el más allá. Uno encuentra y define a sus propios clásicos como si fueran sus contemporáneos y a sus contemporáneos como si fueran sus clásicos. En ese sentido también uno encuentra su propia felicidad en los autores y libros de su elección: sobra que sean nuevos o viejos, de este siglo o del antepasado: si el libro te habló como si te hablara tu mejor amigo, piensa que el escritor te lo escribió a ti y aprende de él como si ese amigo te diera un consejo.</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
En la historia del lector hay varias clasificaciones, Ricardo Piglia en el <em>Último lector</em> trazó una atractiva rosa de los vientos. Pero mí me gusta usar dos nombres: el lector pasivo y activo. El primero es aquel que lee obras someramente, que es poco curioso, que se entrega a la lectura impresionista y no se pregunta por los mecanismos ocultos que usó el escritor para que cada una de las palabras nos brindaran un significado exacto, y cómo cada uno de los capítulos integran una línea estructural llamada trama, para que el lector la recorra sin reparar en nada, inmerso solamente en disfrutar la historia que se le cuenta. El lector pasivo suele decir “me gustó” o “es interesante”, pero poco sabe de argumentar por qué una película o novela le gustó o es interesante.</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
El lector activo, en cambio, es curioso: alza el telón de la historia que lee o mira en el televisor para descubrir qué secretos creativos hay tras bambalinas. Una vez terminada la lectura, empieza tecleando en sus navegadores de internet el nombre del escritor, cómo se define su poética y cuál es su trayectoria. Incluso busca si hay en línea algunos de sus libros; desentraña en la obra misma las partes que la hacen funcionar como un perfecto mecanismo de relojería, y renombra a sus engranes y poleas como conflicto inicial, nudo, clímax o desenlace, partes de la estructura tradicional del cuento que, aunque no se crea, siguen vigentes en la mayoría de las historias que los escritores escriben en sus novelas y guiones para televisión. Ese lector también, una vez ampliado su bagaje de viajero, crea vasos comunicantes de una obra con otra, incluso de una serie de televisión con una novela, ya sea por las semejanzas entre un personaje de un libro con otro, o el parentesco de una historia con otra. Estas coincidencias las entiende y le alegran mientras lee o ve como si el creador de la obra le contara un chiste oculto.</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
En la construcción literaria el lector activo está más cercano a escribir literatura. Asimila el viaje hecho por los otros y usa esas rutas para trazar las propias, sin olvidar que él es dueño de su propia historia personal y su lenguaje. Gabriel García Márquez en el prólogo de los cuentos completos de Ernest Hemingway nos dio la clave. A pocas o muchas palabras el colombiano decía que si a alguien le debía haber perfeccionado su estilo en la escritura era a Hemingway, pero si a alguien le debía haber nutrido su alma como creador era a Faulkner. Con uno afinó la forma y con la ayuda del otro el fondo.</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
Através de uno aprendió a escribir con la goma y a través del otro perfeccionó la manera de presentar los conflictos humanos.</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
La novelas y relatos son manuales para aprender a escribir, hay nombres nuevos y viejos, consagrados y desconocidos, que apenas publicaron su primer libro o que en su haber tienen una vasta constelación, o que, aún muertos, siguen publicando más que los que están vivos –como Roberto Bolaño, por ejemplo, o Julio Cortázar y sus clases de literatura–, y otros que sólo publicaron dos, pero esos han sido suficientes para decir más de lo que nos dice uno que promociona dos por año.</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
En la lectura no hay reglas. Da igual si empiezan en el presente y terminan en el pasado. Da igual si Isabel Allende te habló mejor que García Márquez o Juan Benet no te ha hablado nunca pero te han dicho que debes conocerlo. Lo mismo es leer tres libros a la vez o dejar de leer uno porque no te enganchó y quieres leer otro porque su portada es bonita. Entre las menciones en el taller que imparto en Librería Sor Juana salen Revueltas o E. A. Parra, Ribeyro o Aramburu, Borges o Vonnegut, Balzac o Manjarrez, Ibargüengoitia o Serna, Beatriz Espejo o A.M. Homes, Flannery O’Connor o Rosa Montero, Ray Pollock o Cheever, Carver o Chéjov.</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; font-size: 16px; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
En la historia individual de cada lector-escritor todo se vale, lo que no se vale decir es: “escribo pero no leo por falta de tiempo”.*</div>
<div class="rtejustify" style="background-color: white; color: #333333; font-family: "open sans"; margin-bottom: 1.5em; text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">*<i>Publicado originalmente el 17.03.2017 en <a href="http://jornadabc.mx/opinion/17-03-2017/leer-para-escribir">La Jornada Baja California</a></i></span></div>
florcervanteshttp://www.blogger.com/profile/11055326226998603901noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-52427201628992595442017-03-17T09:00:00.000-07:002017-05-09T17:59:32.143-07:00Estreno columna sobre creación literaria en La Jornada BC<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<br />
<div style="text-align: left;">
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<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><b>Amigas, amigos, este año, luego de darle vueltas al asunto, estreno el 13 de marzo columna en La Jornada BC. </b></span><span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: 14px; letter-spacing: -0.24px;">"</span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: 14px; letter-spacing: -0.24px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: left;">
<span style="background-color: white; color: #1d2129; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: 14px; letter-spacing: -0.24px;">Sin dudarlo más, decidí escribir una columna como mis clases en los t</span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #1d2129; display: inline; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: 14px; letter-spacing: -0.24px;">alleres de narrativa: en cada uno de los artículos quiero dar al lector las ruedas guía que van en la llanta trasera de su vehículo de la escritura, para que después él –si busca escribir ficción– en mis recomendaciones halle el soporte para su propia bicicleta y, conforme avance, llegue el momento en que se deshaga de este y comience su viaje a solas, como algunos lo hicimos durante nuestra niñez. Aquí hablaremos de las estrategias posibles que un escritor utilizó para planificar un libro, cómo nacen los personajes, qué es la prosa y cuál es su ritmo, qué función tienen los objetos en los relatos, que de pronto se convierten casi en personajes o elementos que alteran el orden de la trama. Pero sobre todo hablaremos de novelas y cuentos y, de vez en cuando, de temas no tan ajenos a la construcción literaria".</span></div>
<span style="color: #1d2129; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span style="background-color: white; font-size: 14px; letter-spacing: -0.24px;"></span></span><br />
<div style="text-align: left;">
<span style="color: #1d2129; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span style="background-color: white; font-size: 14px; letter-spacing: -0.24px;"><span style="color: #1d2129; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span style="background-color: white; font-size: 14px; letter-spacing: -0.24px;"><br /></span></span></span></span></div>
<span style="color: #1d2129; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span style="background-color: white; font-size: 14px; letter-spacing: -0.24px;">
<b>Les dejo el texto integro aquí y abajo del mismo el link para visitar la página de La Jornada BC. Y les doy las gracias a todos por su lectura.</b></span></span><br />
<span style="color: #1d2129; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span style="background-color: white; font-size: 14px; letter-spacing: -0.24px;"><br /></span></span>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAOMKoOLEzuPtQcsLs-umP_xyC4OB05uBN_AwqhZe09u-4iDBqTAEtBiVy-zU0OcgXO0Jrgvuzi3bp_zqqx0ZkZdkYB249RctdfrIFjG-_v-2GjzBRP1NrD1dCPxEcrNeCAH2h/s1600/Screenshot+2017-03-17+08.56.09.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="312" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAOMKoOLEzuPtQcsLs-umP_xyC4OB05uBN_AwqhZe09u-4iDBqTAEtBiVy-zU0OcgXO0Jrgvuzi3bp_zqqx0ZkZdkYB249RctdfrIFjG-_v-2GjzBRP1NrD1dCPxEcrNeCAH2h/s400/Screenshot+2017-03-17+08.56.09.png" width="400" /></a></div>
<span style="color: #1d2129; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span style="background-color: white; font-size: 14px; letter-spacing: -0.24px;"><br /></span></span>
<span style="color: #1d2129; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span style="background-color: white; font-size: 14px; letter-spacing: -0.24px;"><br /></span></span>
<br />
<h3 style="text-align: left;">
</h3>
<h4 style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;">Viajar en bicicleta</span>Joel Flores</h4>
<div class="p3">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;"><span class="s1"></span><br /></span></div>
<div class="p4">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;">Todo comenzó como las historias comienzan hoy en día: por un mensaje de Facebook. Vianett Medina –dueña de la librería Sor Juana, sitio donde imparto el taller de narrativa <i>Las entrañas de la ficción</i>– me preguntó si no quería escribir una columna sobre los asuntos de la Feria del Libro de Tijuana en el espacio que usted lee ahora. Recuerdo que era domingo muy temprano, apenas despegaba los párpados y apenas también podía leer lo que decía el mensaje. </span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;">Más despierto creí haber dicho que no. Siempre he sido de la idea de que un escritor debe volcar todas sus energías en los libros que está escribiendo y no en disparar por aquí y por allá palabras como artillero sin puntería. Más en este tiempo, en que el lenguaje vale poco y por ello lo derrochamos cada diez o quince minutos posteando en un <i>timeline</i> de red social, sin detenernos siquiera ante la vorágine de palabras que aparecen y aparecen, ante el sinnúmero de noticias viejas y nuevas que no dan tregua siquiera de digerirlas. </span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;">Sé que lo anterior suena como si lo hubiera escrito un octogenario renuente a la tecnología y no un treintañero con ínfulas de obtener <i>likes</i> y <i>retweets</i>. Pero si quieren más argumentos para entenderme, basta con decir que me tardo hasta una hora para decidir qué voy a publicar en mi muro y, muchas veces, de tanto pensarlo, prefiero no publicar nada.</span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;">Mi universo está en los libros y el silencio. </span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;">¿Quién soy yo para escribir?, ¿y quiénes son los otros para leerme?, decía Enrique Vila-Matas, luego de haber investigado qué historias debían integrar su novela <i>Bartleby y compañía</i> –esa jocosa obra que reúne casos de escritores que repentinamente no volvieron a publicar libros–. Y yo digo: ¿quién soy yo para escribir una columna?, ¿y qué puedo decir que los otros no hayan dicho o unos más estén diciendo? </span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;">Entonces recordé los talleres de narrativa que he dado desde que llegué a Baja California, el <i>Cuaderno amarillo</i> y <i>Cuaderno azul</i>, antologías que publican desde hace dos años los relatos que los alumnos escriben bajo mi tutela en el Seminario de Creación Literaria, y me dije: ¿y si escribes sobre lo que sabes?, es decir, ¿y si escribes sobre cómo viajar en bicicleta? </span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;">Ya alguna vez Gabriel Zaid, uno de los articulistas de la vieja escuela que más admiro, dijo que leer es una práctica muy parecida a andar en bicicleta, pues en ambas debes estar concentrado para no caerte mientras conduces y muy vivo a tu alrededor para aprehender lo que sucede y aprender de lo que sucede. En la lectura de libros los verbos como acciones son los pasos que nos llevan de un lugar a otro. </span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;">En mis talleres de narrativa suelo decir que la escritura es un oficio y también da un beneficio, como cualquier viaje. Más, si lo hacemos en bicicleta. El lenguaje es un vehículo y el escritor es un conductor de sus propios textos. No nacemos con la habilidad de conducir ese transporte de dos ruedas, pero sí con la intención de subirnos a él para movernos. Pero tanto en la escritura como en la bicicleta, cada uno de nosotros fuimos –o somos– víctimas fáciles de las caídas, los raspones, los manubrios enterrados en el vientre, cualquier accidente que nos deja el cuerpo adolorido y el sabor a derrota, una derrota que nos quita las ganas de no volver a montar a la bici y decir: “Caramba, yo no nací para esto”. Quien esté libre de caídas –o de errores gramaticales– que tire el primer comentario. </span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;">Sin dudarlo más decidí escribir una columna como mis clases en los talleres de narrativa: en cada uno de los artículos quiero dar al lector las ruedas guía que van en la llanta trasera de su vehículo de la escritura, para que después él –si busca escribir ficción– en mis recomendaciones halle el soporte para su propia bicicleta y así, conforme avance, llegue el momento en que se deshaga de él y comience su viaje a solas, como algunos lo hicimos durante nuestra niñez. Aquí hablaremos de las estrategias posibles que un escritor utilizó para planificar un libro, cómo nacen los personajes, qué es la prosa y cuál es su ritmo, qué función tienen los objetos en los relatos, que de pronto se convierten casi en personajes o elementos que alteran el orden de la trama. Pero sobre todo hablaremos de novelas y cuentos y, de vez en cuando, de temas no tan ajenos a la construcción literaria.</span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;"><br /></span></span></div>
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<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;">Si escribir ficción es viajar en bicicleta, el cuento es un viaje corto pero a gran velocidad en una sola pista, bosque, parque, calle o avenida; la novela, en cambio, es recorrer una ciudad en varios viajes, o un país, o un continente. Para aprender a conducir una bicicleta como los maestros, se deben leer ciertos manuales: travesías que otros aventureros han hecho con el deseo de mostrar lo que vieron y vivieron a los otros, los que no se atreven a agarrar una bicicleta o los que ya están montados en ella y quieren llegar muy lejos. </span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;">Sin dudarlo más, le respondí a Vianett por Facebook.</span></span></div>
<style type="text/css">
p.p1 {margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; text-align: center; font: 18.0px 'Times New Roman'; color: #222222; -webkit-text-stroke: #222222}
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</style>
<br />
<div class="p5">
<span class="s1"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: small;">Y aquí estamos, montados en la bici, dispuestos a pedalear.</span> </span><br />
<span class="s1"><br /></span>
<span class="s1" style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><a href="http://jornadabc.mx/opinion/10-03-2017/rumbo-la-xxxv-feria-del-libro-de-tijuana" target="_blank">Leer en La Jornada BC.</a></span></div>
<div class="p5">
<span class="s1"><br /></span></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-54210146004468955872016-11-03T05:00:00.000-07:002016-11-03T11:21:28.649-07:00Ochenteros, nuevas voces de América Latina en la FIL de Guadalajara<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Estimados amigos, nos vamos a la FIL como una voz narrativa de América Latina.</span><br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8z_LeQrS_JXz7kD-FRijyHzYdV7zVgdGWP8JtbKzylLJlfaoeOxsc78Fif__RdvkOulgDwyZ-T85ro20zSYUwpTijNhKsSte7RhM3V9FYH7UGcZZRc-XFr1Ma2LNA-G7m4NJY/s1600/Screen+Shot+2016-11-02+at+3.47.42+PM.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8z_LeQrS_JXz7kD-FRijyHzYdV7zVgdGWP8JtbKzylLJlfaoeOxsc78Fif__RdvkOulgDwyZ-T85ro20zSYUwpTijNhKsSte7RhM3V9FYH7UGcZZRc-XFr1Ma2LNA-G7m4NJY/s400/Screen+Shot+2016-11-02+at+3.47.42+PM.png" width="400" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Todo inicio en julio de 2016 con un correo de Laura Niembro, la directora de contenidos de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Laura me explicaba que la feria cumpliría en noviembre 30 años, que se tendría como invitado especial a América Latina y que estaban preparando un programa de narradores jóvenes nacidos en la década de los ochenta, cuyo trabajo no sólo mostrara calidad literaria, sino desde la ficción estuvieran al pendiente de su entorno, de su país de origen</span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">. En ese mismo correo, Laura también me especificaba que, tras consultar a un grupo de especialistas y escritores, mi nombre y mi trabajo había salido a la luz y por ello me pedía que le anexara como respuesta mi trabajo publicado o que estuviera por publicarse, para someterlo a un filtro de curadores conformado por libreros, editores, escritores, lectores de pie y los mismos organizadores de la FIL. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Luego de responderle </span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">emocionado </span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">a Laura, y anexarle lo que me solicitaba, no esperé, para ser honesto, que pasara mucho; es decir, no esperaba la respuesta positiva que vendría después. Quien ha seguido mis pasos en esta página seguro se ha dado cuenta de que, aparte de escribir, tengo la afición de leer a mis contemporáneos, a los escritores jóvenes mexicanos nacidos durante la década del 80, que han publicado uno a más libros, que están ganado premios o becas o se habla de ellos en algún diario nacional (la prueba </span><a href="http://www.bunker84.com/search/label/entrevista" style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif;" target="_blank">está en la sección de Entrevistas de mi página</a>,<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"> y en un dossier de narrativa que me encargó la revista <i>Punto de partida</i> de la UNAM que saldrá este mes también durante la FIL y del que les daré noticias pronto), esa tarea siempre me hace deducir que entre más narradores jóvenes hay en México, más grande se hace el abanico de posibilidades para que un lector elija la obra de uno, y más complicada todavía se hace la elección de especialistas o escritores al momento de hacer una lista o una curación, siempre y cuando esa tarea esté exenta del amiguismo, compadrazgo o el dedo imperativo que premia la meritocracia, ejercicio común en los representantes de la cultura nacional.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Como materiales literarios envié mi libro de cuentos "Rojo semidesierto" y la novela "Nunca más su nombre" que está por publicarse, mi idea fue ofrecer una muestra de la Trilogía del semidesierto que trabajo actualmente para que tuvieran un panorama general. Sin embargo, debo confesar que </span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">"El amor nos dio cocodrilos", mi primer libro de cuentos, fue </span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">quien en realidad abogó por mi obra desde un inicio. Una prueba más de que las bondades de los ebooks obran de manera misteriosa en la promoción del trabajo de un escritor. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">La respuesta de Laura llegó en agosto, tal como llega el calorcito a Tijuana, los primeros vientos de Santa Ana y las ganas de salir a correr. Sus palabras fueron: </span></div>
<blockquote class="tr_bq">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Estimado Joel:</span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Como sabes la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que celebra este año su 30 aniversario de la mano de América Latina como región Invitada de Honor, está preparando un programa literario con autores nacidos en la década de los 80’s, para lo cual llevamos a cabo una exploración literaria en el continente y seleccionar a los autores que serán las voces de este programa.</span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">El comité curatorial literario encabezado por la Feria después de leer tu obra ha coincidido en que debes representar a México en este programa; de tal forma que queremos invitarte a que nos acompañes en Guadalajara y seas parte de esta celebración literaria ochentera.</span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Si esta propuesta es de tu interés, te enviaremos más información al respecto.</span><span style="background-color: transparent; color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: 12.8px; text-align: justify;"> </span><span style="background-color: transparent; color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; font-size: 12.8px; text-align: justify;"> </span></blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Y lo que siguió fue preparar el Cuaderno azul, antología que reúne los cuentos de mis alumnos del Seminario de Creación Literaria en la universidad donde doy clases. Y finiquitar el dossier de narrativa de los ochenta que me encargó Punto de partida desde febrero de este año y la escritura de un libro de cuentos que tengo reposando.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">El día de hoy </span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">se publicó la revista electrónica e impresa que ofrece una muestra del trabajo de los 20 narradores seleccionados de 13 países: Argentina, Brasil, Chile, Perú, Nicaragua, Bolivia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, Guatemala, Uruguay, Venezuela y México. Este trabajo, titulado con el nombre "</span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Ochenteros: nuevas voces de la narrativa latinoamericana",</span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; text-align: justify;"> en gran medida se debe a</span><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; text-align: justify;"> Melina Flores, la encargada del programa de América Latina e invitados especiales. Melina, no sobra decirlo, estuvo al tanto del material gráfico y literario de los autores aquí seleccionados y con ella tuve correspondencia, a la fecha, más que con mi madre, pues está al pendiente de cada detalle para la participación de cada uno de los ochenteros en la FIL. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; text-align: justify;">En la lista pueden encontrar nombres conocidos y muchos desconocidos, pero también buenas sorpresas. La lista está conformada, algo que se agradece, por 10 mujeres y 10 hombres. La integramos 4 mexicanos y al parecer soy el único norteño. El lector puede consultar la revista dando clic a la imagen. Y puede consultar también el programa literario de las participaciones de cada uno, así como su semblanza de manera virtual dando clic al título siguiente:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-family: "arial" , sans-serif; font-size: 18.6667px; text-align: center;"><br /></span></div>
