martes, 5 de junio de 2007

.127.

.Top 20, las rolas que me ponen bien vitamina
y las que me tiran a la melcocha.














01: “Mother”, Pink Floyd

Todo comenzó con mi padre. Mientras yo estaba en el vientre de mamá, él se ponía hasta las cachas con el disco The wall, pero en especial, con la rola de "Mother". Yo logré verlo gracias a la mirilla de alcance kilométrico que era el ombligo de mamá y podía trasmitirme la fibra sensible que lo atacaba, al salírsele las lágrimas.

02: “Twist and shout”, The Beatles

Años después, cuando cursaba la primaria en un colegio comandado por monjas rabiosas, se convirtió en una costumbre que, por las mañanas, me engominaran el cabello con esta canción de fondo para inyectarme ánimos antes de mandarme al cadalso (léase escuela).

03: “Paranoid”, Black Sabbath

Pero en esta historia musical, como en toda historia, también existe un hermano, y yo no sé qué ha sucedido con él (te extraño tanto Marito), puesto que ahora sólo escucha Luis Miguel y por aquellos años era malo, muy malo y tenía la greña larga. Recordemos: eran buenos esos tiempos, eran hermosas esas épocas, fue hace década y media cuando yo llegaba a la casa del colegio y lo encontraba frente al estéreo escuchando esta rola tan chingona, con su gallo de mota y caguama en mano, aahh gUevo.

04: “Five and one”, The Doors

Aún en el colegio, vistiendo a diario un trajecito de color azul con blanco y queriendo conquistar al mundo con mis poemitas balines, esta rola me enseñó que las mujeres son superiores a los hombres y que el Morrison era un cabronazo que sabía lo que cantaba. Un chingón que, lástima, ahora muchos morritos se lo agarran de bandera sin saber qué pedo con The Doors. Otro vínculo que me hace recordar esta rola, son las fiestas con los compas del Marito, en una casa abandonada, donde había de todo y para todo y las morras y los batos cantaban “Five and one” sin ropa puesta.

05: “Josefine” The Wallflowers

La secundaria es la etapa más miserable y ruin que pude haber tenido en mi vida, porque, perdón si sueno trillado pero era la edad, me enamoré aterradoramente perdido de una morrita a la que le cantaba esta rola siempre que me votó por razones que omitiremos aquí.

07: “One”, U2

El Pepe era un morro que no sabía que tenía de música en su computadora y se chorreaba con las rolas de las Spice Girls y Shakira. Un día, mientras hurgaba en su colección de cd’s, encontré el Achtung Baby y fue el mejor robo que pude haber hecho en mi vida, me digo esto mientras lo escucho a madres en mi laptop.

08: “Let down”, Radiohead

Soy terriblemente humano y me he enamorado un sinfín de veces en la vida y siempre termino mal, muy pero muy mal, y creo, ese es el paradero que le espera a mi vida: acabar mal. Por aquellos años anduve con una morra a la que podíamos llamar Mi redentora, y cuando cortamos me la pasé escuchando el OK computer, día y noche, pero en especial esa rola, que me hacía poner cara de mandril compungido. Años siguientes, me hice fan del Thom Yorke.

09: “Loser”, Beck

El tiempo pasa rápido, las heridas sanan y uno no puede eliminar sus errores porque nació con ellos. Comencé el primer semestre de la preparatoria pensando que todo el mundo me la pelaba (síntoma normal del adolescente) y decidí salirme porque quería ganar dinero, mucho dinero, y terminé limpiando anuncios luminosos, bien pacheco gracias a los solventes que manejábamos, en una empresa de rótulos en el centro de la ciudad. Pero, sin duda alguna, contento escuchando esta rola.

10: “Song 12”, Blur

Yo nunca quise ser escritor. Mi sueño frustrado fue ser grafitero acá tipo Basquiat. Viví en una colonia donde el graffiti tuvo su auge en los noventas y me alisté a las filas de una banda llamada AKM. Las siglas significan Reyes del Arte Mexicano, o en inglés: Kings art mexicans. El plan que trazábamos por las madrugadas el Rascuas (fiel amigo de la lata) y yo, era caminar por la ruta de Dóminos (la entrada a Zacatecas), a Bonito Pueblo (la salida a Zacatecas), para rayar toda pared que se encontrara en nuestro camino. “Song 12” nos llenaba de adrenalina el cerebro y el corazón.

11: “Adore”, Smashing Pumpkins

Tuve un gran amigo que le decíamos el Camelia. En realidad no sé por qué, pero todos los preparatorianos lo llamaban así. Este bróder era de Jerez, pero tenía espíritu fresnillence cada vez que salían los golpes en las calles. Siempre que escuchó esta rola me acuerdo de él y me pregunto qué se hallara haciendo estos años.