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"></span><br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><span style="color: #444444;"><a href="https://www.fil.com.mx/80/" target="_blank">Este programa es un vistazo al trabajo literario de la generación de escritores latinoamericanos que nacieron en la misma década que la Feria Internacional del Libro de Guadalajara</a></span></span></div>
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">
</span>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; text-align: justify;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiBF4tfk-ltEJUuF1bHmucc5rOsNqsBHQx5fyqZRhckAGYJ3LE6C5Xr6hvXVBOVjAbFgLtKyg8IZUsxYhl8xwacn6ePIbmEH930h043HhCW3dT_iPgEmI5tI8vpd7wzi5Oltrd/s1600/Screen+Shot+2016-11-02+at+3.23.53+PM.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="304" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiBF4tfk-ltEJUuF1bHmucc5rOsNqsBHQx5fyqZRhckAGYJ3LE6C5Xr6hvXVBOVjAbFgLtKyg8IZUsxYhl8xwacn6ePIbmEH930h043HhCW3dT_iPgEmI5tI8vpd7wzi5Oltrd/s320/Screen+Shot+2016-11-02+at+3.23.53+PM.png" width="320" /></a></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Los días que participaré en la FIL son el 26, 27, 28 y 29, pero estaré en Guadalajara hasta el 30. Quise hacer un esfuerzo extraordinario para escuchar fechas siguientes a George RR Martin, el creador de Game of Thrones, pero me fue imposible. Aún así, estoy programado en la mesas de diálogo Viva América Latina, Cuando escribir duele y Los que están y los que vienen. Para ver más información sobre estas participaciones y sobre los autores que acompañaré y me acompañarán, den clic a la siguiente imagen. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://www.fil.com.mx/prog/resultados.asp?r=4&idsr=6&f=0&e=2016" target="_blank"><img border="0" height="167" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxpMclRv_RDG4rsj55Pk03IvY0fX-vZT7ljGcpQz2bSvYvGxLpDHWJvHNaVPtyArjG3gzI-U5IIesJJ2FKvBWukMJz4rptmEcUutUYJefMlD-_qCwmt8ttvSSZy-DvGtbFwwUx/s400/Screen+Shot+2016-11-02+at+3.50.50+PM.png" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"> </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Nos vemos en la FIL. Nos vemos en los libros.</span></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-91471991496074126502016-11-02T08:53:00.001-07:002016-11-02T08:53:48.501-07:00Una novela sobre Héctor G. Oesterheld, el guionista desaparecido<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="p1" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="p2" style="text-align: left;">
<span class="s1"></span><br /></div>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
</div>
<div class="" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="text-align: left;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<i>Continuum, una novela sobre Héctor G. Oesterheld</i>, de Edgar Adrián Mora Bautista (Puebla, 1976) trata sobre la vida, legado y desaparición de uno de los más emblemáticos guionistas del cómic e historieta en Latinoamérica. Pero también es una novela corta sobre los desaparecidos durante el periodo de reorganización nacional en la Argentina de 1976 a 1983, fechas en que los nombres de Videla, Massera y Agosti eran famosos y temibles por la cruel dictadura que perpetraron para cercenar, manipulados por los hilos trasparentes de la Guerra Fría norteamericana, la insurrección social contrapuesta al capitalismo.<i> </i></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTvBCgni91WqQ5FkO7Nsmr8g7oEKdp1vF-yjxSFeIGM44C728Wf82DQgnTmi146pgHRnl5dvg-fstuobYxIFuduccTLHstJHK7rx1Auo_kNT6eiJrWV6Pzme8aAfgqBU3DeCUB/s1600/Con.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTvBCgni91WqQ5FkO7Nsmr8g7oEKdp1vF-yjxSFeIGM44C728Wf82DQgnTmi146pgHRnl5dvg-fstuobYxIFuduccTLHstJHK7rx1Auo_kNT6eiJrWV6Pzme8aAfgqBU3DeCUB/s400/Con.png" width="241" /></a><div style="text-align: right;">
Mora Bautista, luego de indagar en los documentos que recuperó, como las historietas creadas por el guionista, documentales, biografías especializadas, series de televisión argentinas, su tesis misma de maestría y las conversaciones que otros investigadores han tenido con la familia sobreviviente de Oesterheld (una viuda y dos nietos), cuenta en 83 páginas parte de la existencia de uno de sus escritores favoritos y urde, sin dejar de lado la intuición narrativa —esas suposiciones que algunas veces son más creíbles que la verdad misma—, un perfil que nos acerca y ayuda a entender la militancia política de Oesterheld, la cual originó la desaparición y muerte de sus cuatro hijas; y su visión creativa, es decir su poética como fabulador de historias al crear personajes y anécdotas que se oponían desde una orientación pedagógica y literaria a la dictadura de la época, bajo el argumento de que el escritor debe educar y avispar el sentido crítico de sus lectores, aun ante la amenaza de la muerte, disfrazada como reorganización social, ese eufemismo que encubrió durante mucho tiempo la palabra exterminio en Argentina. </div>
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
Continuum significa, en el lenguaje de<i> El Eternauta</i>, una de las historietas de Oesterheld, posible espacio paralelo al mundo que vivimos. En esta obra Mora Bautista parece decirnos que continuum significa la vida de Oesterheld que deberíamos, mejor dicho, estamos obligados a conocer, o también, ese espacio metafísico a donde se van los que han desaparecido en este otro espacio que llamamos vida. <a href="https://www.blogger.com/"></a></div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggBnszWEFqR9ZX3RNr7F9qfSttHzgEreclEDMiOnOyW_JMCDfcDg8O6ygnsZbTtRLLOeHCvNQWCGW7nJmxITvy_JNE6-NPHyBcZDW7xvEvM0zR2EiD_zQh17vYvqfsuAd_hbWEQQ/s1600/edgar.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; text-align: left;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggBnszWEFqR9ZX3RNr7F9qfSttHzgEreclEDMiOnOyW_JMCDfcDg8O6ygnsZbTtRLLOeHCvNQWCGW7nJmxITvy_JNE6-NPHyBcZDW7xvEvM0zR2EiD_zQh17vYvqfsuAd_hbWEQQ/s200/edgar.png" width="198" /></a>La novela esta escrita por un lenguaje calibrado, contenido y sugerente. Sus silencios entre un episodio y otro abren al lector las puertas de las interpretaciones y conjeturas, y hay, también, uno que otro destello de luminosidad como en esas series de televisión donde es fundamental lo que comparte un personaje con otro a través de los diálogos y los posibles presagios que se esconden entre líneas. Estas viñetas circunstanciales no tienen una estructura lineal en la historia misma, se presentan como episodios encadenados por un hilo narrativo en espiral trazado, en apariencia, por un escritor entre la sombras que jamás es nombrado, ni tiene una vida propia, pero que narra influido por la empresa de dar a conocer quién fue Oesterheld y cuál es su legado. El entramado de la novela va de adelante hacia atrás y viceversa, como si Edgar Adrián Mora nos insinuara que cada uno de esos episodios son los recuerdos de un hombre que está esperando, cautivo en un campo de tortura y exterminio, que se le acaben los días en este mundo y lo único que puede hacer es contar sus últimos minutos con vida. </div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: right;">
<a href="http://scontent.cdninstagram.com/t51.2885-15/s480x480/e15/c0.79.640.640/12826259_481269502079883_57695265_n.jpg?ig_cache_key=MTIwOTU5MzQ2MDc1OTg2MjI3MQ%3D%3D.2.c" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: left;"><img border="0" src="http://scontent.cdninstagram.com/t51.2885-15/s480x480/e15/c0.79.640.640/12826259_481269502079883_57695265_n.jpg?ig_cache_key=MTIwOTU5MzQ2MDc1OTg2MjI3MQ%3D%3D.2.c" height="320" width="320" /></a>Estas viñetas, o postales episódicas, muestran a Oesterheld en su casa, una noche, como todas las noches, escribiendo a lápiz y libreta como si dictara al mismo Juan Salvo, uno de sus personajes; lo muestran aceptando escribir la biografía del Che, sin temor a que su nombre se escriba en un futuro en la negra y temible lista de personas indeseables para el gobierno, esa misma lista que luego se habría de convertir en la de los desaparecidos; muestran a un guionista recordándonos, con un dejo de humildad y seguridad al mismo tiempo, que tuvo más lectores que Borges, porque el código literario de la historieta, que para muchos es basura o material para analfabetas, fue reconfigurado por Oesterheld bajo el objetivo de que las historietas también pueden poner retos intelectuales a los lectores jóvenes y llegar a donde ningún texto escolar lo ha hecho. Estas viñetas episódicas nos hablan también de un guionista que se le perdona, gracias a la empatía que ha generado ya con el lector, la presunción cuando revela las verdaderas razones del apodo de Ringo Star, el baterista de The Beetles: “Ringo se llama así porque quiso ser uno de mis personajes”. Siempre le gustaron los vaqueros y vestía como si fuera uno. En Inglaterra se lanzó uno de los cómics de Oesterheld, llamado Randall, con el nombre de Ringo. Y de ahí vino su nombre. </div>
</div>
<div style="text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
En contraposición a esos sucesos, <i>Continuum</i> aborda también la oscuridad de los días de Oesterheld frente a sus verdugos, adultos alineados a las órdenes del dictador (antes niños, antes lectores de sus historietas), en el campo de exterminio y el cómo resistió hasta que esos mismos verdugos, antes sus lectores, dejaron de verlo como el preso etiquetado por un número.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Aunque esta novela maneja un conflicto sucedido cuatro o cinco décadas atrás, hay en ella una vigencia paralela a los sucesos de las personas desaparecidas, o personas no localizadas, otro eufemismo gubernamental, pero éste del México actual, cuya cifra ha superado la de la época de Héctor G. Oesterheld. Edgar Adrián parece decirnos entre líneas que Latinoamérica y Sudamerica está hermanada por la tragedia y que las desapariciones de los hijos de ambas regiones se deben a que nadie se hace responsable de sus propios actos, y se culpa siempre a los tentáculos de la guerra, como si la guerra misma tuviera facultades autónomas para destruir a los seres humanos sin nadie quien la dirija. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
“Me gusta pensar como Pike”, nos dice Mora a través de Oesterheld, “que la guerra es la culpable de todo. Pero la guerra no siente, no habla, no mea. Los hombres somos culpables de todo lo que pasa. Nadie es inocente. Pero todos se asumen víctimas de las circunstancias. Una raza de víctimas, eso es el hombre…”. </blockquote>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Somos una raza de víctimas, decimos los lectores al terminar de leer esta novela.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: right;">
Para conseguir esta novela da clic aquí, <a href="http://editorialparaisoperdido.com/" target="_blank">la editorial Paraíso Perdido.</a></div>
<div style="text-align: right;">
Para conocer más del autor, <a href="http://fabricadepolvo.blogspot.mx/" target="_blank">acá, el blog de Édgar Adrián Mora.</a></div>
</span><style type="text/css">
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joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-27715732720386263602016-10-10T17:17:00.002-07:002016-10-26T12:25:05.253-07:00Cuadernos de colores, antología del Seminario de Creación Literaria<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgi96oLY5QTOpxvlhnk0pblt79T_0rBf7Z3rUAJ88n6TmezCBxqIGOZIXcTF9EP206z4urtUy3Ed8Ka-l2Fe-ZbsBgBT1d5qoZeEISBjkxkQk3KPVLAEOI47Q4M-09Ob7GqUKy1/s1600/IMG_4237.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgi96oLY5QTOpxvlhnk0pblt79T_0rBf7Z3rUAJ88n6TmezCBxqIGOZIXcTF9EP206z4urtUy3Ed8Ka-l2Fe-ZbsBgBT1d5qoZeEISBjkxkQk3KPVLAEOI47Q4M-09Ob7GqUKy1/s400/IMG_4237.JPG" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Daba el año
2014 y Cetys Universidad, donde hacía años había impartido clases como maestro
de asignatura, me pidió trabajar con ellos pero ahora como titular de un taller
de creación literaria. ¿Taller?, pregunté yo. ¿Por qué mejor no un seminario?,
sí, un seminario donde no sólo se hable de literatura, sino de series de
televisión, de música, de cine y, sobre todo, de los libros que nos faltan por
leer y de los cuentos que nos gustaría escribir.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;">La maestra Yvonne Arballo no dudó en
aceptar la propuesta, como tampoco dudó, luego de un par de meses, trabajar
ella misma sus propios textos a mi lado y al lado también de otros alumnos que
poco a poco se fueron uniendo al seminario, como se fueron uniendo también uno
que otro profesor y egresado. La idea original era que los estudiantes de una
universidad técnica y superior, con estudios en ingeniería, psicología, derecho
y negocios se fueran relacionando con el quehacer literario y el proceso
creativo de un texto, sus formas de empezarlo y estructurarlo, para después
conocer las herramientas importantes que nos ayudan a pulirle, como diría el
viejo Quiroga, los ripios, o bien, como lo aconsejaría Hemingway, a escribir
con la goma.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;">Luego de un semestre nacieron,
gracias al empeño y vocación de las estudiantes, en su mayoría mujeres, una
serie de cuentos, luego vinieron más y más cuentos y, al contrario de “Casa
tomada”, nosotros decidimos no salir del aula y meter todos esos cuentos en el </span><i style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;">Cuaderno amarillo</i><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;">, un trabajo editorial
que reúne alrededor de 10 piezas narrativas escritas por preparatorianos,
universitarios, egresados, profesores y maestrantes.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt; text-indent: 0.5in;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt; text-indent: 0.5in;">La
idea era que ese ejemplar debiera tuviera las cualidades suficientes para que un
experto en literatura se le antojara leerlo por gusto, pero también para que un
estudiante de derecho o psicología o mercadotecnia se acercara a él atraído por
su concepto editorial, sus ilustraciones y contenido narrativo. Para ello
recurrimos al formato de cuaderno de viaje</span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt; text-indent: 0.5in;">
</span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt; text-indent: 0.5in;">y el resultado fue el siguiente:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dz2TQd1Tq6ieWn5BKGWSZDnKpPFN1xnKVnJ8_E1ItuNLxFcRGnceKujdpzWIH8NM0K9dMeiDBx4E8s' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;">Y bueno, el trabajo no termina. El
día de hoy, en medio de un montonal de pendientes (como la invitación de la
Feria Internacional del Libro de Guadalajara para que participe dentro del
marco #ochenteros, proyecto del que hablaré posts más adelante, y la invitación
de la revista Punto de Partida, que me encargó un dossier de narrativa, también
del que hablaré posts más adelante, y la organización de la siguiente Feria del
Libro de Tijuana y el futuro medio maratón que correré el 30 de octubre en Los
Ángeles, proyecto también del que hablaré en otro post), estamos trabajando en el
</span><i style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;">Cuaderno azul</i><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;">, es decir, el segundo
tomo de una colección editorial que nos aventuramos a llamar </span><i style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;">Cuadernos de colores</i><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;">, cuyo objetivo es
publicar cerca de unos cinco cuadernos. </span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;"> </span><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12.5pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En
esta nueva antología se incluirá el cuento que ganó el concurso Francisco
Cabrera Tapia convocado por dicha universidad, otro proyecto que iniciamos este
año, y las tres menciones honoríficas; así como, sobra decir, los cuentos de
mis alumnos escritos en el seminario. El libro contará con las ilustraciones de
la tapatía Ana Jiménez, quien en su haber ha ilustrado el pabellón infantil de
la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, alrededor de 10 cuentos largos
y mi prólogo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Como
es una publicación universitaria, el ejemplar sólo se consigue en Tijuana,
Ensenada y Mexicali. Sin embargo, al salir el siguiente, tengo la ocurrencia de
rifar 10 ejemplares en mi <a href="https://www.facebook.com/escritorjoelflores/" target="_blank">página de autor: @escritorjoelflores.</a> Las especificaciones
saldrán en enero y también las compartiré por aquí. Por mientras, les mando un
abrazo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"> <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-22647295876613277722016-10-10T17:17:00.001-07:002016-10-10T17:20:06.079-07:00Se nos fue el sensei, apuntes sobre mi amistad con David Ojeda<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><a href="http://www.inba.gob.mx/multimedia/prensa/galerias/3846/3846-BG-david_ojeda.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://www.inba.gob.mx/multimedia/prensa/galerias/3846/3846-BG-david_ojeda.jpg" height="240" width="400" /></a></span></div>
<span style="font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Durante la madrugada de hoy me enteré de la muerte de
David Ojeda. No podía dormir y me estaba dando vueltas en la cama. Se me
ocurrió ver las notificaciones de mi celular y Édgar Adrián Mora me avisó: el
maestro acaba de fallecer. Se me fue la madrugada y salió el sol otoñal con sus
vientos por el oriente. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A David
Ojeda lo conocí gracias a Gonzalo Lizardo, quien le dio referencias sobre mi
trabajo cuando yo apenas tenía 22 años y quería escribir mi libro de cuentos <i>El
amor nos dio cocodrilos</i> con una beca del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. David fungió como
mi asesor durante 2006-2007. Convivimos en San Luis Potosí-Guanajuato-San Luis
Potosí durante 12 días, y rápido me agarró cariño porque le recordaba a Zacatecas,
lugar donde vivió muchos años, y también porque uno de los cuentos que yo había
escrito entonces le movía mucho el sentimiento. De Ojeda recuerdo sus lecciones
sobre las cantinas del Bajío, el mezcal y su amor encarecido por San Luis, pero
si me preguntan qué recuerdo más, diría que dos cosas: una es la lección sobre
el arte de contar mentiras que me enseñó aquellos años y otra la contaré
párrafos más adelante, quizás en el final de este apunte. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpE_nu0W2eUoVKAUTuEG-QhQHWIKiZMyiNaA4nCditoZQ4Q2oxW-yhJ5C9G43Olo2lnY5KidGDbaBxTApyHgN9lBqOhmECcqqJeaLBrhYjw_BSVY9vr6S3WwnrfUm-DhKrYj9N/s320/pict0661.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpE_nu0W2eUoVKAUTuEG-QhQHWIKiZMyiNaA4nCditoZQ4Q2oxW-yhJ5C9G43Olo2lnY5KidGDbaBxTApyHgN9lBqOhmECcqqJeaLBrhYjw_BSVY9vr6S3WwnrfUm-DhKrYj9N/s320/pict0661.jpg" width="320" /></span></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><div style="text-align: left;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: xx-small;">De derecha a izquierda: David Ojeda, </span></span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;"></span><br />
<div style="text-align: left;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">Alfredo Carrasco, Carlos Dzul, Édgar Adrián Mora, </span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">
<div style="text-align: left;">
yo, Gabriel Vazquez y Glafira Rocha. </div>
<div style="text-align: left;">
Noviembre de 2007.</div>
</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; text-indent: 0.5in;">Una tarde,
antes de la reunión de trabajo en el Teatro de la Paz, nos encontramos
accidentalmente en Plaza del Carmen luego de comer. Cuando lo saludé, David me
dijo: “Ese Joel, no te reconocí, ¿les hacemos una broma a los otros?”, se
refería a Édgar Adrián Mora, Alfredo Carrasco, Carlos Dzul y Glafira Rocha. Yo
asentí sin saber a qué se refería. Luego me pidió que me tardara unos 10 o 15
minutos en llegar al teatro y que me fuera a paso lento para que él fraguara
todo. “Si logro convencer a los 4 cuentistas de que te acaban de madrear, ¿me
invitas un mezcal?”, me propuso Ojeda y de volada entró al teatro y, pasados
los minutos, vi cómo Gabriel y Adrián salían corriendo del recinto con el
rostro pálido, buscando en la calle una ambulancia y a los paramédicos
subiéndome en una camilla a ella. David los había convencido con los artilugios
de la ficción, que manejaba muy bien, de que había visto a alguien muy parecido
a mí peleándose con otros malandros y acabar tendido en la banqueta con los
dientes quebrados. Al verme caminar sonriente y tranquilo hacia el teatro, los
cuentistas me dijeron: “no mames, David nos cuenteó”. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pasaron
los años y, paternalista como era, mi relación con David no acabó con la beca
del Fonca y es una de las amistades que más le agradezco a Conaculta. Ojeda me
escribía correos cuando me dieron una residencia para escribir en España, cuando
volví a México; pero también, receloso, cuando me expresaba bien de escritores
que no le caían en gracia o cuando me expresaba mal de los que admiraba o eran
sus amigos. “Ése es mala influencia y seguro es… ya sabes”; “deberías de leer
tal libro de aquel para que dejes de pensar así”. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El paso de
los años siguió y alguna vez lo vi en Ciudad de México, cuando presentó su
libro de cuentos <i>Perros de casa</i> y
tiempo después, de manera muy rápida, en Zacatecas durante la celebración de
las jornadas literarias que recuerdan a Velarde. David bailaba con la ayuda de
un bastón y de Laura, su pareja, junto a su grupo de escritores y el burro
mezcalero en una callejoneada, yo pasé presuroso hacia el periódico donde
trabajaba como editor. Por eso nada más nos abrazamos y nos dijimos: “al rato
nos vemos”. Pero ese al rato se prolongó.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En esta
vida todo pasa muy rápido y de pronto el 2007 se me convirtió en 2011. Me vine
a vivir a Tijuana y David no perdió la costumbre de escribirme: “Ese Joel, a
ese ritmo que vas, seguro acabas en Alaska”. Y en parte tenía razón, pues
siempre supo de mi amor a Zacatecas (cosa que le gustaba), pero también de mis
ganas de irme de Zacatecas (cosa que no le agradaba tanto). Hubo un
distanciamiento, como en todas las amistades, pero siguieron sus mensajes
privados por Facebook o los comentarios debajo del post en momentos importantes.