12: “Why does it always rain on me”, Travis

Siempre he sido depresivo, siempre me ha gustado salirme a la calle cada vez que escucho el rumor de la lluvia y al ver que en el cielo todo se vuelve gris, aunque en realidad el día sea soleado.

13: “Everything in its right place”, Radiohead

Si quisiera etiquetar mi juventud, pondría la palabra Radiohead en todas las playeras que usaba por aquellos años. Esta rola, que desgraciadamente fungió un mal papel en la película Vanilla Sky, es la única canción que puede ejemplificar cómo se siente uno cuando se despierta por las mañanas después de una larga jornada de consumo de drogas.

14: “Out of control” The chemical brothers

Tengo la mala costumbre de poner al revés mi reloj biológico: dormir por las tardes, trabajar por las mañanas y por la madrugada. Cuando está por salir el sol y yo sigo leyendo o enfrente de la laptop, pongo “Out of control” para guardar silencio, volver en mí, recargar ánimos, energía e inyectarme Red Bull por la yugular antes de que el sueño me domine.

15: “This picture” Placebo

El otro día le escuché decir al Adrián y al Gabo que gracias a esta banda los Pixies se volvieron a unir y que en Placebo hay un talento musical encabronado. Pues es cierto. Escuchar la voz de Brian Molko, Sleeping with ghosts de principio a fin, lo comprueba.

16: “(¿?)”, Sigur Rós

Fue durante el tiempo que viví solo, alejado del mundo, en una colonia llamada Kamaway. Tuve un vecino pensionado que se la pasaba ebrio todos los días escuchando a Leonard Cohen y Tom Waits. Y cuando quería joder más su riñón y acordarse de su exesposa, tocaba a mi puerta, me invitaba a su casa y ponía este disco de Sigur Rós como si fuera una sola canción, el cual sigue siendo una bandera de la melancolía y cada vez que lo escucho me enfermo de gripa.

17: “Mi confesión”, Gotan Project

Sin duda el mejor disco de estos compas es La revancha del tango, pero tranquilos, esta rola no canta mal el tango electrónico. Con sólo escucharla te pones bien vitaminado: “Dos pies en la tierra y un relato, desde hace rato me tiene sujeto, el mundo es mi cielo, el cielo mi techo, Buenos Aíres donde cosecho, mis anhelos y mis pasiones, pero sólo hay vacío y no estoy satisfecho (…) si hablo de amor yo sé que la extraño (…)”

18: “Where is my mind” Pixies

Existe un episodio en mi vida en el que más me di de golpes contra la pared. Sucedió hace dos años, cuando el mundo se me derrumbó y pensé que no lo iba a poder construir de nuevo. Me encontraba por llegar a la casa, venía de la universidad, derrotado y no tenía ni un clavo en la bolsa. Quería ser escritor, pesar lo que pesara, sin duda alguna, y debía tres meses de renta, los recibos de agua, de luz, de teléfono, y para comprar comida, días anteriores, vendí un par de mis mejores amigos: libros. Mi casa se encontraba en el segundo piso de un edificio. Al abrir el cancel y encender la luz de la entrada, encontré mis pocas pertenencias en el suelo. El dueño me había desalojado sin aviso alguno. No supe a dónde dirigirme, ni qué hacer. Me temblaron las manos como nunca y sentí que la cabeza me iba a estallar.

19: “Dear God please help me”, Morrisey

Años después todo se equilibró en mi vida. Conseguí un buen empleo, le pedí prestada una casa a mi madre y comencé a asistir a clases con más constancia. Pero se vino el segundo divorcio de mi madre y, algo extraño, me dolió más que el primero, cuando lo hizo con mi padre biológico. Recuerdo que cuando recibí la llamada con la noticia venía escuchando esa canción en la radio del taxi que me llevaría a casa, por la noche, y le pedí que se detuviera, quise bajarme a caminar.

20: “Ultraviolet” U2

Quizá desde que nací llevo en mi cabeza escombro en lugar de sesos, por eso veo borroso cuando quiero poner todo en orden. Por tal razón, siempre me ha llevado la chingada en todas mis relaciones interpersonales. Descubrí esto cuando conocí a ella (la morrita que tuvo mi corazón en sus manos y le puso un bombillo encendido para tronarlo)… Cuántas veces no escuché esta rolita pensando en que, por fin, alguien iluminaría mi camino.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que onda joel...padrísima tu página, un gusto por la música chingón y en la literatura no se diga...te mando un saludo y nos vemos pronto...u.u

atte: laura

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