Me escribió cuando me casé en la Iglesia de Fátima; me escribió cuando gané el
premio Sor Juana Inés de la Cruz y me felicitó, a su manera, por ser de los más
jóvenes en obtenerlo; me escribió cuando leyó el <i>Rojo semidesierto</i>; y me
escribió también cuando el premio Juan Rulfo cayó en mis manos: “vas bien, vas
bien”, eran sus palabras. Y yo sentía que seguía siendo ese maestro que se
esmeraba en dejar herencia en los jóvenes en sus talleres afincados en el Bajío
y en la frontera de Juárez con El Paso. En alguna ocasión también nos regaló a
Flor y a mí la estadía de cuatro noches en un hotel en Puerto Peñasco, pues
Laura tenía mucho trabajo y no podían viajar. “Ándale”, me escribió por inbox, “se
me hace que no han tenido luna de miel”. Sin embargo, por labores mías y de
Flor no pudimos aceptar el regalo. Y la respuesta de Ojeda fue: “Nimódulo
lunar, mi Joel”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.excentricaonline.com/libros/images/uploads/davidojeda.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="http://www.excentricaonline.com/libros/images/uploads/davidojeda.jpg" height="229" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La última
vez que nos vimos fue en Chiapas. Inocente como soy, por la amistad me
involucré sin pago ni beneficio en la organización de un festival de
literatura, con el fin de que se uniera la poesía con la narrativa y se
conectara la frontera chiapaneca con la bajacaliforniana. Todo fue un fracaso,
si me lo preguntan ahora, y la razón por la cual ya no acepto ese tipo de
encomiendas o pedidos, ni confío en la gente que te llama hermano o hermanito.
Durante la selección presurosa y desproporcionada, recuerdo que en una llamada el
organizador me dijo, quizá porque sabía de mi admiración hacia David: “llamé al
SNCA y Ojeda está disponible, lo vamos a traer”. “Está disponible porque está
enfermo”, llegué a decirle, “tu festival no cuenta con el soporte para tratarlo
como se merece y sabes que viajáremos mucho”. El organizador no me hizo caso y
a la fecha es una de las cosas que le agradezco y le reprocho.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En San
Cristóbal se me pidió que presentara al maestro en una mesa. Lo recuerdo más
flaco, más moroso para caminar y ayudado por un bastón que ya no era el que le
ayudaba a bailar en las callejoneadas zacatecanas, sino uno de aluminio
recomendado por algún médico, y también la señal de que la diabetes no se iba a
detener. Pero David seguía teniendo ese encanto: hablaba y hablaba como la
primera vez que nos conocimos: lúcido y con la memoria a flor de piel. En
Comitán, luego de que se acabaron las presentaciones, me llamó para decirme que
me estaba en un bar al lado del hotel. “Deja a esa bola de escritores, vamos a
platicar lo que tenemos años sin platicar”, me dijo. Llegué al bar iluminado
por dentro por luces neón y él era el único en una mesa llena de botanas y
cerveza. Entre la salsa y la cebada me dijo su último consejo: “se ve que tu
vieja te quiere un chingo; de las que te he conocido, se me hace que es la
única que te quiere de verdad, cuídala, que tú huyes hasta de tu sombra”. Ése
era el gran David, no perdía la oportunidad para demostrar afecto a través de
sus consejos. Y aunque desde pequeño la falta de imagen paterna en mi casa me
hizo renuente ante cualquier consejo o sugerencia de algún amigo mayor que
buscaba verme como hijo, a David se las pasaba, porque era así con todos, al
menos con los que lo acompañaron. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.diariopuntual.com/sites/default/files/articulo/2016/10/10/david.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://www.diariopuntual.com/sites/default/files/articulo/2016/10/10/david.jpg" height="186" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El
festival se cerró con una mesa dedicada a Óscar Oliva y otra a David Ojeda. En
la mesa le pidieron al cuentista que leyera uno de sus relatos del libro Perros
de casa. Él se negó, pero se lo volvimos a pedir y, sólo cuando empezamos a ver
que arrastraba la lengua y le temblaban las manos, entendí que no sólo estaba
enfermo de diabetes y que ese bastón no sólo le servía para orientarse en el
camino. Aguerrido como era, Ojeda leyó el cuento completo mientras yo les
sostenía el libro o el micrófono. Al me hizo sentir que había sido mi culpa el
que lo obligaran a leer o igual me culpé por no haberle preguntado antes a
solas si podía leer. Se disculpó por las formas tras la lectura de la última
línea de su cuento. Luego platicó con Oliva sobre el recién fallecido Miguel
Donoso Pareja, la creación de los talleres literarios en México y el nacimiento
de los premios de Bellas Artes. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Ya entrada
la noche, Carlos Martín Briceño, David y yo terminamos cenando tacos de
arrachera y cochinita en un restaurante de San Cristóbal de las Casas. Hablamos
de libros, perros y de Ramírez Heredia. Casi al rozar la madrugada llegamos al
hotel y, mientras me despedía de David, le recordé el segundo episodio que me
hace rememorarlo con alegría. Me refiero a la tarde que invitó a los del Fonca
a su casa a comer carne asada y a beber whisky para cerrar la beca, esa misma
tarde que descubrí a un ser humano que amaba a los animales casi como amaba a
los seres humanos, esa misma tarde que lo vimos alimentar con croquetas a sus
dos perras y a una rata rechoncha y de pelo sedoso que se escondía en una
esquina de su jardín.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">David, le
dije, sólo un buen hombre adora a las ratas. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Nos dimos
un abrazo y el maestro me respondió: “es que todos somos animales, Joel. Todos
somos ratas de alcantarilla”. <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-39889348840323965302016-09-27T10:38:00.000-07:002016-09-27T10:38:58.472-07:00Sobre la serie de televisión Easy, un repaso a los cuentos sin centro<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.lavanguardia.com/r/GODO/LV/p3/WebSite/2016/09/15/Recortada/img_psola_20160915-185326_imagenes_lv_otras_fuentes_easy_ka_spa-kYUB--656x984@LaVanguardia-Web.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://www.lavanguardia.com/r/GODO/LV/p3/WebSite/2016/09/15/Recortada/img_psola_20160915-185326_imagenes_lv_otras_fuentes_easy_ka_spa-kYUB--656x984@LaVanguardia-Web.JPG" height="320" width="212" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12pt;">Corría el año 2007 y yo estaba muy apurado por escribir cuentos que no
se parecieran a los que escribían los maestros del boom latinoamericano. A mis
manos llegó </span><i style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12pt;">Short cuts</i><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12pt;"> de Raymond
Carver, un autor del que había escuchado mucho y leído poco, y del que muchos
cuentistas presumían haber aprendido todo lo que saben sobre cómo escribir
cuento. Recuerdo que leí en pocos días </span><i style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12pt;">Short
cuts</i><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12pt;"> y lo que más me interesó entonces eran las interconexiones o los
vínculos que los protagonistas y coprotagonistas de esas historias tenían entre
sí, de modo que si un cuento trataba sobre un matrimonio disfuncional, el otro,
el que estaba en la siguiente página, trataba sobre algún conflicto del hijo de
los vecinos de aquel matrimonio en problemas, y ese elemento de unión o serie
se hallaba en otros cuentos más, al punto de que el libro o las historias del
libro eran una suerte de estructura explosiva interconectada por líneas muy
sutiles, y el lector lo que hallaba en su lectura eran las historias de
personas que habitan un suburbio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">De Carver aprendí la idea de los cuentos sin centro, es decir, esa
estructura aparentemente circular en la que tres personajes viven y conviven
alrededor de un conflicto silencioso, sugerido, latente, que algunas veces se
asoma y otras se entierra entre las capas de la trama, pero al final termina por
desunir de la forma más cruel o sorpresiva a los personajes; o unirlos bajo una
culpa compartida que los acompañará hasta el final de su existencia. Maestro de
la elipsis y del narrar en realidad es el arte de la sugerencia, muchos podrán
decir que Raymond Carver es el heredero escritor ruso Chejov, y yo me atrevería
casi asegurar que es el abuelo de la mayoría de los escritores jóvenes que
hacen cuento en nuestros días. Pues todas esas habilidades del género que hace
unas líneas esbozaba, fueron aprendidas por el mismo Carver en Iowa, gracias a
la enseñanza que John Gardner llegó a ofrecer a sus alumnos de escritura
creativa, donde por accidentes del tiempo o el destino el autor de <i>Catedral</i> estuvo. Dentro de aquella
amistad Gardner-Carver (se puede leer más en <i>Para ser un novelista</i>, libro que el mismo Raymond prologa con un
texto confesional sobre su formación con Gardner), hay un rumor que quiero
destacar y es uno con el cual crecimos los seguidores del autor <i>Hazme el favor de callarte, por favor</i>:
se dice que Carver, al terminar un cuento, se lo mostraba a Gardner para
conocer su opinión, pues con el tiempo no sólo se fue convirtiendo en su lector
modelo, sino en su editor. Y que el truco que en realidad le enseñó el maestro
al alumno fue la de quitarle el centro a los cuentos, es decir, la explicación
directa del conflicto, al punto de dejarlo como supresión, que en palabras de
la narratología es elipsis. Esa falta de centro la agradece el lector
entendido, pues no es más que la eliminación de la “explicativitis” de la trama
misma, es decir, la explicación de lo que hizo que los personajes se desunieran
o vivieran juntos pero con culpa.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.everseradio.com/wp-content/uploads/2016/01/Raymond-Carver-001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://www.everseradio.com/wp-content/uploads/2016/01/Raymond-Carver-001.jpg" height="240" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12pt;">Una de las mejores muestras de la herencia Gardner-Carver se encuentra
en la serie </span><i style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12pt;">Easy</i><span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 12pt;">, recién lanzada sin
mucha promoción por Netflix hace un par de días. Se trata de 8 episodios o
historias autónomas e individuales de ciudadanos de Chicago, todos en la línea
fronteriza entre la juventud tardía y la etapa adulta, que temen o se niegan a
dar el paso hacia adelante por temor a perder su individualidad y lo que han
logrado hasta el momento, o bien, por temor a convertirse en adultos que viven
bajo la inercia de las responsabilidades y la aparente presión de la paternidad
y la familia. La mayoría de las historias están unidas sutilmente, de manera que
un personaje aparece de pronto como protagonista en una historia y más tarde no
es más que el amigo del principal o el vecino fugaz.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En esta serie hay también una intromisión de las nuevas tecnologías y
los dispositivos tecnológicos como elementos de desunión de las parejas o la
materia prima de las paradojas de la creación artística. Vemos, por ejemplo, la
historia de una pareja que tienen años sin tener buen sexo, ya fuera por el
estrés que provoca la ciudad, los hijos, el trabajo. Y, al planear y
encontrarse el momento adecuado, los timbres de los celulares sonando cada tres
minutos se los impiden y vuelven a caer en la rutina. Otra historia es la de un
novelista gráfico que utiliza sus relaciones interpersonales como la materia
prima de los libros que publica, al punto de ridiculizar a las mujeres y él
quedar como la víctima de una relación desequilibrada y desigual. Pero una
seguidora, que al principio se nos maneja como <i>groupie</i>, pero más tarde la reconocemos como una cazadora de
historias mostradas en sus fotografías, le da una cucharada de su propia
fórmula de creación artística al tener sexo con él y fotografiarlo para después
montar esa fotografía en una exposición donde acuden un buen número de jóvenes armados
con sus cámaras de celular. El novelista se encoleriza y pide que retiren esa
foto porque está siendo ridiculizado y fue montada allí sin su consentimiento.
Existe otra historia también (y quizá sea mi favorita) donde una pareja de
latinos, tras conseguir una vida próspera y cómoda en Chicago, decide formar
una familia comprando un sillón para la sala de su departamento, donde se
esforzarán para embarazarse. Sin embargo esa búsqueda de felicidad se ve
truncada tras la aparición de un tercero en discordia, que no es más que la
visita del mejor amigo y ex novio de la chica. Al mezclarse esa triada novio,
novia y ex, los sentimientos que otrora se creían desaparecidos, renacen entre
los ex, y el sillón cumple su función pero no con los personajes que
esperábamos en un principio de la historia. Hay más episodios, como la de unos
hermanos que montan, mientras una de las esposas está por alumbrar, una fábrica
de cerveza artesanal como una válvula de escape hacia su época dorada con su
hermano. Hay otra, y quizá esta interese a los consumidores de Hollywood,
protagonizada por Orlando Bloom, donde el mismo Elfo del <i>Señor de los anillos</i> aparece semidesnudo y cargando un bebé.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.formulatv.com/images/noticias/58900/58997/2_6d30d7042a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://www.formulatv.com/images/noticias/58900/58997/2_6d30d7042a.jpg" height="218" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"> </span></span><i><span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Easy</span></span></i><span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"> está escrita y
producida por <span style="background: white;">Joe Swanberg</span>,
un guionista y actor de Detroit que ya alguna vez colaboró para la serie <i>Love</i>, también proyectada por Netflix,
que se ha hecho de una buena reputación a sus escasos treinta y algo años,
explorando como tema en su trabajo las relaciones interpersonales jóvenes, los
sentimientos que los unen y desunen y también esa línea fronteriza que existe
entre la adolescencia tardía y la etapa adulta, sin dejar de lado, por
supuesto, la injerencia que tiene en el comportamiento humano las nuevas tecnologías
de la comunicación, como las redes sociales. </span> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-50608958086229046882016-09-19T08:19:00.000-07:002016-09-19T08:19:04.497-07:00Entre los hechos reales y la ficción, una reseña sobre Vientos de Santa Ana, de Daniel Salinas Basave<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://image.casadellibro.com/a/l/t0/38/9786073143738.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://image.casadellibro.com/a/l/t0/38/9786073143738.jpg" height="400" width="233" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormalCxSpFirst" style="margin: 0in 0.3in 0.0001pt 0in; text-align: center; text-indent: 0.3in;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 179%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: .3in; margin-right: .3in; margin-top: 0in; mso-add-space: auto; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 179%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: .3in; margin-right: .3in; margin-top: 0in; mso-add-space: auto; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 179%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Es casi un asunto
modal que un número considerable de escritores se inclinen por el género
detectivesco como una de las maneras más adecuadas de hacer literatura y así
capturar las disfuncionalidades políticas, sociales y culturales de México,
pero también para destacar que dentro del drama nacional provocado por la
mafia, el crimen o la corrupción, la comedia a cuenta gotas o a borbotones también
tiene cabida. Pareciera, tal y como dicen los escritores de la teoría sobre la
construcción de la novela, que las tramas más consumibles son aquellas que pretenden
responder poco a poco, mientras se construye la tensión, la intriga y el
suspenso de la novela, una pregunta valiosa clavada como corazón en medio de
las costillas de la historia. Una pregunta dramática que late persuadiendo al
lector y que es el pivote de acción tanto de los personajes como del escritor
mismo a la hora de narrar. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 179%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: .3in; margin-right: .3in; margin-top: 0in; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: .2in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 179%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Padres
de lo detectivesco en México, o de este modelo de intriga, son Jorge Ibargüengoitia
y el mismísimo Rafael Bernal. Creadores ambos de detectives o investigadores
por accidente, o de detectives de segunda mano, que son arrastrados por el
destino para resolver un crimen hasta las últimas consecuencias. De ellos han
nacido, muchas veces ayudados en gran medida por el imaginario negro
norteamericano o el reciente Noir escandinavo, una especie de vástagos que van
desde boxeadores o amigos de pugilistas que se bajan del ring para librar una
lucha contra un grupo sanguinario, exmilitares o exagentes de la judicial que desean
hacer justicia bajo su propia mano, o exsicarios arrepentidos y alterados por
la venganza, así como agentes de mayor rango que pelean contra una verdadera
maquinaria norteña del miedo. Todos ellos héroes o antihéroes de una historia
donde de antemano se sabe que no habrá un día más para vivir y lo que importa,
si no es revelar la pregunta que los motiva a seguir, al menos es rozar una parte
de esa verdad que los ayudará a morir un poco satisfechos. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 179%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: .3in; margin-right: .3in; margin-top: 0in; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 179%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Dentro
de este marco de referencias del género, es novedad leer en <i>Vientos de Santa Ana,</i> de Daniel Salinas
Basave, una historia de detectives, en momentos dedicada a la reflexión
ensayística, en la que dos periodistas anillados por una pregunta compartida
desean la fama o el renombre en un país donde su oficio es sinónimo de suicidio
y la impunidad se erige con todos los esfuerzos de la ley. La pregunta dramática
que motiva la novela de Daniel es la misma que un medio de comunicación local
de Tijuana llamado “La X” se ha hecho desde 25 hace años semana tras semana en
el interior de sus páginas: ¿Por qué me mataste, Alfio Wolf? <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-Qza1H3aGsVMM6Pe_veSJjug9sD3mxMzT0y_muX0oeIKwbJ6rI4y5CCyN-77yOruugtZm7smKkvRjUHmDiL6XsiK3nSow2ADFkWmYtW1HynY171Qp96dMsEbvu63tgCJyYnIt/s1600/FELINOS+DEL+NORTE.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-Qza1H3aGsVMM6Pe_veSJjug9sD3mxMzT0y_muX0oeIKwbJ6rI4y5CCyN-77yOruugtZm7smKkvRjUHmDiL6XsiK3nSow2ADFkWmYtW1HynY171Qp96dMsEbvu63tgCJyYnIt/s320/FELINOS+DEL+NORTE.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 179%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: .3in; margin-right: .3in; margin-top: 0in; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 179%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Pieza
narrativa a dos voces, algunos capítulos de <i>Vientos
de Santa Ana</i> están narrados en segunda persona y desarrollan la historia de
Guillermo Damián Lozano, un reportero de un diario tijuanense que pretende
incidir en la verdad histórica o legal del imaginario colectivo de la frontera,
si es que puede arrancarle una confesión a Salomón Saja, el exjefe de escoltas del
mafioso Alfio Wolf, el futuro gobernador de Baja California, sobre quién le
ordenó asesinar hace 25 años a Hilario “El Gato” Barba, el ácido columnista del
semanario “La X”. Sin embargo, los obstáculos que truncan el camino de Lozano
no son sólo salariales y de seguridad personal; Saja es un enfermo de cáncer
terminal dentro de un penal de máxima seguridad y, aunque su único deseo es
confesar sus crímenes, los mafiosos y sus subalternos se las arreglan muy bien
para que los secretos del jefe jamás sean conocidos. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 179%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: .3in; margin-right: .3in; margin-top: 0in; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 179%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La
otra voz en <i>Vientos de Santa Ana</i> es
el diario personal de Amber Aravena, una chilena corresponsal de una popular
revista latinoamericana que llega a Tijuana persuadida por la mítica historia
del zar de las apuestas y también propietario de uno de los zoológicos más
impresionantes de Norteamérica, sitio donde se ha dado el nacimiento de una
cruza entre tigre y león, especie llamada Ligre, cuyo amo es Alfio Wolf. Los objetivos de Aravena son, al
igual que su colega de oficio Damián Lozano, obtener una entrevista con Wolf,
averiguar cómo opera su sique y descubrir si es lo que los rumores apuntan: un
mafioso narco junior que ha hecho y deshecho a su antojo en la frontera más
importante de México y, sobre todo, si es el actor intelectual del asesinato
del columnista “El Gato” Barba.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 179%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: .3in; margin-right: .3in; margin-top: 0in; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 179%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Los
méritos de ambas historias van desde el desarrollo psicológico de los
personajes hasta el reflejo y casi mitificación del zar de las apuestas y la
ciudad donde habita y anida. Daniel Salinas se sirve de la historia de Lozano
para mostrar la rabia de los periodistas, misma que sólo puedo nacer en las
entrañas de una sala de redacción, donde a los escritores, al menos a los de
piel sensible, se les veta de esa trinchera porque no nacieron para ser buenos
soldados o para cazar, como dé lugar, la nota periodística que cubra la
portada; y se les pone en riesgo como si fueran caballitos de batalla
desechables y se les compensa con un salario raquítico o se les amordaza con la
censura una vez que han cruzado la raya. En este recorrido, Salinas Bazave hace
un apunte sobre la batalla que libran a diario los periodistas, una mordaz clasificación
donde equipara desde los pasquineros o jefes de información y editores con las
paraditas de la zona norte de Tijuana o las carísimas scorts contratadas por
internet y arremete contra los dueños o directores de los periódicos que sólo
vanaglorian a los periodistas cuando están muertos. En ese mundillo corrompido,
Lozano no sólo aspira, en una región donde mueren mil mexicanos por año, a
revelar desde el reportaje la verdad sobre quién mandó asesinar al Gato Barba,
aunque el actor intelectual sea un secreto a voces en una ciudad desmemoriada y
todos los caminos conduzcan al Hipódromo; Damián Lozano quiere y cree que él
fue elegido por el periodismo para desenredar ese nudo de la historia legal y
así redimir su fracaso personal como periodista o al menos hacer valer que la
revisión histórica de un hecho puede evitar que un asesino como Alfio Wolf
llegue al poder de Baja California como gobernador. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://i.ytimg.com/vi/B5i7vlHD35w/maxresdefault.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="180" src="https://i.ytimg.com/vi/B5i7vlHD35w/maxresdefault.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 179%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: .3in; margin-right: .3in; margin-top: 0in; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 179%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En el
caso de Amber Aravena, cuyo registro lingüístico a ratos suena como tijuanense,
luego como chilena, y de vez en cuando como regiomontana, su riqueza como
personaje radica en que se convierte en la Virgilio del lector en su recorrido
por Tijuana, mostrándole con sus ojos de extranjera una ciudad construida por
los mitos más populares o soterrados de México, algunas veces espejismos y
otras tantas verdades en apariencia increíbles, casi como los círculos del
infierno de Dante, compuestos por canales donde vagan los migrantes e
indocumentados como fantasmas arrepentidos, monjas que cuidan a los presos como
si fueran sus hijos, zonas rojas donde se serena el sexo y se lava el dinero
del narco y, sobre todo, la radiografía profunda de un zar del miedo, su
historia y lo que lo rodea. Aravena cristaliza parte de las preocupaciones
personales de Salinas Basave, que es la de ser narrador testigo, casi cronista de
Tijuana, algo que ya había explorado en su momento Federico Campbell. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 179%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: .3in; margin-right: .3in; margin-top: 0in; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 179%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Sin
embargo, si Amber funge como la pieza clave que clausura la historia de <i>Vientos de Santa</i> y es la protagonista de
su momento climático, pues es ella quien consigue estar cara a cara con el gran
represor, el gran corrupto Alfio Wolf; el lector podría esperar que debe ser
ella quién resuelva la pregunta dramática de la novela y ponga en jaque al
aparente enemigo. Pero no sucede así y no es porque no lo haya intentado: la
respuesta del presunto asesino es casi una alegoría del cinismo de la cúpula
política poderosa del país. Es casi una representación fiel del maquiavélico
funcionamiento de la sique de ciertos gobernantes en turno mostrando un doble discurso
y el victimismo: no lo maté y en cambio me culpan; yo no lo maté y todos me
señalan. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 179%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: .3in; margin-right: .3in; margin-top: 0in; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 179%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"> La
ficción, al contrario de la Historia con mayúsculas, da la oportunidad de
remendar o redimir ciertos hechos del pasado que pasaron de tal o cual manera.
La ficción, al contrario de la Historia, nos da la oportunidad de hacer ajuste
de cuentas con quien creemos que se lo merecen. Si lo atractivo de los
acontecimientos narrados en <i>Vientos de
Santa Ana</i> es el sistema de contrapesos construido por algunos hechos reales
suscitados hace 25 años en Tijuana y el poder evocativo de la ficción en una
perspectiva del presente, habría sido un logro más en esta novela que Hilario
El Gato Barba, doble del verdadero Héctor Miranda, “El Gato Félix”, se hubiera
llamado como tal, al igual que los diarios o semanarios locales que aparecen en
la historia. Y habría sido aún más que pertinente que Alfio Wolf no fuera Alfio
Wolf, ni el dueño del Hipódromo, sino Jorge Hank, el Pirrurris o el Abominable
Monstruo de las Nieves, apodos que alguna vez arañaron a quien se pensaba
intocable y alimentaron la acidez de quien motivó a Daniel Salinas Basave a
escribir esta novela.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 179%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: .3in; margin-right: .3in; margin-top: 0in; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormalCxSpMiddle" style="line-height: 179%; margin-bottom: 10.0pt; margin-left: .3in; margin-right: .3in; margin-top: 0in; mso-add-space: auto; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<br /></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-896783957082192462015-12-16T11:47:00.001-08:002015-12-16T12:07:28.429-08:00Adiós, beca del FONCA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyS4HbrJHFCBGX_EYysA56iHADAEhPT9CeNBH45jqLA2EnJxNSxeXYckRn4er9UlkHkgZpBGTW3BniSWBWhFXhTs9GUHeVmpQw-PTccE4bY-LF9lzb5oYvKg4xRNBkbs12SVDW/s1600/fonca5501cfa22a990_500w.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="195" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyS4HbrJHFCBGX_EYysA56iHADAEhPT9CeNBH45jqLA2EnJxNSxeXYckRn4er9UlkHkgZpBGTW3BniSWBWhFXhTs9GUHeVmpQw-PTccE4bY-LF9lzb5oYvKg4xRNBkbs12SVDW/s400/fonca5501cfa22a990_500w.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div style="background: white;">
<br /></div>
<div style="background: white;">
<br /></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;">Justo ayer cobré mi última mensualidad
firmada por el FONCA. Lo cual me da todo el derecho de escribir que ya
finiquité mi beca. Es hora de pasar a un nuevo proyecto y también debo descolgar
de mi columna derecha el logo y la leyenda de CONACULTA. <o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;">A mediados de diciembre del 2014 me
convertí por segunda vez en becario del Fondo Nacional para la Cultura y las
Artes, esta ocasión con un proyecto de novela intimista, personal, que ya tenía
bastante avanzada. Durante este año finiquité esa novela e inicié un libro de
cuentos, cuya estructura polifónica me ayudará a verla como novela o bien
como un artefacto.<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;">Con el primer pago de la beca lo utilicé
para saldar el alquiler por una semana que pasamos Flor y yo en las cabañas de La
Bocana, un estero que se encuentra en Baja California Sur, entre Punta Abre
Ojos y San Vizcaíno, a donde se llega luego de un viaje de más de ocho horas en
carro y donde hace un frío de 2°C. Nos habíamos ido a escribir allí antes de
año nuevo el proyecto que nos ayudaría, meses después, a ser admitidos en la
Universidad de Nueva York, así como a planear todo lo que haríamos en el 2015.<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;">Aún recuerdo que tras finiquitar mi
primer beca del FONCA, que fue hace 7 años, tuve una especie de desasosiego no
sólo porque ya no habría esa cantidad económica que me daban mes con
mes, sino porque ya no estaría trabajando, ni en completa reunión, con los
escritores y tutor que había conocido. En esta ocasión cierro contento. La beca
no sólo me dio tiempo para escribir, me llevó a viajar, gracias a la gente del
departamento de Creadores en los Estados, a San Miguel de Allende, Veracruz,
Campeche, Ciudad Obregón, Monterrey y Chiapas, porque las ciudades pidieron que
fuera a impartir talleres o a dar lectura de obra. En aquellas ciudades
hice muy buenas amistades, aprendí mucho, comí y caminé bastante. Estoy
seguro que dentro de poco llegará un buen pretexto para volver a ellas y ese
pretexto será una novela publicada.<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;">En mi memoria me llevo bien resguardados
los tres encuentros del FONCA, el primero y el último en Oaxaca y el de enmedio
en Taxco. Fueron 12 días en los que trabajé y aprendí de Eduardo Antonio Parra
como tutor y de escritores jóvenes como Alfredo Núñez Lanz (al que mi trabajo
le debe un agradecimiento), Héctor Vizcarra, Orfa Alarcón e Isadora Montelongo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;">Sobre estas sesiones quiero hacer un
apunte importante: antes del primer encuentro del FONCA, todos suponíamos, al
menos por los administrativos, que nuestro asesor iba a ser Álvaro Enrigue,
incluso llegué a escribir algo sobre eso en esta página y a mostrar mi
admiración por el narrador de <i>Muerte súbita</i>. Sin embargo, lo fortuito operó a
favor de mi trabajo e hizo que nos pusieran a Eduardo Antonio Parra como el DT de las novelas. De él me llevo su sentido crítico, las historias contadas
después de las comidas y las cenas, las bromas siempre norteñas en las sesiones
de taller, pero sobre todo su generosidad. <o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;">Todo tiene un principio y un final. Y
los finales siempre me han ayudado a reestructura mi forma de trabajo y de
pensar. Es momento de decidir si debo irme a estudiar la maestría a NYU o quedarme
en Tijuana a escribir e impartir mi seminario de creación literaria, o mudarme
junto a Flor, por su puesto, a otra ciudad. Alguna vez mi madre y mi hermano
mayor me dijeron que siempre se llega a una edad en la que es necesario tomar decisiones
y que, muchas veces, una decisión es, también, una deserción. Por lo pronto he
tirado un puñado de dados a muchos lugares. </span><br />
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;">Es cuestión de esperar, como siempre
se debe hacer en este oficio, a que el futuro me sonría mientras estoy en la
mesa de trabajo.<o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif; mso-ansi-language: ES-MX;">Este es el último post de este año. Que la felicidad, la buena literatura y los viajes los abracen lo que falta de este 2015 y en todo 2016.</span></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #222222; font-family: "arial" , "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<br />
<div style="background: white;">
<br /></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-81116266411104042072015-10-29T10:51:00.000-07:002015-10-29T10:52:23.397-07:00Viaje al Puerto de Veracruz<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju4JDirqItgV4tiBrj_905yi_vZWKqYHSlQfwbFw4OuUxI3aHk08bu3GczR-kWgeQt7xVCnUbKMZw921oBusVCcG3NnYetphonhvj_uxqPFurZYeXrEoXn9ih5zsBdX09WwuVT/s1600/Rojo+1_veracruz.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju4JDirqItgV4tiBrj_905yi_vZWKqYHSlQfwbFw4OuUxI3aHk08bu3GczR-kWgeQt7xVCnUbKMZw921oBusVCcG3NnYetphonhvj_uxqPFurZYeXrEoXn9ih5zsBdX09WwuVT/s400/Rojo+1_veracruz.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fotografía de Cevart</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 16px; line-height: 1.38; white-space: pre-wrap;">El viernes 24 de octubre se presentó en Veracruz mi libro de cuentos Rojo semidesierto en el <a href="https://www.facebook.com/cevart/?fref=ts" target="_blank">Centro Veracruzano de las Artes (Cevart)</a>. La idea era cerrar las presentaciones en Mérida, Yucatán, para que el Rojo viajara de península a península, es decir, de la de Baja California a la de Yucatán. Sin embargo, el azar, las circunstancias y las personas siempre amables de Veracruz lograron que la última presentación de este año y quizá de esta primera edición del libro fuera en el puerto.</span><br />
<b id="docs-internal-guid-527dd007-b4a3-9ee3-7ba2-aaddd6faf9bb" style="font-weight: normal;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></b>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwfkIuz-Q043OJuxoJTtLy-N9u-hGeEeC2KboEuIBoOSjp9AjKt1OUqB4x01tj60_ktaPl5274q8JF65H406x9VOxUDijOXjRNUuKbX_jRBbHVVLYDnQbDghHaFS94eeYPM6qU/s1600/Veracruz+7.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwfkIuz-Q043OJuxoJTtLy-N9u-hGeEeC2KboEuIBoOSjp9AjKt1OUqB4x01tj60_ktaPl5274q8JF65H406x9VOxUDijOXjRNUuKbX_jRBbHVVLYDnQbDghHaFS94eeYPM6qU/s320/Veracruz+7.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fotografía de Cevart</td></tr>
</tbody></table>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El salón donde se comentó la obra y leí un par de relatos estuvo medianamente lleno. La mayoría de la gente que asistió fueron los participantes del taller de narrativa que impartí en el mismo centro y uno que otro interesado. Debo aceptar que fue una presentación entrañable. Tenía cerca de un año o un poquito más que no leía los relatos que leí y que no hablaba de los motivos que me llevaron a escribir ese libro, así como la trilogía que ahora me hallo escribiendo y vincula al Rojo con dos novelas más. En la presentación rememoré cuando Zacatecas se llenó de inseguridad, cuando, durante el calderonato, México era referencia directa de crimen, impunidad, muerte, narco y gripe porcina; y rememoré también a mis amigos que se unieron al crimen organizado o desaparecieron a causa del desempleo, la inseguridad y las extorsiones.</span></span></div>
<b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></b>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigamHHMB_mBn3URXm6B7n4Ga6ENmYlg2EvT_-hATCAu8DKduxsM97hxBLS0qnxr4p9zZKf1XRyoMzJds1QyYRXKCo7m6ashsiRyOcaBPpS3nN_7zbA1RBhjnguhz8Z8aGw_hP4/s1600/Veracruz+6.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigamHHMB_mBn3URXm6B7n4Ga6ENmYlg2EvT_-hATCAu8DKduxsM97hxBLS0qnxr4p9zZKf1XRyoMzJds1QyYRXKCo7m6ashsiRyOcaBPpS3nN_7zbA1RBhjnguhz8Z8aGw_hP4/s320/Veracruz+6.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cevart</td></tr>
</tbody></table>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Aunque la mayoría del auditorio pensaba que el Rojo es un libro sobre Tijuana, la misma lectura de los cuentos aclaró que no, que es un libro que trata de México en general y muchos de los daños que los jóvenes de mi generación hemos vivido o visto. Más tarde, gracias al diálogo que generaron, expliqué que en sus inicios el libro buscaba enunciar al Zacatecas de hoy, un semidesierto teñido de pólvora, nostalgia, nombres que se han quedado en el pasado pero perduran en la memoria, un cielo crepuscular y todo lo que implica la tragedia y la nostalgia. Pero con los viajes y las mudanzas integró lugares de Mexicali y Tijuana.</span></span></div>
<b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></b>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Una de las asistentes, influenciada por el comentario de la persona que presentó mi libro, me preguntó: ¿cómo hace para no enfermar de angustia por lo que escribe? La verdad, la pregunta me agarró desprevenido. Escribir es un oficio que me hace feliz. El placer que te da el hecho de acabar un capítulo de novela, un relato, una novela entera o libro de cuentos, no te lo da otra actividad. Sientes que has dicho lo que tenías que decir y que no hay nada por lo cual debas arrepentirte. Sino, más bien, mucho que tienes que defender y por lo que debes apostar. Al finiquitar un libro, crees que has traído algo muy tuyo al mundo y no es un hijo.</span></span></div>
<b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></b>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVmNGAgX5tzhXdO6HvcOiLim3YX_GUcM1wbvm8nr3nMRRxGzCHscNC6x6C32P0WFPXhyphenhyphenEShF-YCWk5G_WNELvUnRt_P-xY_67x7WolzLLgmYkXC7FbIFdqJV1zDf-vJxVuxtYj/s1600/Veracruz+8.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVmNGAgX5tzhXdO6HvcOiLim3YX_GUcM1wbvm8nr3nMRRxGzCHscNC6x6C32P0WFPXhyphenhyphenEShF-YCWk5G_WNELvUnRt_P-xY_67x7WolzLLgmYkXC7FbIFdqJV1zDf-vJxVuxtYj/s320/Veracruz+8.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cevart</td></tr>
</tbody></table>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Si sus biógrafos no mienten, Víctor Hugo jamás enfermó de tristeza al escribir Los miserables, al igual que Revueltas jamás se contagió de lepra por convivir con los leprosos. Y, si llegó a contagiarse, jamás murió de lepra o por la lepra. Cuando uno escribe juega con un sistema de contrapesos constituido por la realidad y la ficción. Mucho de la realidad se queda en el traslado al papel y mucho de la ficción se mete en el modelaje de esa realidad mientras se escribe. Si bien el Rojo parte de la realidad mexicana, en qué se convierten la vida de las personas que se ven tocadas por la violencia, sus cuentos en esencia no sólo hablan de la crueldad, la muerte y la tragedia; rescatan la esperanza y la nostalgia.</span></span></div>
<b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></b>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQmGHDmOMLIV1999zsHfwuHnngydHF_c5eGpqvEiY4PJkxCa3OGPYTidBZlBEuJy4mU1eLy5S5KrFpJAQhkSmNe1TxaiquAbqIIRR-OOb4thriCpOMAANZJQpuutByb1wtZSKd/s1600/Veracruz+9.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQmGHDmOMLIV1999zsHfwuHnngydHF_c5eGpqvEiY4PJkxCa3OGPYTidBZlBEuJy4mU1eLy5S5KrFpJAQhkSmNe1TxaiquAbqIIRR-OOb4thriCpOMAANZJQpuutByb1wtZSKd/s320/Veracruz+9.jpg" width="212" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cevart</td></tr>
</tbody></table>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Otra de las preguntas de la persona que me presentó y, para ser honesto, me sorprendió, fue: ¿por qué haces narcorrealismo con tu literatura? Ya en Monterrey, no hace más de dos semanas, en una mesa de diálogo propusimos varios escritores de mi generación que a nosotros no nos interesa hacer narcoliteratura o narcorrealismo ni como opción para entrar a una editorial comercial ni para obtener la atención de los lectores. Escribimos sobre la violencia y sus consecuencias porque es lo que prima en nuestra vida: todos tenemos un amigo desaparecido, a todos nos alcanzó el rumor de un secuestro, la luz de la pólvora, muchos hemos visto o escuchado las quejas por extorsiones y, lo que es peor, miramos a diario en las redes sociales, los noticieros y otros medios de comunicación el cinismo con que se manejan algunos mandatarios ante el dolor de los que han sido tocados por la tragedia. </span></span></div>
<b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></b>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Y esta preocupación, en mi caso, no me la han heredado directamente los escritores mexicanos, mucho menos aquellos que ahora estiman y desestiman el Noir, sino los narradores de Colombia que buscan ficcionalizar las consecuencias psicológicas, sociales y hasta económicas que dejó el conflicto entre el aparato de seguridad del Estado y el crimen organizado, así como los grupos insurrectos. Si ya los periódicos, los narcorridos y otros tantos medios hacen homenaje a esta guerra como si se tratara de aqueos y troyanos, ¿por qué uno debe seguirles el paso?</span></span></div>
<b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></b>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9-O6KzcwViAHWvulWlgh4vHc3Kx8nZmO6652ZbNYLUxDhs3gdnLtyuXmDJOdngmV3MR8MN751Gud7EsKzkr7fFsI7rUrEsrWFIPA-ZVzkav3kPbrbapsb65k6XvyLV3ZWFzqc/s1600/Veracruz+10.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9-O6KzcwViAHWvulWlgh4vHc3Kx8nZmO6652ZbNYLUxDhs3gdnLtyuXmDJOdngmV3MR8MN751Gud7EsKzkr7fFsI7rUrEsrWFIPA-ZVzkav3kPbrbapsb65k6XvyLV3ZWFzqc/s320/Veracruz+10.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fotografía de Javier Casco</td></tr>
</tbody></table>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Veracruz es una ciudad que me ha tocado profundamente. Aquí dejo buenos amigos y largas caminatas nocturnas. Y un redescubrimiento: hace apenas unas semanas no había podido escribir ni siquiera un suelto o comentario sobre literatura, los días que he estado aquí me ayudaron a retomar partes de la novela y escribir dos entradas para esta página. No sé si se deba a lo que el doctor Javier Casco me dijo las noches que bebimos en el Diligencias, algo sobre Juan Vicente Melo y José Emilio Pacheco y Veracruz como el buen lugar para escribir. Lo que sé es que volveré pronto y espero sea en las fechas del carnaval. Por ahora, debo hacer mi maleta para viajar a Campeche, donde impartiré una charla sobre escritores nacidos en la década del ochenta. </span></span></div>
<b style="font-weight: normal;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></b>
<br />
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"> </span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"> </span></span></div>
<div dir="ltr" style="line-height: 1.38; margin-bottom: 0pt; margin-top: 0pt;">
<span style="background-color: transparent; color: black; font-size: 16px; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: 400; text-decoration: none; vertical-align: baseline; white-space: pre-wrap;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"> </span></span></div>
<br /></div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-15449769654419426602015-10-20T12:32:00.000-07:002015-10-20T12:35:19.070-07:00Los viajes, el trabajo y los días<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6IEPkBSihiuTRsFev1cdBRPMc5gKFSjMSDuqRStSBkXJtKgIklCIWQY-4VTY0MwVoizRrTloXslvcBCWfykfIxxpdm_6UQL2xmeYUvIwDpQ-aZbNul9lO4TSHIyLoxZMEwdfF/s1600/Monterrrey+0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6IEPkBSihiuTRsFev1cdBRPMc5gKFSjMSDuqRStSBkXJtKgIklCIWQY-4VTY0MwVoizRrTloXslvcBCWfykfIxxpdm_6UQL2xmeYUvIwDpQ-aZbNul9lO4TSHIyLoxZMEwdfF/s400/Monterrrey+0.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En mi vida
he asistido a muy poquísimos encuentros de escritores jóvenes en mi país y,
para ser honesto, a la mayoría de los escritores de mi edad o que nacieron
durante la década del ochenta los conozco por sus libros, es decir, los he
leído influido por la idea de que leer es un acto de bondad y la mejor manera
de conocer al otro, aunque muchas veces ese otro mienta en sus textos. La
semana pasada anduve en Monterrey, fui invitado por Sergio Pérez Torres, un
veinteañero trajeado, que organiza el encuentro con el mismo esmero con que
viste y cuida su persona y es anfitrión. Fue un encuentro “chingón”, es decir,
conocí a gente que ya había leído y otra tanta que apenas conocía o había
escuchado de ella. De Sergio me llevo, además de una sólida amistad, sus ganas
de querer educar a los escritores, es decir, de que respeten su trabajo y la
forma en cómo lo presentan. Gracias, querido. Ahora uno no se halla caminando
solo este sendero difícil del escritor. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Mi
participación consistió en leer una ponencia sobre mi postura ante la
literatura del narcotráfico (que dentro de poco tiempo publicaré en mi página)
y un fragmento de mi obra, más precisamente, "Los que lloran”, de Rojo semidesierto,
un relato manifiesto sobre la condición del escritor ante la violencia y la
prostitución intelectual a cambio de becas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh76Rju8-U_Ol1v5ssldhnVWvVFMwVN-iREDELtUdEZea6dDWIDvOXWa_56zMH8YZ2GJ_xoLJpES_ArWn00FPzCL5QMvHSDsDzwI2HQfwlehySROiT0KflU88n_8zn_8JYFUcZP/s1600/Monterrey+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh76Rju8-U_Ol1v5ssldhnVWvVFMwVN-iREDELtUdEZea6dDWIDvOXWa_56zMH8YZ2GJ_xoLJpES_ArWn00FPzCL5QMvHSDsDzwI2HQfwlehySROiT0KflU88n_8zn_8JYFUcZP/s400/Monterrey+2.jpg" width="300" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Alguna vez
escuché que los verdaderos encuentros se dan en las mesas de bar o de cantina.
Cierto o falso, debo confesar que participación también consistió en desvelarme
y conocer en noches de cerveza artesanal y guateque a un buen número de mis
contemporáneos. Muchos saben que no soy un borracho empedernido y que a veces,
muy de vez en cuando, suelo molerme en el asfalto corriendo para segregar serotonina.
Pero quiero creer que me defendí en dos madrugadas y una que otra tarde en el
Sierra Madre. El encuentro terminó el domingo y ese mismo día abordé un avión a
Ciudad de México y otro más a Veracruz, lugar que me recibió con un chubasco
que me empapó nomás al bajar del taxi y entrar al hotel. Mientras iba en el
avión, quise retomar el trabajo suspendido, pero me dolían tanto los ojos y la
cabeza, que preferí dormir. En la cama del hotel, en cambio, permanecí despierto
hasta las 3 de la madrugada y no pude bajar a la alberca porque estaba cerrada
por el clima. Así es la soledad del viajero: permanece en la vigilia queriendo
soñar con su cama y la mujer que ama a su lado.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDZNulRaBaR_jqncQyvjff4cRiryIM0ziw2OyzuSiGiiR9PnE52hgJ6UhhGHyhx6fpZykBl4WGraNWehJ8OZq7TjWv43JnSIecyO2Cxjp-s_7x2A9w7tEpLgBVsJ5i-x2LG11s/s1600/Veracruz+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDZNulRaBaR_jqncQyvjff4cRiryIM0ziw2OyzuSiGiiR9PnE52hgJ6UhhGHyhx6fpZykBl4WGraNWehJ8OZq7TjWv43JnSIecyO2Cxjp-s_7x2A9w7tEpLgBVsJ5i-x2LG11s/s320/Veracruz+1.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Ayer empecé
un taller de narrativa en Veracruz, tuve 31 participantes y me dijeron que con
sin barba soy un escritor muy serio y con barba inspiró madurez. No sé qué
significó eso, pero no traigo conmigo tijeras ni rastrillo para afeitarme. Al
final del taller regresé al hotel para ponerme a trabajar en una antología de
cuento que me encargó la universidad donde trabajo. Me dormí hasta las 2 de la
madrugada, desperté a las 8 y me fui a nadar cerca de dos kilómetros. Luego
llamé a Beatriz Espejo y, como siempre, su voz fue como la de una madre que
echa porras, y no deja de decirme El pequeñito.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguCZsBFsY-ACk4vWFe-OrqdMNot-aQ8AijqDPeP8-rFlSNrhbeXRN3NgsTgJK-KSw6l8L1089-J44ZRAd87ZF49kqzbnHevNIcAA6Ung2Ndor5aatky64NevrpuQwmh0Ppzskp/s1600/Taller+de+narrativa_Veracruz_FONCA2015.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="267" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguCZsBFsY-ACk4vWFe-OrqdMNot-aQ8AijqDPeP8-rFlSNrhbeXRN3NgsTgJK-KSw6l8L1089-J44ZRAd87ZF49kqzbnHevNIcAA6Ung2Ndor5aatky64NevrpuQwmh0Ppzskp/s400/Taller+de+narrativa_Veracruz_FONCA2015.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Ahora,
mientras escribo esto, me duelen los brazos y también las piernas, estoy por
terminar la edición de un cuento de la antología y siento que mi cerebro
funciona en automático. Es casi la hora de ir a comer y recapitular el taller.
Pienso en los miles de kilómetros que me distancian de Tijuana, en Flor, que
seguro se encuentra en la oficina, en Ikki, nuestro perro, que se lanzó hace
dos semanas de la ventana del cuarto de servicio porque no soporta estar solo y
prefiere el vacío que una casa limpia pero sin dueños. Pienso en los trabajos
de mis alumnos que aún no reviso y debo revisar para ponerles calificación, en
las críticas y recomendaciones de los libros que me mandaron algunos amigos y
yo aún no envío porque tengo traspapelados los archivos. Pienso en la línea
fronteriza, en todos los que cruzan a San Diego y regresan a Tijuana, en las
calles que corro y en los food trucks y la Revolución. Pienso que no he escrito
una sola línea de literatura y que mañana, quizá, tenga tiempo para hacerlo y,
en lugar de hacerlo, bajaré a la alberca, me sumergiré en el agua y empezaré a
nadar y nadar. No sé si esto sea ser escritor, pero siento que este oficio,
aparte de escribir, también provoca un cansancio placentero, como cuando corres o nadas.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX"><br /></span></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-85458538251229451892015-08-31T12:20:00.002-07:002015-08-31T12:20:27.471-07:00Diplomado de Narrativa en San Miguel de Allende<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkUYVU5DDIXgRmDfFe1XKrk33ONQJrKXeIM7Gb5N7ZNxkZSR2IgnaAfZXOvGH0w-vi23PbaK8GT9OSdHP8O9uf1S4A1RNAJyAEXrZ8EYofs4NbdquiCttdmoOr3F6GyZQ76h9W/s1600/2015-07-24+09.04.24.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkUYVU5DDIXgRmDfFe1XKrk33ONQJrKXeIM7Gb5N7ZNxkZSR2IgnaAfZXOvGH0w-vi23PbaK8GT9OSdHP8O9uf1S4A1RNAJyAEXrZ8EYofs4NbdquiCttdmoOr3F6GyZQ76h9W/s400/2015-07-24+09.04.24.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Durante el mes de julio impartí el Diplomado Estructuras
Narrativas Contemporáneas en el INBA de San Miguel de Allende. El diplomado
duró una semana y asistieron alrededor de 22 personas. En él vimos, además de
algunas de las estructuras de la novela (siempre estuvieron presentes John Trubi,
James Wood y David Lodge), la idea de que el cuento es un género en continuo
cambio y movimiento. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOQu84Vf04HVOAgfuvLICHNtSFaFDa7eyJ4quDcOE3Zt1BwmDTFaPi8JWkHu4Uev9smLIj-BmtTOWz25y2yHhuoTZk0TBJ3ts0SfYiW6Zd6UtITpfrJvJ7mJ_uwwWHX_H0dRhG/s1600/2015-07-24+09.04.56.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOQu84Vf04HVOAgfuvLICHNtSFaFDa7eyJ4quDcOE3Zt1BwmDTFaPi8JWkHu4Uev9smLIj-BmtTOWz25y2yHhuoTZk0TBJ3ts0SfYiW6Zd6UtITpfrJvJ7mJ_uwwWHX_H0dRhG/s400/2015-07-24+09.04.56.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Asimismo partí del supuesto de que para jugar con las
estructuras primero hay que conocer las formas clásicas de contar historias, y
si después eso los intereses del creador siguen siendo inventar el hilo negro de
la narrativa, se empiece con el experimento, aunque lo fundamental es no perder de
vista que lo importante es narrar. Los seres humanos estamos construidos de
historias y nos encanta vivir de ellas. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTqaA97GF0d9iYOnNlRFlJJC3xCBPnZXZGiSLjo12m8Px6jK6QIBR8VJudxuJoq8fcKcD26deRz2d1cQLG3SLKy2ChdkBvL0L-K1zj03NPgQxBStHv2SyQr16HNetcnVQ3wP2r/s1600/2015-07-24+09.02.05.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="135" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTqaA97GF0d9iYOnNlRFlJJC3xCBPnZXZGiSLjo12m8Px6jK6QIBR8VJudxuJoq8fcKcD26deRz2d1cQLG3SLKy2ChdkBvL0L-K1zj03NPgQxBStHv2SyQr16HNetcnVQ3wP2r/s400/2015-07-24+09.02.05.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Otro de los temas que abordamos fue la historia
subterránea, sus formas de emplearla y ocultarla. Para ello, leímos el clásico
texto de Óscar de la Borbolla sobre el tema y leímos también a uno de los
narradores contemporáneos más interesantes del sur de México, me refiero a
Carlos Martín Briceño. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Durante el diplomado hable mucho sobre la vocación, el
amor a la escritura y la lectura. Somos los libros que hemos leído y leeremos; somos los libros que hemos escrito, estemos escribiendo y escribireremos. Este oficio se forja
con humildad y soberbia: humildad para buscar las formas de dialogar con el lector,
empatizar con él. Y soberbia para no renunciar nunca, pase lo que pase, a la
escritura.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhg1d8oS0o6GX12kF8q_oSVmoTQkTEue8DIoz9CZh7xJXJBbZKJtgJmysM6qdLnFhYh8vnVJjV3oeX1t4X_CANBl8nTKLCTxRYByCS0wNvKWRySi9ZF1H6i3o0NuAVr_3NQCkpc/s1600/2015-07-24+17.54.38.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="298" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhg1d8oS0o6GX12kF8q_oSVmoTQkTEue8DIoz9CZh7xJXJBbZKJtgJmysM6qdLnFhYh8vnVJjV3oeX1t4X_CANBl8nTKLCTxRYByCS0wNvKWRySi9ZF1H6i3o0NuAVr_3NQCkpc/s400/2015-07-24+17.54.38.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Agradezco infinitamente a <a href="https://www.facebook.com/monica.hoth?fref=ts" target="_blank">Mónica Hoth</a> por la invitación a San Miguel, a <a href="https://www.facebook.com/carmen.rioja?fref=ts" target="_blank">Carmen Rioja</a>, por aterrizar la sesión junto a sus compañeros con comentarios siempre muy atinados y a <a href="https://www.facebook.com/armida.zepeda?fref=ts" target="_blank">Armida Zepeda</a>, por su compañía y hospitalidad. Gracias a las gestiones que hizo Mónica, me hospedaron en uno de los más bellos hoteles de San Miguel, aquí un par de fotos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhI_jLAOsAyal2vyslJd2NfuXTZ56SHxF2SPhr98_RVWo96ZVnEm0S3EoKsP_48hHnsHmG1bkHGBnsMoUxOncPCRtY6Ewa49b7mpFxkdPJ8FNU0FZDhHHmtxEOGcx_qMC_xaGF3/s1600/2015-07-24+11.34.58.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhI_jLAOsAyal2vyslJd2NfuXTZ56SHxF2SPhr98_RVWo96ZVnEm0S3EoKsP_48hHnsHmG1bkHGBnsMoUxOncPCRtY6Ewa49b7mpFxkdPJ8FNU0FZDhHHmtxEOGcx_qMC_xaGF3/s320/2015-07-24+11.34.58.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZkrIR_9hX8CPT6zk6JnGmKXYRrKBGsSBBaQIVundbogYFBHZdn2R7cIO3BNurVeeioB2wr8yw3JpSqJ1r-94Guky_kv9wXRYQF-JhBAP4dATlH3uBcsrO1P7spWk0eRneRG2M/s1600/2015-07-24+11.37.12.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZkrIR_9hX8CPT6zk6JnGmKXYRrKBGsSBBaQIVundbogYFBHZdn2R7cIO3BNurVeeioB2wr8yw3JpSqJ1r-94Guky_kv9wXRYQF-JhBAP4dATlH3uBcsrO1P7spWk0eRneRG2M/s320/2015-07-24+11.37.12.jpg" width="239" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkgDQH15gfnxajK0z__-E6QSKXeIZHSB8_1W3z2SnYJJ6D2RAQx8ySFbG_6ElAmnSOif2yodUeY_USjCJRqk5ch2E0xB1C1GQJRPLU9gVzhHKVJK1rJAGH3shLhSwKIBfk1e0i/s1600/2015-07-24+11.37.57.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkgDQH15gfnxajK0z__-E6QSKXeIZHSB8_1W3z2SnYJJ6D2RAQx8ySFbG_6ElAmnSOif2yodUeY_USjCJRqk5ch2E0xB1C1GQJRPLU9gVzhHKVJK1rJAGH3shLhSwKIBfk1e0i/s320/2015-07-24+11.37.57.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El miércoles viajaré a Ciudad Obregón, la tierra del
calor (después de Mexicali) y los perritos calientes, para impartir antes de
la feria del libro que organiza el Instituto Politécnico Nacional otro taller
de narrativa, durante el 3 al 5 de septiembre. Luego viajaré a Zacatecas para
seguir con un proyecto de libro en el que ando muy metido. </span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">A toda la gente que de pronto pasa por esta página para ver las nuevas, les doy las gracias por su tiempo e interés. La semana pasada llegamos a las 50 000 vistas. Y vendrás más entradas. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"> <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-41090641554631367552015-06-29T11:42:00.001-07:002015-06-29T11:46:36.081-07:00De península a península, texto homenaje a la obra de Beatriz Espejo<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0in 22.3pt 0.0001pt 0in; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 170%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 22.5pt; margin-top: 0in; tab-stops: 441.0pt; text-align: right;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: 170%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 22.5pt; margin-top: 0in; tab-stops: 441.0pt; text-align: center;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 170%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Joel
Flores•<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 170%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 27.35pt; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0in 27.35pt 0.0001pt 0in; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">En febrero de
2015 me encomendaron enlazar a Beatriz Espejo con el comité organizador de la
Feria del Libro de Tijuana. Entonces acababa de postularme como candidato a la
maestría en escritura creativa en español de New York University y, por afanes
profesionales, había sostenido una breve correspondencia vía correo electrónico
con ella durante los últimos meses de 2014, para pedirle una carta de
recomendación dirigida a la universidad, pues me pareció la escritora más
idónea para hacerlo porque conoce parte de mi trabajo, luego de haber sido
jurado de mi libro <i>Rojo semidesierto</i>
en el Premio Internacional Sor Juana Inés de la Cruz. Beatriz se portó amable,
con una humildad que a muchos nos falta y a pocos les sobra; y el que me hayan
encargado esa tarea me pareció la mejor manera de agradecerle lo que ha hecho
por mi obra y, sobre todo, por mi formación profesional al expedir una carta
que guardo en el cajón de los mejores recuerdos. El homenaje será, mejor dicho
ha sido, el
viernes 19 de junio en uno de los recintos culturales más importantes de
Tijuana. El mismo comité me encargó redactar un texto para el video homenaje
que mi compañera de vida, Flor Cervantes, ha editado. El video y el texto se los comparto
como una invitación más a la obra de una maestra del cuento, a la que aún
tenemos mucho qué leer y aprender.<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 170%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 27.35pt; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/3zzVJEEdqEw/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/3zzVJEEdqEw?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 170%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 27.35pt; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 170%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 170%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 27.35pt; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 170%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 170%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 27.35pt; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 170%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Beatriz, alguna vez leímos, gracias a tu esposo, que
tus cuentos son botellas arrojadas al mar con la esperanza de que lleguen a cualquier
puerto, a cualquier ribera, a cualquier mano. Y no pudimos dejar de imaginar a
una hermosa veinteañera, traviesa, al igual que animosa, alumna de Luisa Josefina
Hernández, tallerista de Juan José Arreola y Julio Torri, condiscípula de José
Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis y Gustavo Sainz, arrojando hace más de
cuarenta años varias botellas desde el Puerto de Yucatán, para que nosotros en
el Pacífico, tiempo después, pudiéramos recibirlas en una temporada de cambio
climático en que las ballenas empezaron a encallarse constantemente en Playas,
al igual que aparecieron las pequeñas langostas tapizando la arena y un lobo
marino que no estaba muerto, sino descansando, porque dentro de nada volvería a
partir. Así como parte también tu obra hacia otros mares, para enseñarnos que
la buena literatura, tu literatura, no se conforma ni se estanca, sino que
busca siempre nuevas corrientes y periplos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 170%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 27.35pt; margin-top: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 170%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Luego de abrir
esas botellas, descubrimos el brillo del espejo: en cada uno de los mensajes
que se ocultan tras el vidrio, están tus cuentos, el vivo reflejo de las
familias mexicanas de la clase media y media alta y el papel lúdico, afanoso,
crítico y determinado por la mirada femenina, amplia de recursos expresivos, de
mujer no sólo en el ámbito doméstico, sino en el académico y familiar. Hay
venganzas, sí, porque esa actividad esta acendrada en la sangre de cualquier
humano y no respeta género, como la de la esposa que condimenta con sangre
femenina el bistec del marido para que se ingra por fin a sus encantos, o como
la de la sastre de alta costura que se presta a las decisiones de Dios. Hay una
admiración a lo cosmopolita, a construir los cuentos con los ojos de la viajera
y la avidez por conocer qué hay más allá de México, no en balde nos heredas una
nueva Marilyn Monroe, una nueva Isadora Duncan, Silvina Ocampo y Silvia Plath. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 170%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 27.35pt; margin-top: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 170%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Pero sobre todo,
en esas más de mil páginas que forjan tu obra, estás tú, la narradora
disciplinada, que escribe de las siete a las diez de la mañana, que confía en
las lecturas de los clásicos como Marcel Proust, que sabe latín, que se esmera
por nutrir el estilo literario, que apuesta por el uso perfecto de las palabras
que urden el cuento; estás tú hablándonos de la educación en la niñez en una
escuela de monjas, las veces que a las madres les sacabas la lengua o les dabas
una mordida en la mejilla, porque te alteraba, como a cualquier niña que honra
a su padre, que lo compararan con catarrines de barriada, sólo para poner a
prueba los preceptos religiosos. Estás tú siendo peinada por tus tías, mujeres
de manos vivaces, caderas anchas, que trenzaban tus cabellos y los de tus
primas como si estuvieran trenzando la mayoría de las historias que años
después forjarían tus <i>Muros de azogue</i>,
<i>El cantar del pecador</i> y <i>Alta costura</i>. Cuentos y cuentos que
ahora nos evocan al México de finales del siglo XX, a las mujeres que cargan la
famosa doble jornada, la de las relaciones personales y las de seguir con la
tarea doméstica y laboral. Esas manos delgadas y vivaces de tus tías también
trazan, si nos apuran, parte de <i>Todo lo
hacemos en familia</i>, tu primera novela que evoca al macho mexicano encarnado
en los generales posrevolucionarios, en los padres conservadores, pudientes y
luchones; y a las señoritas bellas y educadas que tejen y esperan, que dan
puntadas por cada minuto de su vida, por cada episodio de su existencia, para
crear la colcha de la memoria de la mujer mexicana, una Penélope que espera a
su Odiseo bigotón, trajeado y engominado. Que en las más vastas y variadas
formas de tejer evoca todos los recuerdos que la han forjado y, quizá, un
posible futuro que la definirá. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 170%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 27.35pt; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 170%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"> En
las botellas que llegaron a estas playas hay, Beatriz, como en toda obra
nutrida bajo el rigor de la disciplina y la afinidad por la trascendencia, más
que pedagogía sobre el arte de escribir, enseñanza pura sobre el arte de
contar. Uno puede leerte y salir preñado con la amplia instrucción sobre la
estructura del relato, sus modos de encubrir el conflicto, las formas de
iniciar y acabar. Pues de principio a fin la mayoría de tus cuentos, algunos
escritos en los setentas y ochentas, otros a mediados y finales de los noventas
y unos más a la entrada del 2000, están fondeados por la búsqueda de la
perfección, la sugerencia y el placer estético. Los cuentos son, nos dices, “esferas
perfectas suspendidas en el aire, dan varios mensajes subterráneos y nos
obligan a recordar lo leído, lo vivido, lo ya antes recordado”; nos ayudan a
suponer de qué estamos hechos. Escribes como si cada cuento te haya costado una
vida entera, para que a nosotros nos roben un suspiro, un parpadear de ojos. Y
cultivas en ellos un amplio registro de voces, atmósferas, que no replicas ni
troquelas en las siguientes narraciones. Te desmarcas de una generación de
narradoras conformada por Elena Poniatowska, Cristina Pacheco y Guadalupe
Loaeza, quienes (como lo predijiste hace años en una cátedra en Colima,
justamente también a tu esposo) tienen un enorme interés sociológico, pero a
quienes no se les concedía entonces mayores méritos literarios. Y te unes, por
afinidad, a Inés Arredondo, Guadalupe Dueñas y, en especial, a Elena Garro.
Para invitarnos a entender que cada cuento tuyo vendría siendo la superación de
ti misma y un mensaje cargado de nostalgia de lo que fuimos y seremos, joyas
narrativas enviadas desde el Puerto de Veracruz a Playas de Tijuana, de
península a península.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 170%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 27.35pt; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 170%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 27.35pt; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDw2e6PCWxE1JC_Mj4eqCTPXddb_FANs6KouWh9rii5IhZ1t3DXv8BtvNVo-ES1nh7TPaFPH4kwz7uEQlbNlOLS3L69kCvpnnXgYJhJt9_LyB6hHkPBIfWOnz-rZ5oy06xLA3U/s1600/Texto+publicado.PNG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDw2e6PCWxE1JC_Mj4eqCTPXddb_FANs6KouWh9rii5IhZ1t3DXv8BtvNVo-ES1nh7TPaFPH4kwz7uEQlbNlOLS3L69kCvpnnXgYJhJt9_LyB6hHkPBIfWOnz-rZ5oy06xLA3U/s400/Texto+publicado.PNG" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="font-size: 16px;">De "Península a península" se publicó en el número 2014 de La gualdra</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: 0in; margin-right: 27.35pt; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 10.5pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: 0in; margin-right: 27.35pt; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 10.5pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: 0in; margin-right: 27.35pt; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 10.5pt; line-height: 150%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">•JOEL FLORES nació en Zacatecas en 1984. Ha residido
en México Distrito Federal y España. Es autor de los libros <i>El amor nos dio cocodrilos</i> (2013), que
fue escrito en la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Artistas, afincada en
Andalucía; <i>Rojo semidesierto</i> (2013),
que ganó el Premio Internacional de cuento Sor Juana Inés de la Cruz; y <i>Nunca más su nombre</i>, Premio Bellas Artes
Juan Rulfo para Primera Novela. Actualmente vive en Tijuana, escribe para su
página www.bunker84 y es becario del Fondo Nacional para la Cultura y las
Artes. <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-47218774724516478982015-06-19T11:34:00.000-07:002015-06-19T11:35:32.092-07:00Hoy la Feria del Libro de Tijuana hará un homenaje a Beatriz Espejo<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
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<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg33FBSFvgdF0G2viFNFJ7vlGLLOUNv5MghgcyJqh5iWPFrCDvWN3IhzzGqUp5kbAQr0ZVrywECoOoQ4TtldGbrHx_a7afN6A_EdYRKBV20ZMB-oB8JoeOABSsLRH96cWvPVA8Y/s1600/Beatriz.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg33FBSFvgdF0G2viFNFJ7vlGLLOUNv5MghgcyJqh5iWPFrCDvWN3IhzzGqUp5kbAQr0ZVrywECoOoQ4TtldGbrHx_a7afN6A_EdYRKBV20ZMB-oB8JoeOABSsLRH96cWvPVA8Y/s320/Beatriz.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><a href="https://www.facebook.com/FeriaDelLibroDeTijuana?fref=ts" target="_blank">Hoy a las 6 de la tarde la Feria del Libro de Tijuana hará un homenaje a Beatriz Espejo en el CECUT</a>. Y a mí me tocó la fortuna y el
encargo de escribir el guión para el video que Flor Cervantes elaboró para
dicho suceso. Estoy alegre porque la encomienda me motivó a leer todos los
cuentos de Beatriz y aprender un poco más de la tradición narrativa del cuento
y de la relación que esta extraordinaria cuentista tuvo con Emmanuel Carballo,
el crítico de críticos de nuestro país, quien fuera su marido y quien falleciera
en las mismas fechas que Gabriel García Márquez.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLL0E_hDbBez9_ywlpxOHnR3dVm-FOxA4YeKLBAdQDAWePyzhJN-27ZZZ9hpFzprKDs4iN9fiC26rsrV10sZ8VmXkk7OQbuXzeWJDRE1E6UhJWGYAjMpnGi9srJY67erKl-nIR/s1600/Joel+Feria+del+libro+de+Tijuana.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLL0E_hDbBez9_ywlpxOHnR3dVm-FOxA4YeKLBAdQDAWePyzhJN-27ZZZ9hpFzprKDs4iN9fiC26rsrV10sZ8VmXkk7OQbuXzeWJDRE1E6UhJWGYAjMpnGi9srJY67erKl-nIR/s320/Joel+Feria+del+libro+de+Tijuana.jpg" width="213" /></a><span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El texto, por honor a quien lo encargó, no puedo
colgarlo ahora en mi página. Pero sí un leve fragmento que puede servir como
invitación a ustedes para que acudan al homenaje y la feria. La siguiente semana
segurísimo subiré el video aquí mismo y subiré también el texto completo ya
publicado en algún suplemento cultural de Tijuana o Zacatecas. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Por otro lado, mañana la misma Beatriz presentará mi <i>Rojo semidesierto</i> en CECUT a las 7 de la
tarde. Como ya muchos saben, ella fue, junto a Eraclio Zepeda y Alberto Chimal,
una de los jurados que reconoció mi libro con el premio Sor Juan Inés de la
Cruz hace dos años. Me ilusiona escuchar sus comentarios, pero me ilusiona más
salir de mi casa a recibir buenas noticias y a conocer nuevas personas, luego
de haber escrito casi 40 páginas en un mes.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"> <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 170%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; margin-left: .5in; margin-right: 27.35pt; margin-top: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 170%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Beatriz, alguna vez leímos, gracias a tu esposo, que
tus cuentos son botellas arrojadas al mar con la esperanza de que lleguen a cualquier
puerto, a cualquier ribera, a cualquier mano. Y no pudimos dejar de imaginar a
una hermosa veinteañera, traviesa, al igual que animosa, alumna de Luisa Josefina
Hernández, tallerista de Juan José Arreola y Julio Torri, condiscípula de José
Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis y Gustavo Sainz, arrojando hace más de cuarenta
años varias botellas desde el Puerto de Yucatán, para que nosotros en el
Pacífico, tiempo después, pudiéramos recibirlas en una temporada de cambio
climático en que las ballenas empezaron a encallarse constantemente en Playas,
al igual que aparecieron las pequeñas langostas tapizando la arena y un lobo
marino que no estaba muerto, sino descansando, porque dentro de nada volvería a
partir. Así como parte también tu obra hacia otros mares, para enseñarnos que
la buena literatura, tu literatura, no se conforma ni se estanca, sino que
busca siempre nuevas corrientes y periplos.</span><span style="font-family: Times New Roman, serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"> <o:p></o:p></span></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-29166226573290256802015-06-08T11:50:00.000-07:002015-06-08T11:50:06.161-07:00Sobre Artillería nocaut, de Víctor Solorio<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El número 201 de <i>La gualdr</i>a publica mi reseña sobre la nueva novela de Víctor Solorio, un moreliano que conocí gracias a la Sociedad de Escritores Michoacanos durante diciembre de 2014, luego de que presentáramos mi <i>Rojo </i>en aquella bonita tierra. <a href="http://issuu.com/lajornadazacatecas.com.mx/docs/la_gualdra-201/c/suvmsdi" target="_blank">Para leer el texto en versión ISSUU, dar clic aquí. </a></span></div>
<br />
<br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: right;">
<i><span lang="ES-MX" style="font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 18.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">Artillería nocaut</span></i><span lang="ES-MX" style="font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 18.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;"> </span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: right;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 18.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">de Víctor Solorio<o:p></o:p></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.educal.com.mx/imagenes_libros/9786075169644.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://www.educal.com.mx/imagenes_libros/9786075169644.jpg" height="320" width="198" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">En las
recientes búsquedas de los jóvenes escritores al hacer literatura, capturar la
realidad social y política de México es un tema al que se le evade o se le mira
con desprecio: ¿por qué mejor no usar a la literatura como válvula de escape y
no como reflejo de una realidad que nos supera y ciertas ocasiones es
incomprensible? Pareciera un lugar común en el imaginario colectivo del
mexicano decir que el gobierno, en contubernio con las células criminales, es
quien mata y desaparece a los mexicanos, es quién sume en la desesperación y
llanto a sus habitantes. ¿Cómo hacer, entonces, o cómo deben hacer los nuevos
escritores, para que ese lugar común tensado por la realidad del país se
convierta en la materia prima de obras literarias de calidad, que lleguen a las
manos de cualquier tipo de lector, que tiene poco o mucho contacto con la
literatura, y lo trastoque?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">Los escritores jóvenes, al sopesar esas preocupaciones, en su primera o
segunda obra ponen sus propias reglas para que la realidad misma sea más atractiva
en el terreno de la ficción y se muestre como un objeto orientado al placer
estético, a cambiarle –al menos por unos instantes– la mirada que el lector tiene
sobre sí mismo y los otros, como si la obra también aspirara a ser objeto de
reflexión. José Revueltas, quien nos heredó portentos sobre cómo escribir sobre
México, influido por una mirada crítica, no se equivocaba al disertar que la
realidad y la ficción son un sistema de contrapesos, donde el suceso es el
detonante y la ficción, o la palabra artística, si es tratada con el poder
poético e imaginación personal, no sólo es material fino para crear una válvula
de escape, sino una realidad literaria de lo que sucede en un país, el
antecedente del ahora y lo que puede leerse un mañana para comprender el pasado.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">Las reglas que traza Víctor Solorio en <i>Artillería nocaut</i> (México, Joaquín Mortiz, 2014), obra que ganó el VII
Premio de Novela Negra “Una Vuelta de Tuerca”, son enunciar el narcotráfico,
sus víctimas y triquiñuelas con el Estado, desde el género policíaco, que es el
del misterio y la revelación de los secretos acendrados en la sociedad y las
esferas políticas. Solorio retoma espacios y nombres de un lugar que bien
podría ser Morelia, Zacatecas o Guerrero y escarba en los nombres propios y
originales de los carteles de la droga del Sur, Centro Occidente y Norte, que
han ido evolucionando hasta convertirse casi en una marca registrada repetida
en los programas de televisión y periódicos (La Familia, Los Zetas, Carteles
Unidos) para renombrarlos y, en una intención casi sugerida, desarticular su
poderío bajo el nombre de la Compañía. En ese tenor, Solorio la cimenta con
miembros de partidos políticos, malhechores de la basura, exmilitares gays, juniores
empoderados y suripantas que aspiran a una mejor clase social. Elementos y
aciertos que separan muy bien su novela de lo que surge en mi <i>Rojo semidesierto</i>, donde la Compañía es
el pretexto para hablar de los daños colaterales provocados por el calderonato
y el crimen, cuando los ciudadanos se ven alcanzados e igualados por la
tragedia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<i><span lang="ES-MX" style="font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">Artillería nocaut</span></i><span lang="ES-MX" style="font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;"> no es la convencional novela sobre el detective que
se mete accidentalmente al corazón del narcotráfico, es más bien una novela de
aventuras protagonizada por un viejo boxeador que bien podría representar a la
clase media baja luchona, que vive con los problemas económicos hasta el
cuello, el duelo de la viudez a flor de piel, el fracaso profesional en los
nudillos y un pasado mal construido de conciencia. Experto en dejarse caer a la
lona ante sus contrincantes en los primeros rounds para sacar para la papa, El Detective
es contratado por su ahijada –una veinteañera que le recuerda la belleza en
juventud de su comadre– para resolver la extraña desaparición del papá, Agustín
Correa, un capo de la basura que lleva días desaparecido y nadie sabe si anda
de rey en una banda criminal o si la suerte le rajó las venas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">Influido por la belleza de la ahijada y la idea de que existen las
segundas oportunidades, el Detective cuelga los guantes y atrasa las peleas
arregladas para dedicarse a encontrar los móviles que le quitaron la vida al
compadre. Nos conduce a las vísceras de los sindicatos de los basureros
municipales usados como terreno para desaparecer a las víctimas del crimen
organizado y como pararrayos de todas las investigaciones inclinadas a resolver
el lavado de dinero de los empresarios coludidos con el narco. En <i>Artillería nocaut</i> Solorio nos habla de
la supervivencia, el poder, el dinero y el dominio. Y para ello estructura cada
uno de sus capítulos en una trama serpenteante dividida por dos historias: el
detective que desconoce y el Operador Cíclope, cazador que acecha, miembro de
la Compañía, que va un paso delante de su buscador; el primero es un Odiseo sentimental
que da palos de ciego y todo se lo deja a los puños, intuición y la suerte; y
el otro es un experto criminal que nos evoca al hampón mismo que mata
candidatos en secreto y sabe borrar toda huella que lo incrimine. Brazo
ejecutor, en suma, de un poder secreto y siniestro. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;">La aventura del viejo boxeador no sólo lo lleva descubrir la encomienda
de la ahijada, quién es la Compañía, quién la maneja y cómo está vinculada con
el gobierno o si es el gobierno mismo; pareciera que lo conduce a desenredar
más bien –y aquí radica uno de los mejores aciertos de la novela– los nudos de
la trama de nuestro propio país, para encontrar una verdad que sabemos todos,
pero de tanto repetírnosla, verla a diario, la aceptamos como otro elemento
común que nos forja: los orígenes podridos de la corrupción nacen en el humano
mismo, al querer estar por encima de los otros en un <i>modus vivendi</i> capitalista y de competencias, donde se mata por el
mero hecho de que somos humanos y queremos estar por encima del otro. Cuesten
las cabezas que cuesten, estamos forjando una patria, que sin duda será
recordada en un mañana por novelas como <i>Artillería
nocaut</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; text-align: justify; text-indent: .5in;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-55005234101535976202015-05-12T20:58:00.000-07:002015-05-12T20:58:28.564-07:00°8 Encuentro Nacional de Poetas y Primero de Narradores "Carruaje de Pájaros"<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNtSCVZQQO_cjKvVnIrDHTy-eDDIrYn-0PRydadq1t0ze8nhQ3B5pdMitrydi4loE9-9sftcSyLGdwNJyr81CMsJ_RWDxAQ1t039c_o4nIczwJsZiMBQX5MbKlETZ8Pc8gIpnE/s1600/Cartel+Carruaje+%C2%B08.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNtSCVZQQO_cjKvVnIrDHTy-eDDIrYn-0PRydadq1t0ze8nhQ3B5pdMitrydi4loE9-9sftcSyLGdwNJyr81CMsJ_RWDxAQ1t039c_o4nIczwJsZiMBQX5MbKlETZ8Pc8gIpnE/s400/Cartel+Carruaje+%C2%B08.jpg" width="260" /></a></div>
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En unas horas parto para Distrito Federal y luego para
Tuxtla Gutiérrez. A las 9 de la mañana daré un taller relámpago de narrativa a
preparatorianos y, después del desayuno, empezaremos a planear la logística del
</span><a href="https://www.facebook.com/profile.php?id=281137261970166&fref=ts" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;" target="_blank">8° Encuentro Nacional de Poetas y Primero de Narradores “Carruaje de Pájaros”</a><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">,
que organizamos Fernando Trejo y yo durante este mes y que se realizará del 14
al 16 de mayo en Tuxtla, Comitán y San Cristóbal.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El objetivo de este encuentro es derrumbar distancias
y unificar dos zonas fronterizas: Chiapas y Baja California, gracias a la
literatura y a la creación literaria. Creemos necesario conocer, leer y
dialogar el trabajo de nuestros contemporáneos y el de los maestros que nos han
forjado, indirecta o directamente, en el camino literario. Por ello este año
hemos logrado reunir a alrededor de 16 narradores y 26 poetas de varias
entidades del país y de Chiapas. Todos con obra publicada en editoriales
independientes y comerciales. Asimismo, homenajearemos a los poetas de La
Espiga Amotinada: Óscar Oliva y Juan Bañuelos.
También hemos conseguido la participación de David Ojeda, uno de los
escritores de Centro Occidente con mayor trayectoria en narrativa y poesía, y
uno de los herederos y alumnos más consecuentes de Miguel Donosa Pareja, quien
nutrió las dinámicas y mesas de taller en México.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUHDaFdh5ZhHFQBAPhEWvP_fzq6JtZjp0B0oio7ZHJcX04JxlWMEPIQw3klzmHBjlVA2oO0QgWlKbGtORqE7yG9B_w0NvrylseLS0-nvhhHmtZFAGElirxLI10HifHMfsrG0fY/s1600/Antolog%C3%ADa+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUHDaFdh5ZhHFQBAPhEWvP_fzq6JtZjp0B0oio7ZHJcX04JxlWMEPIQw3klzmHBjlVA2oO0QgWlKbGtORqE7yG9B_w0NvrylseLS0-nvhhHmtZFAGElirxLI10HifHMfsrG0fY/s400/Antolog%C3%ADa+1.jpg" width="266" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Mis participaciones en el “Carruaje de Pájaros”,
aparte de la selección de narradores invitados al encuentro y la edición de la memoria junto
a <a href="http://florog.blogspot.mx/" target="_blank">Flor Cervantes</a> y Fernando Trejo, son una lectura de obra a las 19 horas, el 14
de mayo, en el Fondo de Cultura Económica José Emilio Pacheco. El
15, a las 13 horas, moderaré en Comitán una mesa de diálogo bajo el tema “Escribir ficción en
México”. El 16, a las 17, presentaré "Solana" (FETA, 2015), poemario de Fernando, y a las 20 dialogaré, junto a Hugo Montaño, con David Ojeda
sobre su experiencia como escritor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">Los invito a darse una vuelta a la página <a href="http://www.carruajedepajaros.com/" target="_blank">“Carruaje de Pájaros”</a> para saber más del encuentro. Y les dejo unas fotos de la memoria que
ahora se encuentra en imprenta. Al regresar, traeré más noticias. Por lo pronto, n</span><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">os vemos en
Chiapas. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: left;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Century Gothic, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-4538887825742789012015-04-25T16:52:00.000-07:002015-04-25T19:55:21.829-07:00Irregularidades en el Premio de Poesía Jorge Lara 2014<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="background: white;">
<br /></div>
<div style="background: white;">
<span lang="ES-MX" style="color: #141823; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div style="background: white; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="color: #141823; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Es
cierto que en México, a comparación con otros países, es más fácil vivir de
escritor por el sistema maternal y asistencialista que tenemos: pululan premios y becas pagadas con el dinero del erario público y muy pocos escritores
suelen aprovecharlas en su mayoría. Pues son más los alicientes económicos que se
entregan en un año que los libros o proyectos concluidos por parte de los
becarios o premiados. Pero también es cierto que en México el artista respeta bien poco su trabajo: considera que rebajando los precios de su labor ante las instituciones culturales logará ser contratado continuamente y no le importa que el salario no alcance
para la renta, ni para llenar el refrigerador, al fin y al cabo la beca tal, el
premio tal, los juegos florales equis lo ayudarán a cubrir lo restante. Es así
como el artista se convierte en un esclavo de la institución cultural y mama
poco o mucho de ella. Y, por miedo a que se le retire esa teta, rehúye al
conflicto con la institución misma cuando le retrasan los pagos o cuando un
premio no le fue entregado en fecha y forma, aunque haya firmado de antemano el contrato
del monto económico recibido del premio y el cheque aún no esté en sus manos; practica común en las secretarías de cultura mexicanas. En suma, este temor a final de cuentas llena de poder
y control a las representaciones culturales, que han sido contratadas para servir, promover, gestionar al
arte y, por ende, a los artistas. <o:p></o:p></span></div>
<div style="background: white; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="color: #141823; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-ansi-language: ES-MX;"><br /></span></div>
<div style="background: white; text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="color: #141823; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.5pt; mso-ansi-language: ES-MX;">A los artistas en México nos hace falta aprender mucho en el terreno
de manejarnos ante quienes representan a la cultura o buscan representarla.
Somos tan chacales, tan devoradores de nuestros homólogos, que si uno sube sus
precios al promover un seminario, una conferencia, un taller, la comunidad termina por tacharlo de soflamero, creído y alzado.
Aunque no opinen lo mismo del subidón del IVA y el trabajo intelectual cada vez es más fatigoso.
Si uno pelea las triquiñuelas de los círculos viciados, a las corruptelas de
los organizadores de encuentros, premios o certámenes, si uno manda una carta
abierta a las secretarías, instituciones de cultura porque han
infringido las cláusulas de sus convocatorias, es visto como incendiario,
amargado, resentido porque su trabajo no ha sido visto con buenos ojos. Y la
comunidad termina desacreditando no sólo a la persona, sino a la obra completa del autor sin conocerla. A los artistas mexicanos nos hace falta unirnos más,
jodernos menos entre nosotros y definir bien lo que vale nuestro trabajo, sobre todo en precios. <o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="color: #141823; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="color: #141823; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">¿A
dónde voy con todo esto? Ayer me llegó una carta de mi amigo Fernando
Trejo, a quien no sólo lo leo por la enorme amistad que le tengo, sino porque
la calidad de su poesía y gestión cultural me sorprendió mucho desde antes de que fuéramos amigos. La carta denuncia que van cuatro meses
desde que se revelaron los ganadores del IV Premio Nacional de Poesía Joven
“Jorge Lara”, organizado por la Secretaría de la Juventud de Mérida, Yucatán, y
aún no se les ha pagado el monto económico del premio, pero ya
se les hizo firmar un oficio de que recibieron el dinero. La carta de Fernando
es clara y es un ejemplo de lo que debemos hacer cuando las
instituciones, secretarías u órganos que promueven la cultura no hacen su
trabajo: denunciar cada una de las irregularidades en las que incurren. Y no
achicarnos, ni postergar la defensa de nuestro trabajo por temor a posibles
represalias. Les dejo la carta-boletín sobre lo que Fernando Trejo demanda:</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
</div>
<blockquote class="tr_bq" style="text-align: justify;">
<b style="text-align: left;"><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;">AL COMITÉ ORGANIZADOR DEL</span></b><b><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;">PREMIO NACIONAL DE POESÍA JORGE LARA
2014</span></b><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;"> </span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;">A mediados del año pasado la Secretaría
de la Juventud del estado de Yucatán lanzó la convocatoria del IV Premio
Nacional de Poesía Joven “Jorge Lara” 2014. La fecha de cierre de dicho
certamen fue el 31 de agosto de ese año, según estipula la cláusula número 10.</span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;"> </span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;">La convocatoria también dicta en su
cláusula número 15 que la premiación se llevaría a cabo el día 20 de diciembre
en la ciudad de Mérida, Yucatán del año pasado. Hecho que nunca ocurrió.</span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;"> </span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;">Hoy, siendo las 16 horas del viernes 24
de abril de 2015 mientras redacto esta nota y después de colgar con una
señorita del departamento de Contabilidad de la SEJUVE de Mérida, no he recibido
ni un solo centavo del Segundo Lugar correspondiente que me otorgaron los
jurados con mi poema “El frío es una especie de tiempo detenido” según informa
el diario<span class="apple-converted-space"> </span></span><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><a href="http://reporteroshoy.com/" target="_blank"><span lang="ES-MX" style="text-decoration: none;">Reporteroshoy.com</span></a></span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;"> (</span><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><a href="http://reporteroshoy.mx/wp/dan-conocer-los-ganadores-del-premio-nacional-de-poesia-joven.html" target="_blank"><span lang="ES-MX">http://<wbr></wbr>reporteroshoy.mx/wp/dan-<wbr></wbr>conocer-los-ganadores-del-<wbr></wbr>premio-nacional-de-poesia-<wbr></wbr>joven.html</span></a></span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;">) fechado el día 20 de diciembre de 2014. Día en que tendríamos que
haber viajado los 6 ganadores a recibir el reconocimiento.</span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;"> </span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;">Después de más de 4 meses de espera, de
correos llenos de mala ortografía, de enviar una y otra vez mis documentos a
solicitud de ellos, de aceptar la disculpa de un solo sujeto de la Secretaría
de Cultura de Yucatán por el hecho de no haber ido a recibir el premio en el
acto de premiación como estipula la convocatoria, y demás irregularidades como
la de la llamada de hace algunos minutos a la SEJUVE en la que me dicen sin más
ni menos “No sabemos cuándo te vamos a depositar, quizás la otra semana”
(sermón que se me viene dando desde hace 4 meses); me atrevo a hacer público,
como nunca lo hago, esta carta abierta para dar a conocer los malos manejos y
la mala organización que moldea este premio que lleva el nombre del señor Jorge
Lara.</span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;"> </span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;">Se me hizo llegar a mi domicilio
particular el reconocimiento de cristal correspondiente al segundo lugar de la
categoría B y asimismo un recibo por la cantidad de 8,000 (Ocho mil pesos) pues
con éste se me depositaría dicha cantidad cuando yo enviase dichos documentos.
Así lo hice, los envié con atención a Paloma Hernández y no fue sino hasta
cuando hace unos días llamé para preguntar si habían recibido dichos recibos
que me dijeron “Ah sí, justo acaba de llegar”. Hasta este momento, después de
una semana, aún no se me ha depositado dicha cantidad.</span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;"> </span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;">Yo invitaría a que la juventud que
escribe poesía y envía su obra a concursos y premios de la misma, pensara una y
dos veces enviar a este certamen, ya que dadas las consecuencias también les
comento que al enviar el correo electrónico con el poema y la plica (en la que
uno confía nadie descargará sino hasta saber el nombre de los ganadores) fue
vista antes de tiempo pues me llamaron por mi nombre mas no por mi seudónimo al
hacerme acuse de recibo del envío de mi poemario. Acto en el que incurrieron
debido a su convocatoria en la cláusula número 7.</span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;">Pienso que este tipo de circunstancias obligan a uno a llevar a cabo
estos eventos de infortunio en las que solicito a las autoridades
correspondientes pongan orden en sus elementos que más que ayudar entorpece los
procesos democráticos de un premio nacional ¿o internacional?* que apenas va en
su cuarta emisión.</span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;"> </span><span lang="ES-MX" style="font-family: Arial, sans-serif;">*Según dice la titular de la SEJUVE
Alaine López Briceño, que en el año 2014 se recibieron trabajos de todas partes
de la República Mexicana y destacó que el Premio se ha extendido a otros países
como Canadá, Colombia, España, Italia, Panamá, Perú y Reino Unido. Por lo que
no sólo se queda mal con los participantes de nuestro país sino de muchos otros
más.</span></blockquote>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span lang="ES-MX" style="background: white; font-family: 'Century Gothic', sans-serif; font-size: 12.5pt; line-height: 115%;"><o:p> <b>FERNANDO TREJO</b></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="background: white; color: #141823; font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Helvetica;"><o:p><br /></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="background: white; color: #141823; font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Helvetica;"><o:p><br /></o:p></span></div>
<div style="background: white; margin-bottom: .0001pt; margin: 0in;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="background: white; color: #141823; font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Helvetica;"><o:p>
</o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in; tab-stops: 110.8pt;">
<v:shapetype coordsize="21600,21600" filled="f" id="_x0000_t75" o:preferrelative="t" o:spt="75" path="m@4@5l@4@11@9@11@9@5xe" stroked="f">
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<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "Century Gothic","sans-serif"; font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"> <o:p></o:p></span></div>
</div>
joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-87840894116201830402015-04-15T20:16:00.001-07:002015-04-15T20:23:36.465-07:00Primer encuentro del FONCA en Oaxaca<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-QZxqhiSolqbw6HdBbxIJoc9ityYV_UKGKAWd6M-XV3PLy0xIYR1TOTg8F49qF14QQ_k7izSbKBHNDK6fjxiUe0IIqRjLr1dlkMnIqjQrSsZjGawZupoRQhU3Fx_RkV-QqaD-/s1600/Mi+archivo+Fonca.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-QZxqhiSolqbw6HdBbxIJoc9ityYV_UKGKAWd6M-XV3PLy0xIYR1TOTg8F49qF14QQ_k7izSbKBHNDK6fjxiUe0IIqRjLr1dlkMnIqjQrSsZjGawZupoRQhU3Fx_RkV-QqaD-/s1600/Mi+archivo+Fonca.JPG" height="400" width="298" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Aunque prometí pequeñas crónicas cada que hubiera
oportunidad, los horarios que nos puso el FONCA para participar en las
interdisciplinarias y trabajar nuestros proyectos con los tutores no me dio espacio, ni el tiempo. Sin embargo, en esta entrada dejaré una serie de fotos de los pocos sucesos que logré capturar en mi
estadía en Oaxaca. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPK_5wjXEpUREWzYqAxit6kIZ0invoFE9dfF-U_an_FjxePk-EKFap9wIO7QUZl1c1K1pyS7_u5s5sXsF6NVBi7n73r_1uyWMHmKA7J8JWJCMaK2xa5Be-1TVygnsoc8OxJQla/s1600/CASA+1.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPK_5wjXEpUREWzYqAxit6kIZ0invoFE9dfF-U_an_FjxePk-EKFap9wIO7QUZl1c1K1pyS7_u5s5sXsF6NVBi7n73r_1uyWMHmKA7J8JWJCMaK2xa5Be-1TVygnsoc8OxJQla/s1600/CASA+1.JPG" height="298" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Centro de las Artes de San Agustín</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Del viaje me traje buenas cosas. Lo primero es que
conocí, por fin, a uno de los narradores que más he leído estos últimos cuatro
años, me refiero a <a href="https://www.facebook.com/pages/Eduardo-Antonio-Parra/172756759433543?fref=ts" target="_blank">Eduardo Antonio Parra</a>, quien es el tutor del proyecto de
novela que estoy escribiendo. En una entrada anterior había escrito que sería
Álvaro Enrigue, no obstante, por cuestiones ajenas a los becarios, se nos
cambió. Otra de las cosas
que me traje fue haber conocido a colegas escritores de novela, poesía y ensayo. </span></span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Atesoro las conversaciones con Alfredo Núñez en el camión rumbo al hotel y en
la última cena del encuentro; también guardo con entusiasmo la pequeña charla
literaria que tuve con Orfa Alarcón, quien es autora de </span><i style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Perra brava</i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">, una de las novelas que leí y disfruté mucho hace un
par de años durante mi estadía en Distrito Federal; otra persona que me gustó
conocer es a la regia Isadora Montelongo, q</span><a href="http://www.bunker84.com/2014/07/llevo-lo-norteno-en-la-palabra.html" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;" target="_blank">ue el año pasado entrevisté para mi proyecto</a><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> Poéticas de los ochenta, a propósito de su novela </span><i style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Las chicas sólo quieren plástico</i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">. "Isadora, yo también creo que los
signos zodiacales determinan nuestro carácter". En el rubro de poesía disfruté
mis pláticas con René Morales, así como las compras de mezcal y quesillo que
hicimos en el mercado de Oaxaca el último día del encuentro. A René ya lo había
conocido en Tuxtla Gutiérrez en octubre del 2014, pero en esta ocasión hicimos
a un lado las cervezas y nos pusimos el mandil de esposos responsables para
comprar obsequios para la familia. En el rubro de ensayo conviví más de cerca
con Sergio Téllez-Pon, un anciano renegado que habita un cuerpo de quinceañero,
con el que compartí habitación y acepté de buena manera sus enojos cada
que llegué a tomar alguna de sus pertenencias por accidente o le bromeé conque
deberíamos hacer fiesta en la habitación.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmhgOgwiR0JlO8HLE_dzQmgVlHY5e2Tl3BNxCEQK8AFrurjSOlrGYihTTkUuDwa85ChapWvR-SMkrhTpvYR6WGzjMHOSu60Zsz1RGFeIWv-UC6ywaayn6ZHgjZta_-klNyGuUr/s1600/Inter+1.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmhgOgwiR0JlO8HLE_dzQmgVlHY5e2Tl3BNxCEQK8AFrurjSOlrGYihTTkUuDwa85ChapWvR-SMkrhTpvYR6WGzjMHOSu60Zsz1RGFeIWv-UC6ywaayn6ZHgjZta_-klNyGuUr/s1600/Inter+1.JPG" height="298" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Interdisciplinarias</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Trabajamos los proyectos y asistimos a las
interdisciplinarias en Etla, donde está la Casa de las Artes de San Agustín y,
dicen, veranea Francisco Toledo. Las interdisciplinarias son las
presentaciones que hace cada becario de su proyecto, junto a sus compañeros de
disciplina y tutor. Muchos de los trabajos presentados en esa dinámica me
parecieron atractivos, sobre todo los que mostraron los artistas de medios
alternativos y el que presentó René Morales, que lleva por nombre </span><i style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Texas, I love you</i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">: “un libro de poemas
que construirá un discurso poético a partir de la traducción libre de las
últimas palabras dichas por 79 hispanoamericanos ejecutados por el Estado
tejano entre 1975 y 2014”. </span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En la sesiones de trabajo, leímos los primeros
capítulos de las novelas de los seis becarios en turno, a mí me tocó casi al
final. Ahora en casa me hallo limando el trabajo gracias a las
críticas y sugerencias de mis compañeros.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKDpvvQAGHhTI-BpB700TLxm6YUJtYouAFSSr7vVjCGapFWo8Gkexf5OCwwPjRJQxdUTlEpWgtF9idoLrsDy0uBaKjze_YmjRQ4UDuIXJHnAFv0vvpR_ggtLa_kYnpHv94YsxK/s1600/Ren%C3%A9+Morales+y+su+proyecto.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKDpvvQAGHhTI-BpB700TLxm6YUJtYouAFSSr7vVjCGapFWo8Gkexf5OCwwPjRJQxdUTlEpWgtF9idoLrsDy0uBaKjze_YmjRQ4UDuIXJHnAFv0vvpR_ggtLa_kYnpHv94YsxK/s1600/Ren%C3%A9+Morales+y+su+proyecto.JPG" height="320" width="239" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">René Morales</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Sé que muchos escritores en estos momentos están
postulando o armando su proyecto para ser seleccionados en la próxima promoción
del FONCA, que corresponde al 2015-2016. Algunos conocidos y desconocidos me
han escrito por correo electrónico y me han preguntado por redes sociales cómo he hecho para obtener
esta beca dos veces. Aunque en mis respuestas suelo ser concreto o <a href="http://www.bunker84.com/2014/02/postular-la-fundacion-antonio-gala.html" target="_blank">los redirecciono a la publicación en esta página que ofrece algunas recomendaciones sobre cómo armar un proyecto creativo</a>, la sugerencia general que puedo dar aquí es
que armen el proyecto de la forma más honesta posible hacia su quehacer como
escritores, y que apuesten, más que por lo académico y cerebral, por lo
creativo y literario. No piensen en que la beca está amafiada o que su trabajo
es débil; para su proyecto les recomiendo desbordar sus ganas de escribir, sus ganas de
crear un libro; escarben, como decía Rilke, en su yo
interior y hallen la respuesta que exprese --de la forma más honesta y clara-- por qué merecen esa beca
y por qué el libro que proponen merece ser escrito. Si no les dan la beca, no pasa nada; al
menos ya armaron la estructura para escribir un libro y eso es valioso. Asimismo, les recomiendo que
añadan una poderosa muestra literaria. La muestra vale más que las promesas de un proyecto y muchos tutores se van directamente a la muestra y al final al proyecto. En fin, si el tiempo lo
permite, espero escribir una publicación más detallada sobre cómo postular al FONCA,
pues es un tema que me apasiona.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Les dejo, pues, unas pocas fotos del primer encuentro,
todas son de Etla.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJ9V-Sl2sgvvSBeRje6mG7lImHFZ3E3eO1FUhRpd08A6KVOFcBGUawkF22PH5tnLQzpS622Rzl91ttjO_V-7uD5qt5UR8AXALOhqNMCbrOHq13wzyVyZ21JDBWrNVDBdS0T_QG/s1600/CASA+2.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJ9V-Sl2sgvvSBeRje6mG7lImHFZ3E3eO1FUhRpd08A6KVOFcBGUawkF22PH5tnLQzpS622Rzl91ttjO_V-7uD5qt5UR8AXALOhqNMCbrOHq13wzyVyZ21JDBWrNVDBdS0T_QG/s1600/CASA+2.JPG" height="400" width="298" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Instaladores de nubes</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7I5K91-FYe1CCgOkYfYKkg3usm3zooC2bposxcza_4E6k2mbJT_PBCBGZJfRX2j7mu12PHtrmZ76otzzBmjtByw-R1lOPCupGcq0BTMmCauikUyKxwbIt5RZPLMuMtNeaVSzl/s1600/CASA+4.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7I5K91-FYe1CCgOkYfYKkg3usm3zooC2bposxcza_4E6k2mbJT_PBCBGZJfRX2j7mu12PHtrmZ76otzzBmjtByw-R1lOPCupGcq0BTMmCauikUyKxwbIt5RZPLMuMtNeaVSzl/s1600/CASA+4.JPG" height="400" width="298" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Al otro lado del ruido</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4Lh59gRaJGEBA3F7u46KGu09Nl_1PbmaaflyNRa2HTW009XTk_NXYt6q_MhtybAu5DfBv-5_f7tkFT95Dpt9ExpnsQiwMXpilKdoLA2bpalNdHu4GGYFs6ggpgf2F_P8Ia9gT/s1600/CASA+5.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4Lh59gRaJGEBA3F7u46KGu09Nl_1PbmaaflyNRa2HTW009XTk_NXYt6q_MhtybAu5DfBv-5_f7tkFT95Dpt9ExpnsQiwMXpilKdoLA2bpalNdHu4GGYFs6ggpgf2F_P8Ia9gT/s1600/CASA+5.JPG" height="298" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">En el patio de las nubes de Etla</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtNZHGqoA5sjrZBh5tehXS3vx7Ip8mo_QGG09XmaXVXbDKLmZMvdjHo4IKhyR5ly90BVOo9HqfrTSmPPLc5Q0aP1XPxUqlyKv1FFiEYvpYypViCu2fznb1f2DDgfZWB0reLTdY/s1600/CASA+6.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtNZHGqoA5sjrZBh5tehXS3vx7Ip8mo_QGG09XmaXVXbDKLmZMvdjHo4IKhyR5ly90BVOo9HqfrTSmPPLc5Q0aP1XPxUqlyKv1FFiEYvpYypViCu2fznb1f2DDgfZWB0reLTdY/s1600/CASA+6.JPG" height="298" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Las raíces del árbol del CASA</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii1Fme-WRjYExf-0iKL3O0iMFBxSJiAVXVUq1sIiTbpFYiIR7iPoqPevPwa1GSEAXedsgpIami62npabKZeL50OWfk3HgoM9CZA_xIfDb5p9sl07H7Fb2USA-r6ihMRP14sz8F/s1600/CASA+7.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii1Fme-WRjYExf-0iKL3O0iMFBxSJiAVXVUq1sIiTbpFYiIR7iPoqPevPwa1GSEAXedsgpIami62npabKZeL50OWfk3HgoM9CZA_xIfDb5p9sl07H7Fb2USA-r6ihMRP14sz8F/s1600/CASA+7.JPG" height="298" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">A unos metros de los espejos de agua </td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXBEY6ZH8EnaQufbHWmE-LVx9OxnxceXDlfDz6IeJG3lJDCJmdub5nYOpQOxrpKt-Z85z3cmbQnxNuqUgprl0XKQb9aA2HhoXuO1xMdKPQqbRg_3wWs9bZ5uP9YtLe-Nxcc2b-/s1600/CASA+8.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXBEY6ZH8EnaQufbHWmE-LVx9OxnxceXDlfDz6IeJG3lJDCJmdub5nYOpQOxrpKt-Z85z3cmbQnxNuqUgprl0XKQb9aA2HhoXuO1xMdKPQqbRg_3wWs9bZ5uP9YtLe-Nxcc2b-/s1600/CASA+8.JPG" height="298" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Cementerio de telares</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjLFZvGIj-7l4DwpK35cU8tXiSHqVPheEre7r0aivqqUYlQFsDaaWwCZzsDzXEI9csErG9RA_9DP1a9MqiRVrWoicD2A_LqZ4QaXcWaLCL44Db5IMYWreitVXaa7qxCwhX6PuW/s1600/CASA+9.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjLFZvGIj-7l4DwpK35cU8tXiSHqVPheEre7r0aivqqUYlQFsDaaWwCZzsDzXEI9csErG9RA_9DP1a9MqiRVrWoicD2A_LqZ4QaXcWaLCL44Db5IMYWreitVXaa7qxCwhX6PuW/s1600/CASA+9.JPG" height="400" width="298" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Rumbo a los baños secos</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuEMAWTyoR-DnWI39_G7en-Og1eHdYUODL-DClm7rzo9dmtBrFGR6Zx9ixYW4Y9Kd9JKlVgbSzhOXYrzAOI62FJZOhA5grwbWuYhLyTKO8vG39WyV4EonsFLbjVUXQngpkqbVL/s1600/CASA+10.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuEMAWTyoR-DnWI39_G7en-Og1eHdYUODL-DClm7rzo9dmtBrFGR6Zx9ixYW4Y9Kd9JKlVgbSzhOXYrzAOI62FJZOhA5grwbWuYhLyTKO8vG39WyV4EonsFLbjVUXQngpkqbVL/s1600/CASA+10.JPG" height="298" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El jardín de Toledo</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjq6AhN5xOELx8_S_xaIffKgRnNa079d9YeSZjUfQ5m2JLti0AOETTSerjSFE59A0wOUq3O19Qa8UJXLfmegQCUp-YAi6zTdxhy6RwBQrAjXaqJq7bbmW4ZvFqokoZlzxgClOCH/s1600/CASA+11.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjq6AhN5xOELx8_S_xaIffKgRnNa079d9YeSZjUfQ5m2JLti0AOETTSerjSFE59A0wOUq3O19Qa8UJXLfmegQCUp-YAi6zTdxhy6RwBQrAjXaqJq7bbmW4ZvFqokoZlzxgClOCH/s1600/CASA+11.JPG" height="298" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El jardín de Toledo 2</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmWyC9C_dGWqsaxmarJ6BR7TkS7cprWU-72NpnYW_T3AJsyV-Zmnsc7MmAAjdzbdIoA_6WfquHWCYAYoaaoOXPK_8dPGz9cm0clVKe4UW0HaCwa6i8Ug4jNe75hrKrs0fptj8O/s1600/CASA+12.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmWyC9C_dGWqsaxmarJ6BR7TkS7cprWU-72NpnYW_T3AJsyV-Zmnsc7MmAAjdzbdIoA_6WfquHWCYAYoaaoOXPK_8dPGz9cm0clVKe4UW0HaCwa6i8Ug4jNe75hrKrs0fptj8O/s1600/CASA+12.JPG" height="298" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Granos de CASA</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggFAcf8SnaqljN-LnV0iKg35EPpySRUdRfb-zDE6F4zvEok3iKK85j_f7iv7OwO99fheb6bfSbBZhZtN4H5LAQG_7CjROKW6A6cjaggiToKeIAAEdq7q17Xl1k8y_QNC6ftPoI/s1600/CASA+13.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggFAcf8SnaqljN-LnV0iKg35EPpySRUdRfb-zDE6F4zvEok3iKK85j_f7iv7OwO99fheb6bfSbBZhZtN4H5LAQG_7CjROKW6A6cjaggiToKeIAAEdq7q17Xl1k8y_QNC6ftPoI/s1600/CASA+13.JPG" height="298" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Luces amarillas</td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"> <o:p></o:p></span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"> </span><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
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joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-22795532.post-90815556066239563752015-04-09T04:11:00.003-07:002015-04-09T04:19:24.170-07:00Desde el DF, primer encuentro del FONCA<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ61T5orC0SQNPA6DNMpumKp_YeuduMYlmbhm5BMvlgf-VzzgUO9Q1Ak-u-PxZz2U2DlwiMCLWx3HSVeF_YrUbETs8t_q9vkgYLU-VMpJFzpSSEBxtGa4zUtjmp9R51JApy0py/s1600/yO.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ61T5orC0SQNPA6DNMpumKp_YeuduMYlmbhm5BMvlgf-VzzgUO9Q1Ak-u-PxZz2U2DlwiMCLWx3HSVeF_YrUbETs8t_q9vkgYLU-VMpJFzpSSEBxtGa4zUtjmp9R51JApy0py/s1600/yO.JPG" height="300" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
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<br /></div>
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<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Después
de ocho años de la primera vez que tuve el Fondo Nacional para la Cultura las
Artes (FONCA), volveré a participar en uno de los encuentros que organiza
CONACULTA para que los becarios, junto a un asesor, trabajen sus proyectos de
libro en tres periodos. En el 2006-2007 me tocó sesionar –como ya otras veces
lo he comentado– con David Ojeda y junto a un grupo de escritores conformado
por Édgar Adrián Mora Bautiza (a quien bautizamos como el decano por la
sabiduría que desbordaba en las horas de trabajo), Carlos Dzul, Glafira Rocha,
Gabriel Vázquez y Alfredo Carrasco Teja. Con ellos aprendí y forjé una amistad
pura: a la fecha Édgar y yo nos hemos bautizado con un sobrenombre que encierra
nuestra camarería y él sigue siendo uno
de los lectores más críticos y prepositivos de lo que escribo; Alfredo me
invitó a su boda hace un par de años en Distrito Federal, pero no fui porque
entonces acababa de mudarme a Tijuana; Carlos me ha mandado sus libros inéditos
de cuento para ofrecerle mi humilde opinión, Gabriel me acaba de mandar su más
reciente novela que tengo muchas ganas de leer; y David Ojeda se ha convertido
en uno de los maestros más entrañables para mí.<o:p></o:p></span></span></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Debo
confesar que volver a uno de los encuentros que organiza el FONCA me emociona
porque, por un lado, me hace recordar aquel grupo de cuentistas y, por el otro,
porque la ciudad de reunión será Oaxaca, un sitio que visité justo el mismo año
que fui becario y justo el mismo año que decidí, con sus altas y sus bajas, ser
escritor profesional, es decir, dedicarme de lleno al oficio. Ante esto me
gusta pensar que el tiempo y las actividades se han sincronizado para que de
alguna manera yo vuelva a esa ciudad tal cual como la visité, pero ahora como
escritor de novelas, y acompañado por otros compañeros y otro asesor, personas
que también admiro pero no conozco en persona.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Estaré
en Oaxaca (escribir estar es algo impreciso, pues el programa de actividades
del FONCA sólo cuenta con recesos para las comidas y leves descansos) del
jueves 9 al domingo 12 de abril. Luego me vuelvo al Distrito y por fin a
Tijuana, mi casa. El programa dicta que nos hospedaremos en el Hotel Victoria,
que está a 45 kilómetros del centro histórico de la ciudad y que trabajaremos
en el Centro de las Artes de San Agustín (CASA). Hay más lugares en los que
comeremos y haremos, supongo, amistad con los becarios de otras disciplinas,
pero ellos los iré añadiendo a mi tira de fotografías y a una publicación más
en forma, que escribiré durante el receso o las noches de descanso, tal como lo
escribo ahora.<o:p></o:p></span></span></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Debo
confesar que este objetivo no es para nada original, es decir no nace en mí. El
año que conviví con aquellos becarios de cuento, recuerdo que luego de cada
comida o receso, Édgar Adrián, en lugar de beberse una buena cerveza o
acompañar con una cigarrito a sus condiscípulos, prefería huir al salón de
negocios del hotel o al centro de cómputo de donde nos encontrábamos para
escribir unas crónicas pequeñas de lo que pasaba en el FONCA, todas desde el
abordaje de la bitácora. Algunas veces yo llegaba a interrumpirlo burdamente,
pidiéndole la llave de la habitación, pues los encargados de la logística nos
habían puesto como roomies en los tres encuentros. Espero estar a la altura de
aquel cronista de los becarios de aquel año y registrar aquí lo que vaya a
suceder.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in;">
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<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Por
lo pronto, escribo esto a las 3:48 de la madrugada, hora Tijuana y 5:48, hora
Distrito Federal. No puedo dormir y mejor me bajé a la cafetería del hotel
Riazor, porque mi compañero, mi nuevo roommate (un escritor de ensayo con el
que hablé y escuché de agujeros negros, ciencia ficción y algunos autores que
me eran desconocidos) está durmiendo y me parece una grosería encender la luz
de la computadora y teclear esto frente a él. Espero que no se haya molestado
porque me desperté a buscar entre la oscuridad mi maleta y mi computadora. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Mi
autobús sale dentro de dos horas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Seguiremos
informando.<o:p></o:p></span></span></div>
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</div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0in;">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.5pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Buenos
días a todos. </span> <o:p></o:p></span></div>
</div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-MX" style="font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"> </span><o:p></o:p></span></div>
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joel.flores1984@gmail.comhttp://www.blogger.com/profile/09142799143042035141noreply@blogger.com0